14. El peligro se acerca

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Después de que Yoongi se durmiera una linda siesta usando mis piernas de almohada, prepara un intento de almuerzo y termina ensuciando todo. Si viviera solo, su dieta se basaría en deliveries o, si él cocinara, viviría en una chiquero.

Mi celular suena.

*Nuevo mensaje de Hoseok*

Tenemos que hablar, es urgente. 

Yo: ¿No puede ser en otro momento?
Hoseok: Te mentí. Sé que eres y todo sobre ti y Lina. De verdad es urgente.

Miro el celular como una boba, leyendo y re-leyendo el mensaje, enfadada. ¿Por qué me mintió?  Necesito verlo ya mismo. ¿Qué hago para que Yoongi me deje salir?

— Yoongi, tu madre me envió un mensaje. Dice que necesita preguntarte algo y quiere que vayas a tu casa — digo lo primero que se me ocurre.

— ¿Sí? ¿Por qué no me llamó directamente a mi? — hace ademán de tomar su celular.

— Dijo que necesita que busques algo por ella — lo detengo. Él me mira como si sospechara y lo único que pido es que, por favor, no me descubra.  

— Te quedas descansando, ¿oíste? Ya vuelvo  — me amenaza una última vez antes de desaparecer por la puerta. 

Lo siento Yoongi.

Hago una llamada rápida a Hoseok, me indica dónde ir y en un abrir y cerrar de ojos, estoy allí. Si lo que Seokjin me dijo sobre la espada de Jeshvan es verdad, debo asegurarme de que esto no es una trampa de Hoseok. Me escondo detrás de una columna mientras observo a Hoseok; a simple vista está solo y no parece llevar consigo nada sospechoso, es sólo él acompañado de una expresión realmente preocupada en su rostro. Me aparezco de la nada frente a él y lo tomo por el cuello, utilizando mi fuerza sobrehumana. 

— ¿Quién... eres? — nunca creí que Hoseok me haría sentir tanto enojo. Él intenta deshacerse de mi agarre pero soy muy fuerte.

— K-Kim... esp-espera — aprieto tanto su cuello que apenas puede respirar. Clavo mis ojos en los suyos y, cuando su rostro comienza a ponerse de un tono más oscuro, lo suelto y cae de rodillas al suelo.

— Sólo te solté porque necesito que hables y más vale que lo hagas ya — él se frota el cuello mientras se incorpora.  — Eres un cazador, ¿verdad?

— Mi familia lo ha sido desde hace muchas generaciones; es una tradición que los hombres de la familia le enseñen a sus descendientes el oficio de cazar Nephilims. Mi padre ha estado entrenándome desde pequeño y yo estaba dispuesto a continuar esa tradición, él no habla sobre otra cosa... — se detiene a tomar un respiro hondo y aleja su vista de mi  —... pero me enamoré de ti y no puedo, simplemente no puedo matarte.

— ¿Qué? — pienso en voz alta. ¿Acaba de decir que...?

— Kim, tú y Lina corren peligro. Mi padre está detrás de ustedes ahora porque yo me negué a cazarlas y él no es nada compasivo. Ni siquiera le importa que tu seas mi amiga — voltea y me toma de los hombros. Sus ojos están algo vidriosos y puedo sentir su miedo en sus temblorosas manos. Mi celular, tan inoportuno, suena sin parar. Ni siquiera reviso quien es, sólo corto la llamada.

— Hoseok... ¿acabas de decir que estás...? — no sé por qué me ruborizo de tan sólo pensar en ello.

— Te amo, Kim. Por favor, vete con tu hermana lejos de aquí, antes de que mi padre les haga daño — me abraza y puedo sentir sus lágrimas mojar la parte trasera de mi remera. Su repentina confesión me toma por sorpresa y no sé cómo reaccionar; lo único que sé es que no quiero herir sus sentimientos. 

— Ve a buscar a tu hermana y váyanse — se separa de mi bruscamente y mira a nuestro alrededor, alarmado.

— Hoseok... — él esta dispuesto a marcharse pero tomo su brazo y lo obligo a girar hacia mi — ... Gracias — es todo lo que puedo decirle y aún así, no es suficiente. Su decisión de desobedecer a su padre, nos salvó la vida a Lina y a mi, al menos en cierto modo. Él me sonríe con su particular sonrisa pero sin ganas y mi corazón duele al ver esa expresión en su rostro.

Otra vez, me teletransporto hasta el departamento en un abrir y cerrar de ojos. Me siento tan mal emocionalmente que me olvido de que dejé a Yoongi esperando por mi allí. Me aparezco en la sala sin tomar precaución alguna y casi mato del susto a Yoongi.

— ¿Pe-pe-pero qué...? — tartamudea luego de haber gritado como una niña. Ya de por sí es de tez pálida, pero está más blanco que de costumbre del susto que se dió.

— Ah... — largo un suspiro. Ya no se qué inventar para zafar esta vez. Mi cabeza es un lío en este momento y tengo cero imaginación; estoy llena de preocupaciones y frustraciones como para andar inventando alguna estúpidez para salir de esto.

— Tranquilo Yoongi, soy yo — doy un paso hacia él pero éste retrocede, temeroso. Al ver su reacción de rechazo, me planto donde estoy y trato de contener mis lágrimas.

— No te voy a pedir que me comprendas sin asustarte pero por favor déjame explicarte — mi voz empieza a perder su intensidad.

— Era verdad... — lo escucho murmurar.

— ¿De qué hablas?

— Boa lo supo todo este tiempo y yo no le creí... — parece estar menos alterado y da un paso acercándose a mi. ¿Del susto se volvió loco?

— Soy una Nephilim mitad humana, mitad ángel, al igual que Lina. Escucha, no estás a salvo estando conmigo aquí. Debes irte, ahora — le ordeno pero él solo me mira atónito.

— ¿Qué no me escuchas? Levántate y vete — lo tomo del brazo y lo arrastro hasta la puerta. Dice mi nombre sin parar pero pretendo no oír nada. Lo saco afuera del departamento y le cierro la puerta en la cara. 

Sus golpes en la puerta y su voz repitiendo mi nombre sin parar están haciendo esta situación más difícil para mi; quisiera estar con él pero eso significaría ponerlo en peligro y no quiero perderlo.

— ¡QUÉ TE VAYAS A TU DEPARTAMENTO! — le grito pero los golpes no cesan.

Maldita sea Yoongi, vete y no me lo hagas más difícil. Me moriría si te llegara a suceder algo.

|| Between Heaven & Earth || Suga ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora