Capítulo Cuatro : Destiny

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Me arreglé rápido ya que en 20 minutos más vendría Mariela, encendí la tele para matar el tiempo, y siento golpear mi puerta, voy corriendo a abrir y me encuentro una sorpresa, Julian?
- Ah eras tú- digo desanimada.
- Yo también me alegro de verte amiga mía- me dice.
-No, olvida lo que dije, siempre serás bienvenido, sólo que espero a alguien- le respondo.
-A tu novio?- me dice enojado, vaya enojado?
- No tengo novio inteligente, se me olvido contarte lo que me sucedió ayer- y rápidamente le conté.
Suena la puerta y voy a abrir y era ella, Mariela.
-Gabriela como estás?-Me saluda con ese acento madrileño.
-Muy bien pase, bienvenida a mi hogar- le contesto.
Conversamos un poco de tecnicidades y Julian me observaba con una enorme cara de interrogación, sólo asentía y trataba de opinar, me reí de él. Nos pregunto si eramos novios, osea, qué le pasa a la gente que cree que estamos en una relación?. Le mostré mi cuadro y Mariela la quedó fascinada, le encantó, le gustó tanto que me pidió permiso para llevárselo a España y mostrárselo a la Asociación de Pintores y Escultores de Madrid para ver si había una oportunidad para mi y me recomendaría con todos sus contactos. Quede impactada y la abracé de la emoción y alegría, estaba contenta al máximo, se debía ir y nos despedimos, totalmente agradecida con ella y le di mi número para que se contactara conmigo, era una excelente persona, gentil y muy humilde, a pesar de ser reconocida mantenía su esencia. Se fue y mi impulso fue abrazar a Julian, estaba tan feliz que quería llorar, cuesta mucho para un pintor tener semejante oportunidad.
-Te felicito, te lo mereces- me dice.
-Gracias! Estoy muy feliz- me secó unas lágrimas que caían por mis mejillas.
-Eres una llorona- dice riendo.- Esto merece celebración, vamos yo invito.
Con la algarabía del momento tome un bolso, una chaqueta y fuimos a donde me llevaría a celebrar.
Era un bar bastante acogedor, era de Joaquin y Laura, su pequeño negocio, bastante bueno.
Me puse a tomar de más, era de noche y ya en un momento el mundo comenzó a darme vuelta, veía a Julian conversando con Laura a lo lejos y caigo al suelo.
Derrepente veo un circulo de caras sobre mí y Julian me levanta con cuidado, estaba borracha, pero mal, que vergüenza. Me llevó a casa y para rematar me puse a vomitar, una escena tan romántica yo vomitando y él sosteniendo mi cabello, de película.
Después me fui a mi cama y no supe hasta el día siguiente, despierto y veo a Julian durmiendo al lado mío, mi cabeza iba a estallar, fui por medicamentos y con una manta lo cubrí del frío. Aprovechando que dormía me bañé, lo necesitaba y me vestí rápidamente, era Lunes pero hoy era el aniversario de la empresa así que no asistí. Fui por un café y veo que sigue durmiendo, tiene el sueño bastante pesado, pero lo deje dormir por el papelón que di ayer, me doy vergüenza ajena. Me fui a bañar, me vestí, me seque el pelo y con el ruido se despertó.
- Cómo amaneció la mujer más sobria del planeta- me dijo riendo, sí, siempre ríe.
-Disculpa, en serio, me da vergüenza, que mal- me sonrojo.
-No te sonrojes por mi, ya te he visto en tu peor faceta- me responde.
-Que eres pesado!- lo golpeo con la almohada, mala idea, porque hizo lo mismo conmigo, acabamos yo en el piso y el al otro lado de la cama.
Ahí pude apreciar sus ojos color miel que eran muy especiales, brillaban por si solos, que envidia.

Ya era hora de almorzar, cociné algo para alimentarnos y mi compañero tragó, literalmente.
-Veo que tienes hambre- digo y el sigue comiendo.
-Hace tiempo que no como algo tan bueno- responde.
- Ni que fuera plato gourmet- bromeo- mi madre me enseñó a cocinar- le digo.
Quedamos conversando muchas cosas en el entre mesa, me contó muchas cosas de él, su madre falleció de un accidente automovilístico y no tiene contacto con su padre ya que hizo su vida con otra persona, no sé como puede ser tan fuerte y soportar eso, él es muy alegre y gentil, vaya que las personas podemos ocultar nuestros sentimientos y tirarlos a nuestro inconsciente. Cuando hablo de su madre no pudo evitar emocionarse y lo único que atiné fue abrazarle, aveces podemos estar muy bien por fuera pero todos por mas fuertes que seamos necesitamos apoyo y nos sentimos débiles.
-Gracias por llegar a mi vida, suena raro, pero gracias- me dice.
-No dudes que aquí estoy para ti- le respondo.
-Nunca imaginé que a la señorita terca que conocí mojándose en la lluvia me daría un abrazo- río un poco.
-No soy tan corazón de piedra, sólo debes conocerme más- contesto.
-No lo dudaré- me dijo y me besó la frente.
Ya debía irse porque mañana es Martes, Por qué los fines de semana duran tan poco?, injusticia.
Se despidió y se fue, hoy había conocido a otro Julian, debemos tomarnos el tiempo de conocer a más personas, ya lo sentía como un amigo confiable, pero hay algo que me resuena, será verdad que él me quiere de otra forma como dijeron las chicas? O simplemente me quieren jugar una broma? Habrá que averiguarlo.

Antes y DespuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora