Lucy en el cielo con diamantes

3.Situación inesperada

Situación inesperada.

-Lucí, ¿la chica del otro día es tu amiga?

-Sí, algo así.

-Pues, es muy bonita. ¿Sabes si tiene celular?

-La verdad no se

-Gracias, y oye te quiero mucho.

-Yo también  y mucho jamás lo olvides.

Esas palabras se incrustaron en mi corazón, fue extraño en mí, pues es tan difícil sentir algo tan especial por alguien.

Una parte de mi quería estar con él pero otra muy diferente sentía temor  de estar  con él, el temor más grande de mi vida, perder su amistad por un noviazgo.

Pero de algo estaba segura, esos sentimientos jamás saldrían. De pronto  me

Di cuenta de algo, a lo lejos observe como Diego y Valeria  charlaban, me desconcerté. ¿Qué era lo que pasaba?¿por qué rayos le agarraba la mano? ¿Por qué se acercaba tanto a ella? ¿Qué le susurraba al oído? ¿Qué es esto?

Esto no puede estar pasando.

-¡Son novios! Grité para mí misma.

Diego acaricio la mejilla de Valeria, poco a poco la acercó hacia él, rosó suavemente sus labios con los de ella, cerró  los ojos y se dejó llevar por el momento.

Al verlos me di cuenta que Diego no solo me gustaba, el sentimiento era más fuerte  de lo que creí, yo me había enamorado de él, después de  seis meses realmente supe lo que sentía por él.

Sentí una profunda tristeza, noté como una lagrima caía despacio, la limpie y quise hacer de cuenta que nada había pasado.

Fue en vano creerme ese cuento, al  llegar a casa estaba desecha, me eche a la cama, y rompí en llanto, con cada lagrima mi mente se  peguntaba ¿Por qué?

¿Por qué me pasaba esto? ¿Por qué a mí?

-Tiene que ser un sueño, una pesadilla, ¡que alguien me despierte! – Me decía a mi misma para consolarme, aunque era inútil.

Cada día que pasaba noté que la atención de Diego disminuía hacia mí, me sentía mal, sentía que perdía a mi mejor amigo, todo su tiempo era para Valeria, ya casi no hablaba con él, si acaso lo veía en la entrada, pero inmediatamente Valeria llegaba  y Diego se olvida completamente de que yo estaba hablando con él, lo mismo sucedía  en receso y a la salida.

Por las tardes le mandaba mensajes para poder hablar con el, pero era demasiado  raro si me contestaba, si a caso (y hasta eso rara vez) solo uno lograba contestarme, y era para decirme…. ¡Estoy ocupado! ¡Hablamos luego! ¡No puedo hablar! ¿Qué pasaba con él? Yo era su amiga, o al menos eso creía. Me sentía mal al saber que poco a poco nos íbamos distanciando  más y cada vez más. Pero…… ¿Qué sucedió? Me pregunte a mí misma.

Cada vez que le hablaba a Valeria mi mente se llenaba de celos pero al mismo tiempo sabía que si lo que sentía por él era verdadero lo tenía que dejar ser feliz.

Deseaba  con toda mi alma verlo feliz, pero esto me costaba más de lo que pensé…  lo decía pero no lo hacía.

Cuando sentí completamente el olvido de Diego. Quise hablar con él. Decirle como me sentía, que de una vez por todas me dijera, si seguíamos siendo amigos o ya todo había terminado. Lo necesitaba más que a nada pero él no se daba cuenta.

-Diego….. ¿Podemos hablar?

-¿Ahora? …. Disculpa no puedo.

-¿Por qué? ¿Por qué desde que andas con Valeria ya no tienes tiempo para mí?

-Lucia no me lo tomes a mal, pero es mi novia, y como ustedes van en el “A” y yo en  el “B”, no la veo hasta receso y hasta eso solo 20 min.

-Si, pero  yo soy tu amiga, también necesito tu tiempo, tu atención…… te has olvidado de mi.

-Lucí, no pienses así, eres mi mejor amiga.

-Pues no lo parece, no me lo demuestras…. Decepcionada gire mi cuerpo y me marche con lágrimas en los ojos.

-¡¡¡Lucí!!!! ¡Espera por favor!!!

Pero no regrese, me sentía desecha…. Quería irme, olvidarme de todo.

Si tan sólo me hubiera escuchado a mi misma nada de esto  habría pasado. Por más que decía que ya lo había olvidado, mas lo quería…..

Quería verlo feliz aunque no fuera a mi lado….. ¡Qué afortunada era Valeria!

Seguí caminando con mis lágrimas rodeando mi rostro y el coraje dentro de mi corazón, pero en camino a mi salón encontré a Valeria, ella amablemente me preguntó:

-¿Pero, qué te pasa Lucia?

-No, no es nada solo recordaba

-¿Enserio te encuentras bien? La expresión de tu rostro no logra convencerme, dime que te pasa, sabes que cuentas conmigo para todo lo que se te ofrezca.

-¿Enserio quieres saber porque estoy llorando?

-Si claro, dime es bueno desahogarse de vez en cuando.

-Está bien, te lo diré pero enserio prométeme que no te vas a molestar.

-Lo prometo

-Bueno es que…… no me agrada la idea de que Diego y tu sean novios. –Comenté bajando la cabeza-

-¿Qué? ¿acaso estas loca? ¡no  Esto no puede ser, si tu misma me lo presentante!