Lucy en el cielo con diamantes

5.Segundo grado

El tiempo pasó rápido, Diego y Valeria terminaron una semana después. Me di cuenta que Valeria fue muy hipócrita. Al darse cuenta de ello Diego corrió a pedirme una y mil disculpas, muchas de ellas fueron negadas, hasta que en un intento de desesperación y frustración, al no tenerlo conmigo, al extrañarlo tanto lo perdoné. Lo perdoné mediante esta carta, cuando aun íbamos en primero.

Para: Lucia                                   16/04/13

Lucí, se que te he pedido muchas disculpas, sé que no remedio nada, se que estuve en un error, también se lo mucho que sufriste, lo mal que Valeria te trató y que por cariño y miedo a perderme soportaste todo eso, por mucho que te atormentara. No te imaginas lo mal que me siento, lo mucho que te admiro. Lo mucho que te quiero. Por ello me atrevo a pedirte perdón, sé que no lo merezco, soy un poco hombre, estoy arrepentido del daño que te causé.

Si me lo niegas lo entenderé, pero quiero que sepas que te quiero como nunca había querido a alguien, como nunca había querido a una mujer. Eres la primera chica que he admirado tanto. T e has convertido en parte de mi ser, en mi confidente, en  mi mejor amiga y mi hermana, eres tan… tan perfecta y hermosa.

Eres tan comprensible, tan dulce, sencilla, sincera, solidaria, tienes buen sentido del humor, buen gusto musical, tienes muchos talentos, eres una gran poeta, eres súper creativa, divertida, te quiero tanto.

Tal vez pensarás  que no tengo el valor de enfrentarme a ti, a mirarte y decirte todo esto. No obstante lo he hecho una y mil veces, pero me ignoras o rechazas y lo haces con justa razón. Sin embargo tengo la necesidad de decirte esto, pero si lo hago frente a frente no me dejaras  hablar, así que lo realizo mediante esta pequeña carta.

Con cariño Diego.

-Quizá debas dejarla en su mochila- Sugirió Osvaldo

- ¿pero cómo?

-En receso, sin que nadie se dé cuenta y sin que nos vean entramos a su salón| y la guardas en su mochila

-Suena arriesgado, pero tengo que hacerlo

-¿Te has enamorado de ella verdad?

-No lo creo, solo somos amigos, eso es todo

-Ah  si, seguro

-¡Osvaldo! ¿Por qué lo dices?

- Por la forma en que hablas de ella, por como la miras, la sonrisa que emites cuando hablas de ella, tus ojos se iluminan

-Estas soñando-Dijo mientras se echaba a reír

-Puede ser, pero en ese sueño estas enamorado

-No, nunca voy  a sentir algo así por Lucí- Pero cuando comentó eso, sintió algo extraño, confuso, duro frio, se llenó de dudas.

-Entonces vayamos a esconderle la carta, la puerta está abierta, no hay nadie.

-Vamos

Caminaron sigilosamente sin hacer ruido, Diego sabia a la perfección donde se sentaba Lucí. Con suma delicadeza abrió su mochila y depositó la carta.

Al salir miró fijamente su banca y de pronto le vino una sensación al estomago extraña, ¿acaso sentía algo por ella? ¿Estaba confundido? ¿y si la amaba? ¿Qué ocurría? ¿Por qué la sensación?  Cada pregunta atormentaba a Diego durante todo el día.

Por la tarde, al acomodar su mochila Lucí vio aquel papel mal doblado, sintió curiosidad de abrirlo, al hacerlo mil latidos salieron disparados, sus ojos brillaban, su estomago estaba inquieto. La leyó cuidadosamente, la acerco a su corazón, la besó una y mil veces

A la mañana siguiente Diego corrió a buscarla, al verse se abrazaron fuertemente, lucí comenzó a llorar, Diego le suplicó perdón

-Lucí no sabes lo mal que me siento, perdóname

-Si Diego, te eché mucho de menos

Tiernamente se separaron, se miraron fijamente, el beso calurosamente su frente y sonrieron

-No vuelvas a abandonarme

-Lo prometo mi Lucí

-Me sentí sola, reemplazada, abandonada por mi mejor amigo, Valeria había ocupado mi lugar

-No, nunca fue así

-¿Entonces? ¿Por qué no contestabas mis mensajes? ¿Por qué ya no tenias tiempo para mí?

-Son cosas inexplicables, pero ya no recordemos nada, te prometo no volverá a pasar.

-Gracias, no sabes lo bien que me hace escucharte decir eso.

-La promesa fue cumplida, que bonitos recuerdos

- Y ahora que van en segundo ¿se hablan?- preguntaba con asombro Narah-Si, cada día nos llevamos mejor

-Eso es muy bueno

Mientras tanto Osvaldo le agradaba molestar a Diego

-¿y bien? ¿Cuándo se lo pedirás?

-¿pedirle que? ¿a quién?

-A esa chica a la que llamas “amiga” y por dentro sabes que la amas

-¿A Lucy? Te equivocas es mi gran amiga y consejera

Osvaldo comenzó a tararear la melodía de And I love Her “The Beatles” y enseguida a cantarla

-I give her all my love…

-¡Deja de hacer eso Osvaldo!

- Al menos alguna parte de la canción ha de recordártela.

-She gives me everything and tenderly, es lo único ¿feliz?

-Diego, hace un año que la conoces, estoy seguro que se enamoró de ti desde que anduviste con Valeria

-¿Lo crees?, pobre Lucy, me siento muy mal por lo que pasó ella mientras yo estaba con Valeria

-Piénsalo bien, estás loco por ella aunque quieras ocultarlo o aun no lo sepas.

-Te veo después, recuerda que me voy al curso de primeros auxilios.

-Ah es verdad, ¿Cuántos participaran?

- Dos personas por cada salón, una mujer y un hombre, lo único bueno de este proyecto que se les ocurrió al director es que nos dan calificación extra y cada fin de semanas se organiza un dia de campo en el bosque o visitamos lugares

-Supongo que es relajante

Lucy participaría en ese proyecto, era la escogida de su grupo en 2° junto con Diego igual de segundo, en total eran  ocho personas por grado (dos por salón)(eran cuatro salones de cada grado), el fin  de semana se acercaba y Diego cada vez que miraba a Lucy hacer su trabajo en sus lecciones sentía algo extraño hacía ella.

-Fue larga y pesada la lección de hoy ¿no crees?

-Sí, eso de las fracturas me dio escalofrió

-A ti que no te da miedo Diego. Pero ya olvídate de eso, mañana es sábado, el día de campo se cambiará a un viaje a Guanajuato

-¿Enserio? ¿Iras conmigo verdad?

-Claro, pero ya sabes que llego tarde así que apártame lugar a tu lado

-Si claro Lucy, cuídate y descansa, nos espera un largo viaje mañana