11. El amor eres tú

172 3 1
  • Dedicado a Miranda Garcia
                                    

Diego empalideció, ¿Qué noticia? ¿Lucy? ¿Mamá? ¿Habrán dado noticias sobre los análisis de Lucy?

-¿Qué noticia mamá?-. Preguntó Osvaldo asustado.

-Lucy despertó anoche-.Dijo Angie de una manera un poco brusca.

-¿Cómo está?

Angie dejó caer una lágrima.

-¡Tía dinos! ¿Cómo está?-. Dijo Diego angustiado y casi a gritos.

-Los análisis que Citlali le realizó a Lucy afirman lo sospechado.

Aquella noticia fue un golpe duro para los tres, no creían que fuera verdad, mas sin embargo era, tenían que aceptarlo, por más doloroso que fuera.

-¿Y mi tía Fernanda? ¿Cómo está? -. Pregunto Osvaldo asustado.

-Ya te imaginaras…

-¿Qué le paso?- Cuestiono Diego.

-Se desmayó, tu mamá y yo intentamos consolarla, pero fue inútil.

-Mmh-. Fue lo único que pudo decir Diego, no tenía ánimos.

-Cuando Lucy despertó preguntó por ambos-.Dijo Angie tratando de animarlos.

-Quiero verla, abrazarla-. Dijo Diego lleno de dolor.

-Vamos ya mamá, cuanto antes mejor-. Apresuró Osvaldo.

Durante el trayecto, Osvaldo se mostró optimista al igual que Angie, sin embargo Diego parecía enfadado consigo mismo, triste y distraído. Sostenía en su mano derecha con la máxima delicadeza el ramo de flores que había comprado con tanto entusiasmo, pensaba en cuan hermosas eran, en lo hermosa que era Lucy, lo mucho que le gustaban aquellas flores; cuando ella las tenía en sus manos, las miraba por unos segundos, después de observarlas con ternura y una enorme sonrisa en su rostro, acariciaba el tallo con lentitud, con su dedo tocaba los pétalos haciéndolos mover un poco, reía al suceder esto y finalmente emitía un suspiro al apreciarlas para así colocarlas en agua.

-¡Diego! ¡Diego!..... Diego… Hijo ya hemos llegado-. Dijo Angie moviendo agitadamente su mano frente a los ojos de Diego.

-E... si… perdón tía.

Bajaron del auto, a pesar de la noticia Diego y Osvaldo ansiaban ver a Lucy, bajaron llenos de emoción. Caminaron hacia la entrada del hospital, se dirigieron a la recepción para pedir informes acerca de la habitación a la que trasladaron a Lucy.

-En el quinto piso habitación 92- Dijo la recepcionista molesta.

Angie agradeció y caminó con los chicos por un pasillo ancho, la pared estaba pintada con colores alegres, pintoresca, al fondo había un vitral, verdaderamente hermoso y muy grande, a un costado se encontraban dos elevadores y las escaleras.

Angie  oprimió el botón para acceder al elevador y subir a la habitación donde Lucy se encontraba. Cuando este se abrió Diego habló:

-Tía… antes de subir, necesito conseguir un papel y un lapicero, quiero escribir algo.

Ella giró el cuerpo y asintió, se veía sería pero no molesta.

-Ve con la recepcionista y pídele una hoja, te esperamos aquí.

Así lo hizo, al tener en sus manos el papel y la pluma, se sentó frente a la recepcionista  y comenzó a escribir, tachó y rayo las primeras frases y volvió a redactarlas hasta que las palabras comenzaron a fluir, después de un rato logró conformar una pequeña carta, la releyó y no pudo evitar llorar.

Al notar la tardanza de Diego Angie preocupada fue a buscarlo, al verlo se acercó a él, se encontraba detrás de él  y colocó su mano sobre su hombro.

Lucy en el cielo con diamantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora