Lucy en el cielo con diamantes

4. Conflictos

-Vale, yo no te lo presenté, tú te metiste en nuestra conversación

-Lucia, si no lo hacía, tú nunca lo harías

-Tú misma lo acabas de decir, yo no lo haría por miedo

-¿Miedo a que?

-A perderlo, a perder a mí mejor amigo

-De modo que por eso no me lo presentabas

-Vale, ponte en mi lugar. Te lo ruego

-¿Tu lugar? ¿De amiga enamorada?

-Yo no estoy enamorada de él. Lo quiero, eso lo admito

-¡Tú tienes celos, eso tienes!

-¿Celos? ¿ y de qué? ¿De ti?

-Si Lucia, estas celosa porque Diego me ama y te a hecho a un lado. Su “mejor amiga” que tonterías.-dijo entre risas-

Con un nudo en la garganta logré decirle que una amistad  era para siempre y un noviazgo acababa para bien o para mal. Valeria se molestó demasiado conmigo. Al grado de prohibirme hablar con Diego, obviamente me negué jamás cedería ante eso. ¿Quién? se creía Valeria para prohibirme tal cosa?

Pero eso no se quedó así, ella me hizo quedar mal con diego, y tal era su amor por ella que se molestó conmigo.

-Oye Lucia ¿Por qué le dices semejante cosa a Valeria?

-¿Estas enojado? (aunque yo sabía a la perfección que lo estaba)

-¡Si Lucia! ¡Mucho! ¡Me decepcionas!

Yo sabía que cuando estaba molesto me llamaba “Lucia” y no como comúnmente lo hacía (lucí)

Pero Diego, seguramente ella no te dijo lo que me hizo

-Si me lo comentó, pero tú la provocaste

-Entonces le crees más a ella

-Lucia eres tan inmadura e infantil

-Tal vez lo sea pero al menos déjame explicarte

-No Lucia, se lo que sucedió y sabes que, lo mejor es que esto termine aquí.

Sentí esas palabras como golpe bajo en mi corazón, quizá hubiera llorado pero me contuve

-Si así lo deseas así será, pero ojala algún día te des cuenta de lo que en realidad pasó, nunca pensé que por un capricho de Valeria acabaría con esto.

¡Qué pena! Aunque pase el tiempo siempre te voy a querer y siempre serás mi mejor amigo. Cada palabra  que salió de mi boca fue acompañada por una lágrima.

-¡No! Espera Lucí

-No, no me vuelvas  a llamar así ¿De acuerdo?

-Lucí, perdón es decir... Lucia, no te pongas así, yo… no era mi intención lastimarte

-Pues lo hiciste Diego, ya nada puedes remediar. Ahora ¡corre!¡vete con ella! Pero el día que terminen no me vengas a buscar.

Y me alejé con todo el dolor del mundo, ya que no podía creer lo que estaba sucediendo, solo sentí como una lágrima se desvaneció por mi rostro, que tristeza y que decepción, pero rápidamente   limpie esa lagrima e hice de cuenta que no pasaba nada

Diego me había lastimado, me preguntaba a menudo ¿porque? Todo iba bien hasta que Valeria apareció. ¡Era ella! ¡Valeria!

-¡Valeria ocasionó esto! Dije con enojo entre mi.

Caminé  rápidamente con los ojos hinchados, el rostro lleno de dolor. Fui a buscarla

La encontré, se encontraba a un lado de Diego, al verme lo abrazó y cuando me di cuenta estaba corriendo con dirección al sanitario, en donde más tarde encontraría a Valeria

Después de un momento Salí del sanitario y fue donde me topé con Valeria. Estaba de tras de la puerta y lo que menos quería  era verla.

-Con permiso por favor

-Ahora si eres amable ¿no?

-Siempre lo he sido Valeria

-¡Lucia no me hagas reír! ¿Amable? ¿Siempre? ¿Acaso ya se te olvidó lo que pasó anteriormente?

-No, no se me olvida, nunca fui grosera pero tampoco me dejé manipular

-Pues espero cumplas con lo que te pedí

-Si eso es lo que te preocupa, ¡felicidades! Lograste tu objetivo, Diego y yo corrompimos nuestra amistad

-¡Valla! ¡Me alegro! –dijo con una enorme sonrisa y riendo a carcajadas

-Si me disculpas me tengo que ir- Salí corriendo, tenía ganas de desahogarme con alguien. Cuando solía sentirme triste, necesitaba llorar o reír buscaba a Diego o a Karen, no lo pensé dos veces y corrí a buscarla ya que a Diego no podría hacerlo más.

Era receso, así que la busqué en la tienda, y al encontrarla solo la abrasé fuerte, muy fuerte y estallé en llanto, ella sospechó al instante

-Tranquila todo va a estar bien, deja que el tiempo haga su trabajo