Todo Por Ella

capitulo 6

Narra John

Había empezado el fin de semana y estaba esperando a que Jane viniera a desayunar, la había invitado porque quería saber como le estaba yendo en su nuevo trabajo.

Escucho como la puerta se cierra y se de inmediato que es ella no sólo por que quien mas seria, sino que también por que la escucho bufar molesta por alguna razón que no entiendo.

— Pues dile al señor Rousseau que es mi día de descanso y que no puedo ir. — ¿Para que diablos quería Rousseau a Jane en la oficina este día? — Por favor Tabatha, inventa algo tu muy bien sabes que no quiero tener que pasar ni un segundo con ese hombre, esta bien ¿Me avisas, OK? Adiós.

— ¿Está todo bien Jane? Pareces algo molesta.

— No es nada no te preocupes John.

— ¿Estás segura? Es que realmente te ves muy enojada.

— Claro solo... permíteme.

¡Estúpido celular! No pudo ser más inoportuno, tenía que llegarle un mensaje justo ahora,, ni siquiera sé qué rayos pasa con Jane o el porqué no quiere pasar tiempo con el idiota de Rousseau.

— Lo siento John tendremos que dejar el desayuno para después, me acaban de informar que hay problemas en la oficina y nos necesitan a Tabatha y a mí para resolverlo. Además sería perfecto que pases el día con Rose, ya sabes un día padre hija.

Después de que Jane se fuera me puse reflexionar, y lo cierto es que nunca hemos convivido mi hija y yo, y eso me hizo ver lo mal padre que he sido.

Después de un desayuno con mi hija empecé a investigar qué puedo hacer para pasar el tiempo con mi hija. ¡Gracias a Dios existe Google! Es increíble que para entretener a mi hija tuve que Googlear. Si definitivamente soy un mal padre.

Según la página para padres primerizos que encontré lo que tengo que hacer en este tiempo es ejercitar sus habilidades motoras.

No puedo googlar siempre para saber lo que necesito para pasar tiempo con mi hija. Así que decidí que mejor sería hacer lo que toda madre hace. Comprar libros sobre bebes. En estos momentos es donde más extraño a Grace, ella sabría qué hacer.

Soy realmente patético, ni siquiera puedo abrir el carrito de mi hija, no sé cómo funciona la cangurera. ¿Ya podrá estar en el silla para auto? ¿Cómo se asegura el silla en el auto? Solo me queda llamar a los refuerzos.

—Te necesito, ¡Por favor tienes que ayudarme!

—John aunque te juro que pagaría por verte en problemas no puedo ayudarte en este momento estoy a punto de entrar a una reunión.

—Damon no puedes abandonarme en este momento... no sé cómo demonios se pone la silla de Rose en mi auto, y si no la aseguro como se debe sere un pésimo padre.

—¿Y qué te hizo pensar que yo sabría poner esa cosa.

—Tienes razón pero estoy desesperado y Jane no está.

— Amigo estoy seguro que Jane no es la única mujer que conoces en todo Manhattan ¿O si?

—Eres un imbécil ¿Si lo sabes verdad?

— Un imbécil que tu amas ¿Cierto?

¿A qué demonios se refiere Damon? Tal vez Santiago mi portero sepa poner esta maldita silla y como abrir este maldito carro... debo dejar de maldecir.

Es una alivio que Santiago sea padre de dos niños, ahora ya sé cómo se abre el carro y dejo bien sujeta la silla. En momentos como estos en cuando me pregunto ¿Que fue lo que me hizo mudarme a Nueva York? A si claro. Fue Grace, por Grace me mude de Seattle a Nueva York, por ella empecé mi empresa, por ella supe que quería ser arquitecto.