Capitulo 9

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Narra Jane:

— Sabía que eras tú, quien más si no tu. ¡Oh Dios tus padres estarán tan felices cuando sepan que estas aquí! — yo solo podía escuchar como hablaba, pero nada salía de mi boca, quería decirle que parara de hablar, que no quería que mis padres se enteraran de que estaba aquí. Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no recordaba que Rousseau se encontraba aquí hasta que el hablo.

— Perdone ¿señor?

— Nataniel Barnes. — respondió Nate con suficiencia.

— Bueno, lamento interrumpir todas ese palabrerío sentimental que tiene con mi secretaria, pero ella y yo ya nos retirábamos. Buenas noches. — Nate hizo el intento de protestar pero Rousseau ni se inmuto.

Nunca en mi vida pensé le estarías tan agradecida a Rousseau, Nate es de las personas que menos me quería encontrar aquí en mi estadía en Londres.

Rousseau pidió que nos trajeran el auto, pasaban los minutos y yo no era consciente de nada de a mi alrededor, solo podía rogar internamente que el encuentro con Nate no fuera cierto.

Dios quiera y no valla de cotilla a informales a mis padres que estoy aquí, porque conociendo a mis padres como los conozco son capases de ir por mí al hotel y llevarme de regreso a esa miserable vida de la que nos escapamos Grace y yo.

— ¿Se encuentra usted bien? — Rousseau se encontraba observándome fijamente, me encontraba tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta que ya estábamos estacionados en hotel.

— Si... muchas gracias por lo de Nate dije en apenas un susurro.

— ¿Por qué la presencia de ese hombre la ha dejado tan alterada? No crea que le pregunte con el fin de entrometerme en su vida pero usted apenas si va recuperando el color.

— Es solo que tengo tanto tiempo sin verle que creo que encontrarlo aquí me afecto, además está todo ese asunto con mis padres, yo realmente no deseo verlos, y estoy segura que de que el ya fue corriendo a casa de mis padres a informarles que estoy aquí. — no me había dado cuenta que estaba llorando hasta que sentí los brazos de Rousseau rodearme. Tengo que admitir que el que él me este consolando en este momento es realmente relajante, y aunque suene un poco cliché en este momento me sentí realmente segura.

— si lo deseas podemos hablar de ello, no estás obligada claro.

El realmente estaba intentando ser comprensivo y yo realmente necesitaba hablar con alguien.

— ¿Jane?

— Si quiero hablar. — eso fue lo único que salió de mi boca.

En cuanto llegamos a la habitación él se dirige a la cocina después de uno minutos regresa con dos tazas en las manos, me entrega una. Después de un rato sentado en el sofá empiezo a contarle todo.

Soy la hermana menor de dos hermanas, mi hermana era solo tres años mayor que yo. Mi padre es un empresario muy reconocido a causa de eso no hemos mudado mucho. Cuando yo tenía creo que trece nos mudamos a Seattle y mi hermana conoció a John, después de un tiempo ellos empezaron a salir y mis padres estaban que no cabían de la felicidad ya que el padre de John también era un empresario bastante importante con el que ellos querían asociarse o algo asi, no recuerdo bien.

Desde siempre mis padres velaban por Grace y sus intereses, para ambos ella era su adoración, por años entendí que sucedida, algunas veces con mi hermana hacíamos travesuras y yo era siempre la que estaba en problemas, y la verdad no me molestaba yo amaba a Grace, ella era realmente linda con migo.

En fin después de que John y Grace huyeran mis padre se volvieron locos, estaban a cada momento de mal humor y me decían que yo también iba a revelarme como Grace, también decían que esa actitud la esperaban de mi y no de ella. Después de regresar al Londres solo nosotros tres ello me metieron a un internado desde los dieciséis hasta los dieciocho.

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