Hija de la empleada- ElrubiusOMG

11° Imbécil.

Sonríe de una manera linda, hace más fuerte su agarre en mi espalda. El juego sigue corriendo y se escucha el contador de tiempo límite.

- N-no lo se.- si lo se,pero me cuesta responder.

No quiero pensar que es para mi o que lo haya dicho por mi, si lo hago probablemente dira que sólo era una broma.

El hambiente es algo pesado, estoy tan cerca de el que puedo escuchar su corazón y el debe escuchar el mio. Remuevo mi cuerpo hacía atrás para alejarme pero no me lo permite, no deja de mirarme, Hunde su rostro en mi cuello. Cada exaltación me eriza la piel.

- Ruben, basta...por favor. - Exala su pequeña risa.

- ¿Porque debería?.- pasan unos segundo interminables donde sólo escucho la pequeña palabra "¡dios!" casi inaudible salir de su boca.- Dime, ¿Porque debería?.-

¿Porque deberías?, porque eres un imbécil, idiota, porque sólo estas jugando, porque quieres ver mi expresión y luego romperla, porque tengo algo que me hace querer besarte.

Como si alguien me escuchara pedir ayuda mentalmente, unos pasos leves patinan por el piso de madera.

- ¡Ruben!.- Alguien habla desde fuera. Reafirma su agarre en mi.

- ¿dime?.- deja caer su cabeza en el brazo el sofá, con cara de disgusto.

- Tus padres están en la línea.- es mi madre, suena muy cansada.

- Gracias.- estira un brazo alejándolo de mi espalda, se estira un poco más y toma el teléfono inalámbrico.- Hola..., soy Ruben mamá.- la creadora no es realmente la madre de Ruben, sus padres se separaron hace pocos años, su madre se quedó con la custodia de la hermana pequeña de Ruben, volviendo a noruega y Ruben...... El no tuvo mucho que elegir, el creador lo mantuvo aquí para acabar su carrera que si apenas esta pensando en elegir.

- Oye.- Susurro mientras el asiente para el teléfono, enseguida niega.

- Yo me encargó..., si, firmó a nombre de.... si.- mantiene la cabeza hacia tras sobre el brazo del sofá, con un movimiento un poco lento me ajelo y el me regresa.- claro la repararé.

Paso la noche en su cuarto, medio dormida sobre el borde de su cama por lo ronquidos.

Antes de colgar el teléfono se levantó y me dejó caer sin previo aviso. Me duele el trasero.

Bajo las piernas hasta tocar el suelo frío. Ahora me doy cuenta que algo de ropa sigue en el suelo. Debajo de la cama. Estrelló mi mano en mi cara, Ruben me comienza a cansar como pretende algún día vivir solo.

A pesar de los cambios en este tiempo Ruben sigue siendo el mismo desde que la pubertad llegó a el.

Uso su silla especial para rodar en círculos perdiéndome en lo que paso hace pocas horas.

Es un imbécil.

Un crujido llama mi atención, a ciegas tomos unos papeles del suelo. De la misma forma buscó el interruptor de la luz. La habitación se ilumina y mis ojos se abren al leerlos con cuidado.

Miro a Ruben dormir.

Eres un imbécil, idiota, Estupido.

Un contrato de renta en el centro de Madrid.

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Lose deforme, lo siento. Voy tarde a la escuela pero no quería dejarlas sin actualizar tanto tiempo. Un beso Adiós.

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