3° Jugemos algo.

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Estoy asustada, mi vida podría correr peligro, incluso más que cuando Rubén le prendió fuego a mi pelo a los 7 años. Más que cuando le colgué de la ventana del segundo piso por accidente.

— ¿Como piensas pagarlo? —

— Lo siento —

— Un lo siento no solucionara nada —
Me muero de pena.

— Cariño basta, ya nos dijo que fue un accidente —
No puedo verlo pero estoy más que segura que Rubén esta cerca sonriendo por esto.

— De verdad lo siento —
Me disculpó nuevamente.

La creadora no dice nada, ajusta su bolso y sus lentes. El chofer abre la puerta para ella, esquiva los trozos del jarrón y sale.

— Lo siento mucho señor —
Me sonríe.

— Tranquila, me acabas de hace un favor. El jarrón era horrible, tengo meses tratando de tirarlo —
relajo el cuerpo
— Ah, Creó que no hace falta mencionarlo pero, cuiden de Ruben —
lo miro un momento
— hasta luego —

Buscó a Rubén con la mirada. El escondite que tiene le queda bien, si no fuera por el cabello.

Camino unos pasos, el cabello en punta se mueve más hacia abajo.

— Adivina adivinador, Dime quien es el adivinador — escuchó su risa. Me cruzó de brazos frenando mis pasos.

— Adivina adivinadora, yo soy el adivinador —
Se levanta.

— Eres un gilipollas Rubén —

— vos sos una pelotuda, cephei —
Imita el acento argentino.

— No me llames cephei, no me gusta —

Nunca lo e visto sonreír así, es distinto, su mirada es cerrada y suave. Cálido.
Ríe un poco y da unos pasos.

— No me llames gilipollas — sacude mi cabello con lentitud — adivina adivinadora, dime quien es la adivinadora — espera a mi respuesta.

— Soy yo — camina lejos y lo escucho subir las grandes escaleras.

Es raro, estoy tan acostumbrada ha las tareas de la casa que cuando los dueños se van no tengo mucho que hacer, más haya de pintar o dormir algo.

Como mis pinturas son escasas y no me alcanzan para mucho decido dejarlas de lado.

Después de limpiar los restos del jarrón la sala se llena de  música, mi madre ama bailar, siempre ha sido su pasión y quieres que aprenda.

— Así —
Mueve las caderas en círculos suavemente y gira en un movimiento ligero.

— En mi vida podré hacer eso —
Sonríe y me sujeta de las caderas.

— Sólo intentalo —

— Mamá bailar no es lo mío —
Rubén nos mira desde la gran puerta de madera roja.

— Si pintas bien, bailas bien —
Ahora menos lo intentaré, no frente el.

— Mejor baile con migo señora —
camina a mamá extendido las manos.

— Claro —

La canción no pega en nada con el baile rodean la pequeña mesa de café y los sillones. Mamá ríe y el Sonríe divertido. La gira con una mano y al final la sostiene de la espalda con una pose delicada.

— Estúpidos bailes a los que mamá me hacia ir —
Dice Rubén mientras la levanta de nuevo.

— No es tu estilo —
Digo yo centrada en sus ojos.

— ¿Porque?. Bailas bien —
Dice mama.

Hay algo diferente en Rubén, se nota muy bien pero ¿que es?.

— Prefiero la tecnología, el baile no, no me llama —

Todo es igual, sus gestos son los mismo, su ropa, pelo.

— Pues a mi me llama mi cama —
Me desconectó de Rubén.

— Bien, algún día te enseñaré —
Me reprocha mamá mientras sacude sus manos.

— Yo me voy, tengo que acabar un proyecto —

Camino a las escaleras y Rubén me sigue, ha la mitad de estas me toma de los hombros y salta los escalones.

— Juguemos algo —

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Holi, okay no.

Hola, yo soy lyra y pues... no se.

Broma, al final de cada parte escribiré alguna cosa sobre mi, tal vez alguna de ustedes ya me conozca. Pero bueno.
Por alguna razón se borró mi vida resumida en un resumen donde escribía cosas sobre mi, extrañas.
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Hija de la empleada- ElrubiusOMGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora