El silencio en el automóvil era tan denso que podía cortarse con un cuchillo. Dwain miraba por la ventana con el ceño fruncido y sus manos en puños fuertemente apretados contra sus rodillas. Franco suspiró cansado. Quizás había sido un poco brusco con el muchacho, pero se sentía harto de que la presencia de aquel joven de alguna u otra forma arruinara sus oportunidades con Dominic.
Cuando había regresado a su oficina se lo había encontrado muy cómodo, sentado en su silla hojeando uno de los tantos libros que tenía en su biblioteca. Si Dominic lo había encontrado así, no era de extrañar que pensara lo peor. De inmediato lo interrogó, intentado averiguar que le había dicho a Dominic o lo que había dicho este. Eso había bastado para que el chico se volviera una fiera. Franco tuvo que hacer acopio de toda su paciencia para no responderle como hubiese querido.
Le había ordenado de forma cortante que recogiera sus cosas y aunque era lo menos que deseaba hacer, lo llevó al centro. Aprovecharía el tiempo para hablar con Nathaniel, no podía seguir haciendo de niñero de Dwain, si eso significaba perder a Dominic.
Cuando trataba de estacionar en frente del edificio, Dwain se bajó del vehículo aun en movimiento y corrió al interior de las instalaciones, ignorando los gritos de Franco ordenándole que se detuviera.
—No puedo seguir así, esta situación está arruinando mi vida.
Le gritaba con frustración a Nathan unos minutos después. El psicólogo puso una taza de café en la mesa, señalando una silla para que Franco se sentara. Con su habitual carácter sereno y sutil, le habló a su atribulado amigo.
—Fue un error mío Franco, no debí enviar a Dwain contigo. Afiancé de alguna forma la dependencia que siente hacia ti. Pensé que estaba haciendo lo correcto, pues Dwain accedió a asistir a las terapias y a tomarse la medicación, solo por el entusiasmo que sentía de trabajar a tu lado.
Franco estaba cansado de sentir el peso de una responsabilidad tan grande sobre sus hombros. Se pasó las manos por el cabello sintiéndose exasperado e impotente.
—Tiene que haber otra forma de ayudarlo, Nathan. Esto se nos está saliendo de las manos. Dominic estuvo hoy en la oficina ¿tienes idea de lo que me ha costado esta situación? Dominic salió corriendo del bufete, ni siquiera sé que le dijo Dwain, o que puede estar pensando ahora Dominic.
Franco se paró de la silla levantando sus manos en un gesto de desesperada frustración.
—Por dios Nathan, Dwain quitó todas las fotos de Dominic de la oficina. Yo estaba esperando esta oportunidad, la necesitaba, no pensé que Dominic me la daría y ahora... Dominic debe estar creyendo lo peor. No puedo perderlo, Nathan, no puedo. Yo amo a Dominic, lo amo desde el primer momento en que lo vi y voy a luchar por él. Lo siento pero no puedo seguir con esto, hablaré con Paolo, le aseguraré que su hijo estará bien cuidado aquí. Tú eres el encargado del centro, busca la forma de que Dwain mejore sin mi intervención.
Nathan asintió comprensivo. Franco ya había hecho suficiente, era hora de que él asumiera su rol profesionalmente y ayudara a Dwain, dejando a un lado los sentimientos que el chico despertaba en él.
—Espero que las cosas se solucionen entre tú y Dominic. He hablado con mi hermano todos estos días y me ha dicho que él está sufriendo mucho con la separación. También me alegro que hayas recapacitado con respecto a lo del bebé. Un hijo es una bendición, venga de la forma en que venga. Esta situación los ayudara a fortalecerse como pareja y...
Franco estaba confundido con las palabras de Nathan y así se lo hizo saber.
—Nathan, estas equivocado, yo no he aceptado esa atrocidad ¿es que no entiendes? Fue Dominic quien renunció a hacer esa locura, por eso fue hoy a la oficina. Yo le escribí un mensaje pidiéndole que habláramos, que nos diéramos otra oportunidad, él sabe que yo no soy el que reconsidera una decisión ya tomada, así que si fue hoy a la oficina fue para que volviéramos a ser como antes.
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Promesas y mentiras
RomanceFranco le había prometido amarlo y protegerlo. Le había prometido no fallarle jamás. ¿Que había sido de aquellas promesas? Dominic se encontró de pronto en una tortuosa encrucijada y su corazón por más valiente que fuera, aún era joven e inexperto p...