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La mañana siguiente se presentó nublosa.

Creo que también era consciente de que quedaban pocos días para que Shawn y yo nos separásemos, pero por el momento no quería pensar demasiado en ello.

Estuve toda la mañana con mi madre en el salón de belleza haciéndome un glow up que incluía  pedicura y manicura, era mi puesta a punto para el baile.

En el salón tardamos una eternidad y llegamos a casa para la hora de comer. Mi padre había dejado preparada la comida antes de irse a trabajar.

Comimos mientras charlábamos y al terminar me di cuenta de que todavía tenia que recoger cosas de la mudanza que quedaban allí.

Se me puso un nudo en la garganta cuando me di cuenta de que mañana por la tarde me iba a California.

No quería irme y dejarme todo aquí, todo por lo que he luchado, toda la gente con la que he crecido, mi hogar y mi familia.

A las cinco de la tarde me di una ducha y mi madre me llevo a la peluquería donde me hicieron ondas de agua en el pelo, sí, ondas otra vez, pero es que me favorecen.

En cuanto llegué a casa me puse el vestido.

Querían ir elegante y casual y he de decir que al ver este vestido me enamore de el completamente.

(Outfit en la multimedia).

Me vestí lenta, intentando alargar el momento tanto como pudiese, porque no quería que este momento acabara, no quería que pasara.

Acabe de vestirme y me maquille un poco, natural.

Bajé al salón y me senté en el sofá siendo presa de mis nervios, las manos me sudaban y estaba empezando a temblar, nunca antes había estado tan nerviosa.

¡El Baile!

Me levante nerviosa y empecé a caminar, las piernas me temblaban y no quería que el pensamiento de que mañana estaríamos a miles de kilómetros invadiese mi pensamiento.

El timbre resonó por toda la sala haciéndome salir de mis pensamientos y mirando fijamente a la puerta.

-¡Ya voy!

Dijo mi madre bajando las escaleras, se quedó mirándome durante un instante y me sonrió de manera dulce.

-Estas preciosa.

Sonreí tímidamente y mi madre fue a abrir.

Me puse a mirar por la ventana de espaldas a la puerta del salón, por donde entraría Shawn.

¿Cómo podía estar tan nerviosa? 

Conocía a Shawn como si de mi misma se tratase, había ido con el al baile antes pero sin embargo sentía que este día era mucho más especial, sentía que íbamos a ser felices para siempre con solo vivir esta noche juntos.

Escuche la voz grabe de Shawn detrás de mi hablando con mi madre.

Me giré lentamente y le miré a los ojos, en ese momento me sentí débil ante su mirada dulce.

Iba guapísimo, con su pelo castaño oscuro peinado hacia atrás y con ese espectacular traje negro con la camisa blanca que días atrás había comprado conmigo.

Se acercó a mi y me dio un beso dulce en la mejilla que yo acompañe con una sonrisa.

-¿Estas nerviosa?

Dijo acariciando mi mano, a lo que yo asentí sonrojada.

Nunca me había sentido así frente a Shawn.

Can't let you go - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora