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Narra Shawn:

Dejamos de hablar todos los días ya que ambos estábamos con los exámenes ahogándonos.

El estrés se hacía presente y estábamos tensos, se creo como una situación en la cual ambos nos sentíamos impotentes y enfadados el uno con el otro por haber dejado que la situación llegase tan lejos para acabar hablando simplemente los sábados durante una hora cuando en su día prometimos que hablaríamos religiosamente todos los días. 

Nunca me había así, el estrés máximo y una mezcla entre tristeza y impotencia con la situación que estábamos atravesando Leah y yo. Junto con todo el caos que estaba suponiendo la universidad.

No me di cuenta de lo lejos que esto había llegado hasta que me vi llamando a mi madre para hablar con ella de lo que estaba ocurriendo, poniéndome a llorar hablando con ella como un niño pequeño.

Todo me venía grande, debería haberme esperado un año más antes de entrar a la universidad, haberme pensado las cosas y luego haber decidido. No entiendo como la gente dice que la universidad es la mejor época de la vida, mucha fiesta, cero preocupaciones cuando a la vista esta que nunca he sentido mayor estrés y presión de la que estoy sintiendo solo llevando mes y medio de universidad.

Mi madre desde ese día se preocupo mucho por mi, empezó a llamarme todos los días y yo me ponía a llorar en todas y cada una de las llamadas, inconscientemente.

Me ayudaba a poner perspectiva y ver las cosas diferente sobre mi situación actual.

No iba a jugar al fútbol, ni al gimnasio, ni si quiera a jugar al hockey, el hambre desapareció, solo me entraba hambre a la hora de comer, no me apetecía desayunar ni me molestaba en ir a cenar.

Iba a la biblioteca a las cinco ya que siempre estaba vacía y luego iba de vuelta a mi habitación para seguir estudiando, frente a los libros día tras día.

Creo que Leah no se imaginaba nada de esto, nada de como me sentía ni por lo que estaba pasando. Ya que nunca le conté nada por no preocuparla y eso me hizo pensar, que yo tampoco me sabía como se sentía ella.

Hasta que un sábado haciendo Skype ambos nos pusimos a llorar mientras hablábamos de una cosa irrelevante, algo sobre un anuncio que habíamos visto por la televisión. Nos sorprendimos el uno al otro al ver que ninguno de los dos no podía parar de llorar y entonces corté la llamada, aunque se que ella también la cortó en ese mismo instante.

No podía soportar verla llorar.

Ese sábado me lo pase todo el día acostado en mi cama simplemente existiendo.

Solo había pasado un mes y medio desde que habíamos empezado y ya todo se había torcido bruscamente.

Narra Leah:

Mi madre un día me llamo y acabe llorando.

Me dijo que Karen había hablado con ella y que Shawn también lo estaba pasando realmente mal, que nunca había visto a Shawn tan triste.

Yo me pasaba los días estudiando en mi habitación.

Nuestros mensajes se habían vuelto cortos, algunos días solo nos dábamos los buenos días y buenas noches y ya empezaba a doler.

Un sábado haciendo Skype nos pusimos a llorar a la vez, hablando de algo sin sentido y yo ya no aguantaba más.

Aquella tarde llame a mi madre y le dije que no aguantaba más que me dejaba la universidad, que no importaba nada y que nada me iba a hacer cambiar de opinión.

Que yo estaba mal pero Shawn estaba peor y el ya había venido muchas veces a salvarme y pensaba que ahora era mi turno para salvarlo a el.

A veces me preguntaba si el problema era la universidad, llevar una relación a distancia o que ambas son opciones incompatibles, me revolvía por dentro pensar que nuestra relación era lo que estaba haciendo sufrir a Shawn.

Mi madre me dijo que pensara bien las cosas antes de hacerlas, que en caliente todo nos parece bien o mejor de lo que tenemos en el momento. Pero que debía darme unos días y pensar detenidamente en que quiero hacer realmente.

Me dio una idea que ni siquiera había valorado hasta entonces, me comentó que podía hablar con el Rector de mi facultad para ver si podrían hacer algo y  trasladarme a su universidad.

Aquella misma tarde sin perder ni un minuto de mi tiempo empecé a sacar toda la información de internet sobre la solicitud de traslado de universidad y empecé a recopilar todos los documentos la matriculación de la universidad,  mi identificación entre otros para presentarlos en rectoría y solicitar el traslado.

Lo preparé todo y decidida me dirigí hacía el edificio de la Rectoría, el cual era inmensamente gigantesco.

Estaba repleto de pasillos interminables y puertas una tras otra, no tenían identificador por lo cual me hizo aun más difícil el encontrar la dirección.

Cuando llegue a lo que supuestamente sería el despacho del Rector espere unos minutos fuera, frente a la puerta de pie ya que no había ni sillas, ni sala de espera. Había más gente esperando delante de mi eso fue la única pista que tuve para identificar que ese era su despacho.

Cuando me tocó entrar me puse muy nerviosa.

Deseaba con todas mis fuerzas que me dijeran que era posible y que podían trasladarme a la universidad de Canadá.

-Buenas Señor, venía a hacerle una petición. -Hice una pequeña pausa hasta sentarme en una de las sillas que había frente a su escritorio-  Espero que se pueda realizar,  ya que por circunstancias casi es necesario.

-Dígame su nombre y lo que necesita.

Dijo tecleando algo en el ordenador.

-Me llamo Leah, estoy cursando primero de medicina, verá quería ver si existe una posibilidad para solicitar un traslado de universidad, necesito que me manden al la universidad central de Canadá.

-Esa es una petición un poco arriesgada de verdad señorita, pero claro esto no está en nuestras manos, tendríamos que mandar la solicitud y esperar para que el campus de Canadá acepte la petición. Debes tener en cuenta que una vez hecha la solicitud si ellos la aceptan perderías la plaza en esta universidad siendo irrevocable la decisión.

-Aquí tengo toda la documentación necesaria, he hecho copias por si las necesita. -Le entrego la carpeta con los documentos y mirándole a los ojos digo.- De verdad que necesito el traslado señor.

Casi me pongo a llorar en ese momento.

Iba a luchar por conseguir el traslado, costase lo que costase.

-Mandaré la solicitud y veremos lo que se puede hacer. El plazo de aceptación es de una semana, en una semana llegara una carta donde dirá si la han aceptado o no y luego se tramitará el traslado, el proceso será de  un mes aproximadamente hasta que pueda instalarse allí definitivamente, la iré informando.

-Muchísimas gracias de verdad, se lo agradezco muchísimo.

Empecé a recoger todo y tenerlo todo preparado para cuando me mandaran aquella carta, deseando que fuese un sí por respuesta. Había tomado la decisión que si fuese un no, me dejaría la universidad, no podía con todo esto, me estaba superando saber que Shawn estaba desmoronándose a kilómetros de era muy duro.

Can't let you go - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora