Can't let you go - Shawn Mendes

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Esta situación se me había ido de las manos, en el primer momento en que Shawn había empezado a insistir tendría que haberme levantado y haberle dejado allí solo. Pero ahora estaba entre la espada y la pared. Y aunque a veces queremos cosas desde el corazón, la razón la tiene la cabeza.

Tenía incluso ganas de llorar, quiero a Shawn, claro que le quiero pero no quiero irme a California con el corazón hecho pedazos.

-¿Que te pasa? ¿Estas bien?

Me pregunta ya que he empezado a ponerme roja de aguantarme las lagrimas.

Me separo de el y me levanto quedándome frente a el quien aún esta sentado. Sin darme cuenta empiezo a llorar, siento tantas cosas juntas ahora mismo que ya ni siquiera se que pensar.

-Ey.

Se levanta y me abraza de nuevo escondiéndome entre sus brazos a lo que yo vuelvo a resistirme intentando alejarle de mi.

-Para, déjame Shawn. No puedo más.

Todo se me había hecho bola y no dejaba de crecer. Necesito pensar, con la cabeza o con el corazón, pero necesito pensar

El se separa lentamente de mi y yo cubro mi rostro con las manos.

-¿Que pasa Leah?

Intenta que me descubra el rostro pero no lo consigue y me abraza de nuevo.

Dejo de resistirme porque me gusta que me abrace y porque decido dejarme llevar, soy imbécil y se que voy a acabar mal por dejarme llevar pero es lo que siento ahora.

No quería que se fuese a Canadá y que estuviésemos a kilómetros de distancia, solo poder vernos una vez cada tres o cuatro meses. Que acabe contándome que ha conocido a alguien y que yo siga queriéndole. Eso es lo que me da miedo de todo esto.

-Lo siento Leah.

Besa mi cabeza.

-Tranquilo, la culpa es mía. Debería haber pasado página hace mucho tiempo pero no puedo quitarte de mi cabeza. Si lo hubiese hecho podría ir contigo al baile tan normal pero...

Me interrumpe.

-Leah yo tampoco he pasado pagina.

Le miro.

-Vamos Shawn, se te ve tan normal.

-Porque intento actuar Normal, no puedo quitarte de mi cabeza.

Nos quedamos en silencio.

-Pero tu te vas Shawn, y yo también.

-Pero ¿Porque no vivir estos últimos días como queramos?  y después ya decidiremos.

Me quedo en silencio, es un buen plan pero no se que voy a hacer cuando esos días terminen y mi corazón esté lleno de Shawn.

-Me duele mucho que te vayas Shawn.

Digo hundiendo mi cabeza en su pecho.

-A mi también me duele irme.

Me abraza más fuerte.

-Cuando mi madre empezó a preguntarme porque ya no venías a casa yo no sabía que decirle, te tenía en mi cabeza todo el tiempo y me sentía tan imbécil por no hacer nada para remediarlo. Y cuando mi madre hablo con tu madre se dio cuenta de lo que había pasado.

-¿Que le dijo?

-Que tu también lo estabas pasando mal.

Nos quedamos en silencio.

-Pensé muchas veces en decirte que que volviésemos juntos, pero pensé que era mejor estar separados que tener que romper porque yo me marchase.

-Las dos cosas han sido duras.

El acaricia mi cabeza y yo le miro.

Pone su mano en mi rostro y se acerca a mi lentamente.

-Te he echado de menos.

Susurra en mis labios.

-Y yo, no sabes cuanto.

Nos fundimos en un beso de añoranza, ansiaba tanto sus labios que ni con todo el tiempo del mundo hubiese tenido suficiente.

-Entonces que me dices, ¿Vienes conmigo?

Me río de lo tonto que es preguntándome eso después de nuestro beso tan apasionado.

-Si idiota.

Le acaricio el rostro y el me abraza fuerte.

-Te quiero Shawn.

-Yo más muffin.

  Salimos a dar una vuelta ya que el ambiente había estado muy cargado y yo necesitaba despejarme.

Había echado de menos pasar tiempo con Shawn en todos los sentidos, es muy divertido y también gracioso.

Nos sentamos en el césped de un parque y Shawn pasa su brazo por detrás de mi cuello acercándose más a mi.

Nuestra relación parecía un chiste, una montaña rusa en la cual a lo mejor hoy estas en lo más alto y mañana caes en picado. Pero nos queremos tanto que aunque vaya hacía abajo, siempre vuelve a subir.

Abrazo fuerte a Shawn y ahí me doy cuenta que mi amor por él es más fuerte que todo lo que pueda pasar de aquí a que nos vayamos a la universidad.

Se inclina un poco hacía mi y me besa a lo que yo le sigo besando. Sus labios son suaves y dulces. Se separa de mi y vuelve a abrazarme por atrás a lo que yo empiezo a jugar con sus manos.

Mi mano al lado de la suya es una mano enana, sus manos son tan grandes que parecen de un gigante.

Estaba enamorada de todo lo que era Shawn, de su persona, de sus gustos, sus actitudes, la manera que tiene de hablar, de su pelo alborotado y esos ojos de mezcla marrón y verde que le hacen arrebatador. Esa sonrisa brillante, la manera en que sus brazos me envuelven cuando me abraza. Que sea siempre tan positivo y divertido. Su ceño fruncido cuando esta enfadado o que no pueda estar serio mas de dos minutos.

Me encanta todo de el y ahora me arriesgaba a decir que lo amaba, que lo amaba de verdad.