Epílogo

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Narra Leah:

Ya me encontraba en Hawái trabajando de Medico en uno de los hospitales más importantes del país, llevaba 6 meses y desde entonces no había vuelto a ver ni hablar con Shawn.

desde entonces estaba enfocada en mi carrera labora, dispuesta a ser alguien importante en el mundo de la medicina y desarrollar al máximo mi carrera. No había aparecido nadie más en mi vida desde que Shawn salió por la puerta, literalmente, excepto mi perro Larry, un pequeño labrados de 3 meses que había adoptado para no sentirme tan sola en casa.

Mi rutina era siempre la mismo y a veces me preguntaba si debería haber rechazado mis seños por mantener una relación que posiblemente ya no tenía futuro. Me martirizaba pensando que toda la culpa había sido mía, en mi antigua relación.

Pensaba tanto en Shawn, y ese pensamiento estaba conectado a una sensación de culpa y angustia que había empezado a perder peso por el hecho de que tenía una angustia continua. Necesitaba olvidarme completamente de él para pasar pagina y volver a ser feliz.

Era miércoles por la mañana y para mi suerte tenía día libre, pero todavía no conocía a nadie aquí ya que a pesar que ya llevaba 6 meses instalada en Hawái no había tenido tiempo alguno de socializar. Dediqué el día a salir a pasear con Larry y intentar hacer alguna receta hawaiana rica para comer.

Cuando cayó la tarde recibí un mensaje de mi vieja amiga del instituto Taylor, cosa que me sorprendió.

"Taylor: Hey, ¿Qué tal todo? Como todavía no me has dicho nada vengo a preguntarte si te ha llegado la carta.

Leah: Hey, muy bien ¿Y tu?, ¿Sobre que carta me hablas?, no he recibido ninguna todavía.

Taylor: Avísame cuando la recibas."

No entendía por qué tanto interés por una carta y más después de casi 3 años sin vernos ni hablar. Tiempo después de terminar la universidad hicimos un par de quedadas incluso algún que otro viaje, pero desde que Shawn y yo rompiésemos y me viniese a Hawái no habíamos estado en contacto. Ni siquiera sabía que ya no estaba con Shawn.

Me dirigí hacía el buzón que se encontraba en el jardín de mi casa y Larry me acompañó.

Empezó a ladrarle a la gente que pasaba por delante de casa corriendo o en bici y no podía parar de reírme.

-¡Larry!

Dije intentando hacer que se callase.

Al abrir el buzón me encontré con cuatro cartas, entre ellas una de color verde menta con tacto rugoso. No una típica carta de recibo ni del banco.

Entro de vuelta a casa y después de llamar a Larry para que entrase a casa me senté en el sofá para abrir las cartas.

Abrí con cuidado la carta verde menta para encontrarme con una invitación a una boda.

"Te invitamos a nuestra boda Taylor Wheels y Jack Gilinsky"

¡¿SE CASAN!?

Pensé que ni siquiera seguían juntos, dios mío, han estado juntos ¡Desde el instituto!

Llamé inmediatamente a Taylor para darle mi enhorabuena y confirmarle mi asistencia, me dijo que se casaban en nuestra ciudad natal, lo que iba a suponer volver a ver a toda la gente del instituto y de la ciudad, no sabía si me apetecía hacerlo. Pero al menos aprovecharía para ver a mis padres.

El tiempo pasaba igual que a mi llegada, sin tener demasiada vida social fuera de hablar con mis compañeros de trabajo durante las jornadas laborales. A dos semanas de la boda empecé con mi búsqueda de vestido y de los billetes de avión, que desde aquí no son demasiado baratos. Entonces la realidad me dio como si un camión me atropellase, ¿Irá Shawn? , o mucho peor y si el ya tiene pareja y va a la boda con su nueva novia. Que situación tan incomoda, no quería ni pensarlo.

Can't let you go - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora