Narra Elena
Me despierto sonriente al saber que cagaría a la perra de Regina, es que se ha ganado mi odio la muy zorra. ¿Querer quitarme a mi hombre? Pff infeliz, Damon Salvatore es mío desde que fue engendrado. Termino de bañarme y bajo con solo la camisa de Damon puesta a preparar el desayuno. Al rato siento sus manos en mi cintura y una gran erección entre sus pantalones.
-¿No te cansaste con todo lo de ayer?- rio y el deja un beso en mi cuello.
-Sabes que no, me pasaria todo el día haciéndote el amor. Recorriendo cada centímetro de tu cuerpo y perdiéndome en el.- con todo lo que me dice dejo de preparar los panqueques y lo arrincono contra la pared.
-Hare tus sueños realidad Damon Salvatore.- ríe entre mis labios y me sube a la encimera. Me quita la camisa y masajea mis senos provocándome un gemido.
Le quito los pantalones y lo dejo en bóxer, jugueteo con su miembro provocando que se retuerza de placer. He decidido tomar el control, quiero volverlo loco, acaricio su pecho mientras le quito los bóxers. Los dos estamos listos, suena el timbre y maldigo al que esta detrás de esa puerta.
-Mierda.- Damon pone una cara de mierda y nos vestimos rápidamente.
Corro a abrir y veo que no hay nadie parado, miro extrañada a todos lados y me doy cuenta del sobre que esta tirado. Lo recojo y entro viendo si tenía nombre.
-¿Quién es?- viene Damon aun solo en bóxers.
-Pues no sé, solo dejaron est...- me quedo callada al leer lo que decía:
Espero que estés disfrutando, nada dura para siempre.
Miro asustada a Damon que también ha leído el texto.
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Narra Klaus
Me he tenido que levantar temprano para llevarle el desayuno a la cama a Car. Se ve tan tierna durmiendo que me da pena levantarla pero comienza a abrir los ojos.
-¿Nik?- me llama extrañada pero sonríe al verme con la bandeja.
-Buenos días mi vida, te he preparado la ensalada dietética y sin sabor que tanto te gusta.- le doy la bandeja y me acuesto a su lado.
-Si tiene sabor, solo que es baja en azúcar. Tenemos que ir a recoger a Scott, Bonnie debe estar creyéndose la madre.-
-¿Y si nos quedamos todo el día en la cama? Así como estoy te doy todo el día.- me guiña el ojo y le sonrío.
-Si no tuvieras un hijo quizás, vamos Mikaelson.- camina a regañadientes y salimos en busca de nuestro hijo.
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Bella ha pasado por la casa de Edward, han quedado para terminar de decorar el departamento de este. De juego en juego se han derramado la pintura entre ellos, burlándose de cómo han quedado Edward ha caído encima de ella. Bella se para incomoda y se va a la cocina.
-Hey! Lo siento, no te vayas por favor.- la mira suplicante.
-Esto esta mal, no debo estar aquí.- se agarra la cara con las manos.
-Sin embargo lo estas, estas aquí porque aun sientes algo por mí. Me he dado cuenta en todo este tiempo, sino mírame a los ojos y dime que ya no me quieres.- la agarra para que lo mire pero esta lo evita.- ¿Lo ves?
-Ed, no hagas esto por favor. Amo a Jake, estoy acá porque me preocupa tu estado mental, no quiero que recaigas en las drogas. Eres mi amigo nada más.-
-Pues te demostrare lo contrario Isabella Salvatore.- la agarra del cuello y atrapa sus labios en un beso profundo que al rato se intensifica.
La arrincona contra la pared y le saca la blusa, esta hace lo mismo con su camisa y acaricia su pecho. El baja y lame su cuello sin pudor, agarra las tiras del sostén y cuando esta por quitarlo la chica lo detiene.
