Narra Elena
Suena el despertador y aun con los ojos cerrados logro apagar esa cosa tan molestosa. Me estiro y siento vacía la cama, me pregunto donde estará Damon hasta que recuerdo lo de anoche. Maldito idiota, que ni crea que conseguirá así de fácil mi perdón, ya me estaba acostumbrando a dormir con él y me dolía no despertarlo a abrazos y besos.
Termino de cepillarme los dientes y salgo a la cocina para prepararme el desayuno. Sola como un perro abandonado me siento y prendo la televisión. Al rato suena el timbre y ruego por que sea Damon trayéndome algo para que lo perdone pero era Caroline con Scott, al menos no estaría sola.
-Hola mi cielo, ¿como estas mi rey?-saludo a Scott y Caroline me lo da para cargarlo.
-Bueno al menos un HOLA para tu mejor amiga ¿no?- sonrío y le doy un abrazo.
-Disculpa tontita, es que veo a esta hermosura y me ciego.- Scott sonríe al ver las caras graciosas que le hago.
-No sabes lo que me ha pasado.- me comenta casi llorando y me preocupo.
-Imagino que Klaus tiene que ver, siéntate. Ahora te sirvo algo.- dejamos a Scott en su coche y nos vamos a la cocina.
-Es un imbécil.-
-Dímelo a mí, vaya numerito el que me hizo mi futuro esposo. Cuéntame.- le sirvo los panqueques que había hecho.
-Ayer que entre a la habitación me acerco a él y lo note raro. Le doy un beso y me rechaza, ¿puedes creerlo? Nadie me había rechazado, yo los rechazo.-giro los ojos y sonrío.- Me dijo que estaba cansado y se fue a dormir, mi padre también le decía eso a mi mamá y se divorciaron, ¡Elena ya no me quiere!- rompe a llorar y con Scott cruzamos miradas, estábamos liando con una rubia depresiva. Eso no era bueno.
-Tampoco exageres Car.- me mira y continua llorando.
-¡Ya sé que es!- suspira y me enseña su abdomen.- Estoy gorda, eso es. Me ve gorda y ya no quiere estar conmigo, mañana me inscribo a un gimnasio.- no puedo evitar reír y la rubia me mira seria.
-Lo siento pero en verdad exageras. Estás plana no sé donde ves tú la grasa, más bien deberías inscribirte al psiquiatra. Klaus de seguro estaba cansado, lo mío si es un verdadero problema.-
-No se quizás, bueno cuéntame tu problema. Ya conocemos lo idiota que es tu novio.-
-Me conto que Bella y Jake terminaron y luego de eso le conté que estuve bailando con Aaron. Me montó un numerito de celoso patético y le dije que ni se acercara al edificio porque no le abriría.-
-Vaya, si que los hombres son idiotas. Están esperando que seamos infieles, vaya idiota con el que me case.- vuelve con su tema y se seca las lágrimas.
-Vaya caso me hiciste mala amiga.-
-Si te escuche, lo siento este estúpido me pone mal. Me parece bien que no le abras la puerta, hazte de rogar.- me guiña el ojo.
-Pues se esta demorando, ya debería estar aquí con algún detalle.- me quejo y Caroline me mira extrañada.
-¡Quien te entiende Elena Gilbert! Bueno, vine con Scott para pasar el día aquí contigo. Bonnie esta muy ocupada con Jeremy y acerté en venir a ver a mi amiga deprimida.- sonríe y de su cartera saca sus tarjetas.
-No estoy deprimida... ¿quieres helado y ver películas?-
-No, no lo estás.- dice irónica.- Vístete y maquíllate, hoy es día de compras con Scott. Las compras me ayudan un poco, he visto unos vestidos hermosos.- sonrío y acepto su propuesta.