-Ya hablamos Damon, no hay nada más que decir. Y pues yo ya no te necesito más, vete.- sonríe con esa maldita sonrisa encantadora que tiene y las ganas de lanzarme a sus brazos aumentan.
-Se que cometí un error y que ya no confías en mí, pero Elena te amo y no puedo vivir sin ti. Quiero recuperarte, volver a tu lado preciosa.- se me acerca y no puedo evitar bajar mi mirada a sus labios.
-¡N-o! Yo ya n-o qui-ero nada contigo.- sonríe y me arrincona contra la pared.
-A que te demuestro lo contrario.- acaricia mi muslo y la piel se me eriza.
-Damon, por favor no hagas esto. No quiero volver a sufrir.- la voz se me corta y su mirada cambia, me mira con ternura. Me abraza y yo a él, no quiero soltarlo y las lágrimas comienzan a caer.
-Te amo preciosa, perdóname.- me da un beso en la frente.
-No puedo...no sabes lo mucho que quiero olvidar todo esto. Pero me mentiste Damon, creía que todo entre nosotros era verdadero.
-¡Es que todo es verdadero!- pone mi mano en su pecho y me mira suplicante.- Todo mi amor es real, cada palpitación es por ti. Sin ti mi vida es una mierda Elena, vuelve conmigo mi vida. Dame la última oportunidad.- acaricia mi mejilla y el tacto con sus manos me lleva a otro mundo.
-Vete Damon.- me acerco a sus labios y dejo un pequeño beso.- Estar contigo me hace daño, siempre será así. Primero con Alice y ahora...con esa.- me mira con los ojos llorosos y asiente.
-Adiós Elena, cuídate mucho preciosa. Ese tipo no te merece, sé feliz.- se le corta la voz y sale corriendo de la casa. Caigo al suelo y lloro desconsolada.
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Sale corriendo, ya nada le importaba en este mundo si no tenía a Elena. Se seca las lágrimas y maldice el momento en el que acepto ayudar a Regina, conduce a gran velocidad sin importarle nada. Saca la botella de tequila que tenia y comienza a beber, rememora el beso de hace rato y cierra los ojos para luego sonreír. Sus labios siempre serán su postre favorito, abre los ojos y los frenos dejan de funcionar. De un momento a otro el carro da vueltas de campana y el chico queda inconsciente.
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Narra Klaus
Amaba a mi familia y alejarnos unos días era lo mejor, no aguantaba la situación con Hayley y hoy sería un día especial. Hayley no había ido hoy a trabajar y me sentía aliviado, salgo del trabajo y voy a casa para darle la sorpresa. Abro la puerta y la sangre se me sube a la cabeza al ver a Hayley llorando y Caroline con cara de mierda.
-Car...-
-¿Cómo pudiste?- comienza a llorar y temo que Hayley le haya dicho algo.
-¿Qué haces aquí? ¡¿Que te he hecho?! Hayley no estaré contigo nunca.- me exalto y me enfurezco al verla llorar.
-No puede ser que lo niegues, me usaste Nik. Me habías dicho que te estabas separando.-
-Caroline eso es mentira, créeme mi amor. Te contare toda la verdad, pero créeme a mi.-agarro su brazo pero se suelta y me tira una bofetada.
-No seas sinvergüenza Klaus, ¿esperas que crea lo que me digas?-
-Solo la ayude a levantarse y ella aprovecho a darme un beso, no se lo seguí Car. Créeme...-
-Tengo pruebas Klaus, no mientas más.- Hayley saca unas fotos de su bolso y me las tira, al verlas me quedo asombrado. Sale ella y alguien que no era yo en una cama.
