Capítulo 12. Una chica, un chico & una apuesta.

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5 años antes...

-¡ESPERA!- Morgan me arrebata el celular y cuelga.

-¡DEVUELVEMELO! TONTO- Intento quitárselo, pero él lo cambia de mano, dejándome sin oportunidad, confieso que me siento aliviada de no tener que llamarlo.

-Hagamos esto más interesante... ¿qué te parece, sí la próxima vez traes a "tú novio" a comer aquí?-Sonríe presumido y no me deja quitárselo.

¡Que ridículo! Estuvo muy cerca, casi llamo a Luther por culpa de éste tonto... Tranquila, tienes que actuar tranquila... Ahora, ¿qué locura harás Jussetty? No estarás considerandolo ¿cierto?


-¿Qué gano yo?- Pregunto desafiante.

-Sí pruebas que él chico de la foto es tú novio, el tal "Luther" y logras convencerme- yo pagaré por su cena.


¿Qué? Ahora, ¿qué está tramando? Deja de hacerle caso... No tienes que hacerlo.


-Y ¿tú qué ganas?- Lo veo fijamente a los ojos.

-Ganare la satisfacción de verte perder, sí descubro que mientes, tendrás una "cita" conmigo y además tendrás que trabajar en el restaurante para pagarme esa cena- Se acerca más a mi, me pone los nervios de punta.


Retrocedo y me quedo callada.


-Prácticamente tú me invitarás a cenar-me susurra al oído y sólo lo empujo.


-¡Qué ridículo! No crees que es injusto... ¿Por qué tendría que hacerlo? Ya es suficiente castigo salir contigo y aún así ¿pagaré por eso?- Me siento enfadada.

¿Por qué dije eso? Se supone que tengo "un novio" no tendría que preocuparme por perder.


*Su mirada es retadora*


-Tengo más beneficios porque tú te encuentras en ventaja ¿no? Tú eres la que asegura algo y yo sólo apuesto sin saber- Me hace un guiño.


-No tengo que probarte nada- Le doy la espalda.


Jajaja! eres una cobarde- Deja mi celular en la mesa y se da la vuelta.


Detesto negarme a los retos, yo no soy una cobarde... ¡No lo hagas! Es demasiado Jussetty, no tienes que probarle nada a éste tipo.


-No soy una cobarde-Coloco mis manos sobre la mesa y lo fulmino con la mirada.


-¿No? Entonces no tienes nada que perder, después de todo... ¿Es tú novio no?- También coloca sus manos sobre la mesa.


-¡Biennnn, lo haré!- Nos estrechamos las manos.


-Éste viernes, aquí... a las 6:00 pm- Sonríe ampliamente y se aleja.


-¡Ahí estaré!- Le grito.


-Sí no vienes, eres una cobarde- Me responde sin tomarse la molestia de voltear y decírmelo en la cara.

Las primeras veces no son especiales (Activa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora