Nos hemos sentado todos alrededor de la mesita de madera, pero nuestra atención no va hacia la comida, que está en el centro, sino hacia Dían... Aunque Dión ha pasado un poco del tema. Él prefiere la comida.
-¿Cómo va a estar embarazada si no os veis desde hace tiempo?-le pregunto.
-No es suyo, yo lo veo.-Anthony a cogido la mania de tomarle el pelo a todo el mundo en cosas serias.-El butanero siempre llama dos veces.
Dían le mira con ojos envenenados y suspira. Vuelve a mirarme.
-La verdad es que... La vi la noche antes del concierto en París hace unas semanas.
-¿Por eso no quisiste ir a ver el partido con nosotros?
-Sí.-empieza a ponerse rojo y se lleva las manos a la cara.-Joder, tíos, ¿y ahora qué hago?
-¿No usaste preservativo?
Anthony se levanta, ahogando la risa mientras tose.
-Pensé que al ser la primera vez no pasaría nada.
Dión tose y escupe una aceituna.
-¿¡Que fue qué!?
-La primera vez.-Dían parece desconcertado, pero conozco el motivo por el cuál Dión se ha asombrado tanto.
Las carcajadas de Anthony resuenan por toda la casa desde el dormitorio.
Intento no reirme.
-¿Me estás diciendo que perdiste tu virginidad hace unas semanas, con casi treinta años?
-Bueno, seguro que no soy el único...-me mira.-¿Nathan?
Niego con la cabeza.
-¿Anthony?
-Con diecisiete, chaval.-grita.
-¿Dión?
-Fui el primero en perderla, tío.
-¿Soy un muermo?
-Eres un muermo.-Dión se lleva el vaso de sidra a la boca y da un sorbo.-Pero un muermo con mucha puntería.
