-¿Aún despierta?
Mamá camina hasta el sofá donde estoy. Lleva el pelo suelto, enredado por dormir, los ojos hinchados del sueño y una bata blanca por la rodilla.
La miro.
-Pareces salida de una peli de terror.
Cada vez me cuesta más moverme, y es que estoy cumplida ya de cuatro meses. Hay que ver cómo pasa el tiempo.
Michael se ha ido a pasar la noche en casa de Roxanne para cuidarla, y me parece correcto por su parte.
-¿Qué te atormenta, cariño?
-No lo sé, mamá.
Me ha empezado a acariciar el pelo en cuanto ha visto que he empezado a llorar, pero miro a la pantalla del televisor.
-¿No será que tienes miedo?
La miro, e intenta calmarme con una sonrisa, esas sonrisas que te curaban un raspón en la rodilla o un mal sueño.
Posiblemente hubiese mentido de habérmelo dicho otra persona, pero no hay nadie en el mundo que me conozca mejor que ella, ni siquiera yo misma.
Sabría cuándo le miento con sólo mirarle a los ojos, igual que cuando yo miraba a Nimie. Puede que la conociera con seis años, pero era mi hija, mi sangre. Había parte de mí en ella.
-Algún día tendrá que salir de mi barriga, mamá.
Mi madre vuelve a sonreirme, apoyando la mano en mi estómago.
El bebé se mueve al tacto.
-No me refiero a eso, tesoro.-inspira aire con fuerza para luego soltarlo todo de golpe en un suspiro.-Hablo de lo que pasó con Anthony.
Llamadme idiota, pero necesitaba contárselo a alguien.
-Sólo fue una noche.-le digo, no muy segura de lo que estoy diciendo.
Se me rompe la voz.
-Lo de esa amiga tuya de maternidad también fue una noche.
-Me he acostado más veces con Michael.
-Pero eso no descarts ninguna posibilidad, y tú lo sabes.
Sí, claro que lo sé, pero me gustaría no saberlo tanto. Y es que ese pensamiento me ha hecho perder el sueño incontables veces.
-¿Qué sugieres que haga?
Se encoje de hombros.
-Las tecnologías han avanzado mucho, sobre todo en la medicina.-responde.-Hazle una prueba de paternidad al feto para ver de quién está sacando su ADN.
Me siento lentamente y me llevo las manos a la tripa.
-¿Y si el niño es de Michael?
-En ese caso te quitarás un peso de encima.
-Pero, ¿y si resulta ser de Anthony?
-En ese caso, cariño, tendremos que echarle coraje y dar muchas explicaciones.
