Un Corazón que ya no late (A.B)

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La cárcel es más horrible de lo que me pensaba. Estoy en una habitación perfectamente cuadrada, de paredes grises y luces blancas de bajo consumo.
Hay un guardia custodiando la única puerta de salida que hay a mis espaldas.
La habitación se divide en dos gracias a un grueso cristal que la atraviesa de lado a lado sobre una única fila de mesas de madera garabateada.
Huele a humedad y a testosterona, pero agradezco no ser la única persona en la sala. Más allá de mí hay una mujer que llora pegada al cristal mientras habla con su marido, que también llora.
Inspiro con fuerza cuando la puerta de detrás del cristal se abre con un doloroso chirrido, como si nunca le hubiesen puesto aceite.
El policía conduce a un hombre rubio vestido con un mono naranja y esposas en ambas manos por toda la habitación y lo sienta en frente de mí, al otro lado del cristal.
Me clavo las uñas en el brazo bajo la mesa, y no sé si por nervios o por el hecho de tener ante mí al hombre que me cambió la vida hace once años. Por fin el hombre sin rostro de mis pesadillas tiene cara.
Levanta la cabeza para mirarme y me quedo de piedra. Se parece más a Nimie de lo que quisiera.
Él también se queda helado, pero pone cara de duda, como si no me conociera.
Descuelgo el teléfono que hay junto a mí, y él hace lo mismo.
Cojo aire.
-Hola, Phil.
Lo veo apretar la mandíbula. Se le han vidriado los ojos y sé que ha reconocido mi voz y que, al igual que yo ahora mismo, está viendo los recuerdos de aquella noche que nos cambió la vida a ambos.
-¿Quién es usted?-su voz suena ronca, rota, como si acabara de salir de un concierto tras tres horas gritando.
-¿De verdad que no lo sabes? Me cambiaste la vida.
-Creo que se equivoca de hombre.
-Catorce de marzo de dos mil quince.-se me quebra la voz por el intento de contener el aliento.-La banda de cuatro adolescentes conocida por toda la ciudad como la banda DEAD ataca de nuevo en el conocido Colombo, drogando, violando y agrediendo a una adolescente que pasaba tranquilamente la noche, dándola por muerta. Y creeme, deseé estarlo.
Siento el escozor de las lágrimas en el fondo de la garganta y la cara húmeda, aunque no recuerdo cuándo he empezado a llorar.
-Yo no era el jefe.
-Lo sé, pero eres el único de los cuatro que no se ha suicidado. Eso me da mucho que pensar.
-No me he suicidado porque no fue culpa mía. Ellos me obligaron.
-Explícate.
Coge aire. Parece asustado, pues mira a su alrededor repetidas veces, como si quisiera estar seguro de que nadie lo escucha.
-El jefe de la banda, Will, era mi hermano mayor, un auténtico maltratador. Nos pegaba a mí y a mi madre siempre que llegaba a casa.
>>Aquella fue mi primera noche como miembro, y de verdad que les dije que pararan, pero no me escucharon.-coge aire entrecortadamente. Ha empezado a llorar.-Will me dijo que si lo hacía, se iría a vivir fuera de casa, y eso supondría no más peleas, no más golpes, no más gritos. Yo sólo tenía trece años y mucho miedo. Jamás quise hacerle daño a nadie.
>>Llamé a la ambulancia en cuanto llegamos a casa, y quise morirme cuando salió por las noticias que habías muerto. Viví con la conciencia sucia de haber sido cómplice de un asesinato, por eso me entregué voluntariamente y ayudé a coger a los demás. No quería que volvieran a hacer algo tan horrible como eso.
-¿Tú llamaste a la ambulancia?
-Me llevé una paliza en cuando Will se enteró, pero esa vez no me importó. Cumplo cadena perpétua así que...-suspira, recostándose sobre la silla.-algún día moriré, y me alegro de poder hacerlo con la conciencia limpia por fin.
Abro la cartera sin decir palabra y saco una foto cuadrada, la última foto escolar de Nimie.
La paso por un huequito que hay entre el cristal y la mesa.
Él la coge con ambas manos, frunciendo el ceño, aunque lo intuye.
-¿Qué..?
Meto la mano por el único hueco del cristal y le toco la mano.
Me mira, sorprendido. A saber cuánto hace que no recibe una muestra de cariño.
Le sonrío.
-No he venido a torturarte por todo esto.-le digo.-Sino a darte las gracias por haberme dado lo más grande que la vida a podido darme: mi hija.

Black Rainbow. ~Crystal Tears~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora