Sin pronunciar ni una palabra, Aomine tomó de una mano su maleta y de la otra la mano del chico pelirrojo, quien mostró una evidente sorpresa por el acto repentino, pero posteriormente, se limitaría a mirar cabizbajo como el chico de ojos azules lo arrastraba sin dar explicaciones.
Aún sosteniéndolo de la mano, hizo señas a un taxi, le dijo la dirección al chofer, obviando las miradas incomodas que este mostraba, al enterarse del hecho que ambos chicos estaban tomados de las manos, esto no les preocupaba a ninguno de los dos y continuó el resto del trayecto. Kagami, ni siquiera prestar atención a la dirección que Aomine indicó, estaba sumido en sus pensamientos, viendo una vez más el paisaje en movimiento a través de la ventana.
Nuevamente estaba allí, frente al apartamento de Aomine, quien pagó al taxista y siguió jalando de la mano a su ídolo. Kagami comprendió una vez más que el chico moreno estaba dando todo de sí y él nuevamente solo se limitaba a seguirlo, a verlo a la distancia sin participar.
Cuando el chico más alto de cabello azul, se dispuso a abrir la cerradura, ahora sin ninguna traba, Kagami le soltó de la mano, esto le sorprendió, pero fue aún más impresionante, que le rodeara con sus brazos por la espalda. Por unos instantes, Kagami, quien no podía detener sus latidos, escondía su rostro de mejillas rojas entre la camisa de Daiki.
Soltó a Aomine y se dirigió, como si huyera en dirección al interior del apartamento, el moreno aún perplejo, cerró la puerta tras de sí. No pudo evitar ponerle seguro, ante esto, el pelirrojo quien entendía mejor que nadie la situación, tragó hondo, se acercó al chico de mirada nerviosa que estaba en la puerta, le plantó su mirada de una manera intensa. Fijándose detenidamente en el rostro de éste; nunca antes lo había visto tan guapo, le fascinaba la mirada azul, un tono oscuro y profundo, que apenas y podía distinguir por los rayos de luz, que se infiltraban por la ventana de al lado.
Posó su lengua sobre los labios chocolate, buscando sumergirla dentro de la húmeda y cálida cavidad, tan profunda como la mirada que seguía cuestionando lo que ocurría. Ahora se estaban besando apasionadamente, respirando agitadamente, como si fueran a morir si no continuaban rosando sus lenguas.
Kagami, buscó desesperado el cuello de Aomine, mordiéndolo suavemente y lamiendo con vehemencia las zonas descubiertas de la piel color chocolate. Siguió bajando, hasta reclinarse frente a la entrepierna de Aomine, con sus manos, seguía escudriñando, acariciando, rosando y palpando cada parte bajo la camiseta del conmocionado peliazulado.
Aomine estaba perdido en la sensación placentera, aquellos dedos largos que hurgaban bajo su ropa, le hacían sentir en éxtasis, por donde pasaban sentía como se derretía aquel sitió, ni siquiera quería abrir los ojos, ver a su Kaga-chan tocándolo, le dejaría una expresión tan intensa que no sabía si podría contener su eyaculación. Aquella firme resolución, fue violada en cuando Kagami puso el miembro descubierto de Aomine en su propia boca...
-Kaga-chaaaaaaan.... ¡Agh! Me vengo...No, pue.... ¡Uggggggggh!
Después de liberar su carga sobre Kagami, sobre el rostro de éste, un sentimiento confuso le invadió, por una lado muy agitado pensaba en lo endemoniadamente sexy que se veía el pelirrojo probando su semen, con su pequeña y rosada lengua; por otro lado tenía que limpiarlo. Muy agitado, se quitó la camisa y empezó a limpiarle con ella:
-¡Lo lamento tanto!
Kagami le tomó de la mano, cesando la frenética limpieza que cuidadosamente el moreno, sumamente avergonzado y a la vez muy excitado, estaba tratando de llevar a cabo. Le miró fijamente y por fin pronunció palabra:
-¡Al fin te puedo hablar!
-Kagami-san...-Antes de poder continuar, el pelirrojo selló sus labios con un beso suave.

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Rock me baby! [AOKAGA]
FanfictionUna historia llena de conflictos, romance y un poco de humor; protagonizada por Aomine, un joven quien a pesar de sus propios problemas, encuentra inspiración en la música. Además de ser un fanático de W.B. la banda de rock local, liderada por Kaga...