Aomine ofreció el futon que él mismo utilizaba a diario a su compañero de habitación, no era la primera vez que el pelirrojo se quedaba en su casa, sin embargo, los nervios que le producía estar cerca de este, probablemente nunca los va a perder. Miró en dirección, hacía el chico envuelto con la gruesa cobija, he intentó romper el silencio:
-Kagami-san...Lo lamento...Yo...
-No tienes que disculparte, no es algo que me haya molestado.
-Pero...
-Te dije que no tienes que disculparte...
-Tuve la impresión de que estabas molesto, por eso...
Repentinamente, sin que Aomine terminara su oración, el chico de cejas pobladas, se sentó sobre el futon repentinamente:
-¡YA DEJA TUS MALDITAS DISCULPAS!...Te dije que no me molestó, siempre eres así... ¿Por qué no eres un poco más valiente?
Aomine, estaba muy asombrado, nunca hubiese imaginado que Kagami podía alzar la voz así, esto era diferente a los gritos que decía con emoción a la multitud en los conciertos; en realidad ni siquiera supuso que se podía enojar, jamás le cruzó por su mente. Él era incapaz de replicarle a su ídolo, hiciese lo que hiciese nunca le opondría resistencia, ni a sus acciones, ni a sus palabras; sin embargo le dolía que su propia persona, fuese la fuente del disgusto del cantante.
Ante el silencio de Aomine, quien estaba sentado sobre el tatami, acomodando sus cobijas, mirando cabizbajo, la gruesa franela de la ropa de cama, un enorme arrepentimiento invadió a Kagami:
-¡Lo lamento! De verdad, el alcohol hizo que mi mente se encuentre confusa, olvida lo que dije... Buenas noches- Dijo en un tono serio, arropándose nuevamente, y luego continuó- ¡Gracias por fijarte en mí, de verdad lo aprecio! Lo digo en serio...
Esa noche, unas cuantas lagrimas cayeron suavemente sobre las mejillas del hermoso moreno, más que tristeza, eran gotas relacionadas a una extraña mezcla de sentimientos, tanto angustia, incertidumbre, frustración y otros más que solo él podía sentir. Fue un día muy intenso, la llamada de su madre, su primera experiencia sexual con Kagami, la primera vez que este se enfadaba, era mucho para su mente, especial para la de una persona tan sensitiva como él.
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Nuevamente, a modo de disculpa y pago por dejarle pasar la noche, el pelirrojo dejo él desayuno en casa de Aomine; esmerándose por que fuera lo mejor posible, usando lo que encontró en la despensa. Aunque no le dijo nada directamente, esperaba que el moreno lo entendiera por medio de los favores que le hacía, en realidad no solo en este caso, el pelirrojo, pretendía que su fanático enamorado, comprendiera que él tenía mucho interés, por eso quería saber más sobre él, estar cerca; no podía dejar de pensar en el tiempo que pasaban juntos, realmente disfrutaba su compañía, sin embargo, Kagami aún no estaba seguro de sus sentimientos...No sabía con certeza, qué era lo que necesitaba para poder asentir a la propuesta de Aomine, pero aún no estaba seguro, nunca se había relacionado con una persona que le venerara tanto, eso hacía que se sintiera inseguro...
Repentinamente, sus mensajes de texto para Aomine, disminuyeron, al menos durante el día siguiente, estaba muy avergonzado, no solo por lo que ocurrió la otra noche, si no por reprocharle al chico de ojos azules, algo asociado a su personalidad, sentía que había cometido un grave error, quizá irreparable, quería verlo, pero al mismo tiempo tenía pena de encararlo... Sin embargo, empezó a reflexionar sobre su actitud, qué tal si no lo volvía a ver y los sentimientos de Daiki cambiaban, no era algo extraño, podría suponer que todo fue solo una aventura y que él nunca lo iba tomar en serio.
Esto último le preocupaba, quizá el chico pensará que él solo lo estaba usando para divertirse, conociendo lo sensible que era, esto no sonaba tan remoto, a su vez, la posibilidad de que se sintiera aún herido por lo que le dijo, era aún mayor. Ahora, el pelirrojo se sentía estúpido, le sonaba una tontería haberle dicho que fuera más <<valiente>> cuando él mismo le gustaba huir, prefería que Aomine siguiera diciendo que le gustaba, que tomará las riendas, huyendo de su responsabilidad. Lo pensó bien, ahora el cobarde le parecía él mismo, incapaz de decir lo que sentía...No entendía por qué le resultaba tan difícil.
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-¡Alo! ¿Aomine?
-Si soy yo. ¿Cómo estas madre?
-Muy bien, me alegro de que llamaras tan pronto.
-Solo era para decirte que ya lo he decidido...
-Qué bueno, no importa que no tienes que sentirte presionado...Solo que nos tengas en cuenta, ya nos hace felices a mí y a tu padre.
-Lo sé, por eso mismo, voy a ir a ayudarles...
-Qué alivio, no sabes lo que significa para nosotros. Tenerte cerca, va a ser lo mejor para nosotros...
-La otra semana se termina el mes de pago del apartamento, lo puedo dejar todo listo para el martes...
-¿De verdad no es muy complicado que vengas para acá?
-No, no se preocupe...
-Bueno, hasta entonces...
-Adiós.
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"Aomine, en verdad disculpa lo de la otra vez :( "
"Ya no tiene por qué preocuparse, se que en verdad mi actitud no es la mejor..."
"¿Esta semana que vienes podemos quedar de nuevo para tocar juntos?"
"Lo siento, pero no podré..."
"¿Entonces la que sigue?"
"No, no puedo, hasta nuevo aviso..."
"¿Ya no quieres verme? :("
"JAMÁS... Ese no es el problema... Verá, mis padres viven en Sapporo, yo no me crie con ellos, sin embargo fue por mi propia decisión...Actualmente mi padre está enfermo, ya es mayor, tienen una tienda de ebanistería y cerámica, él se encargaba junto a mi madre, pero no puede ahora"
"Entonces tú iras a ayudarle, es muy considerado de tu parte...Te voy a extrañar..."
"Trataré de ir a todos tus conciertos..."
"Va a ser difícil ¿No? Sapporo queda lejos... (T_T) ""
"Prometo escribirte :)"
"¿Qué día te vas?"
"No te lo diré...No quiero que Kagami-san venga a despedirme"
"¡Qué injusto! ._. ¿¿¿¿¿¿Xq??????"
"Por qué no sería capaz de irme..."
Unas cuantas lágrimas empezaron a caer sobre la pantalla de su teléfono, después de leer el mensaje de texto; Imayoshi, quien estaba junto a su lado, en el asiento del auto, le miró asombrado, sin embargo, Kagami, volteó su cara hacía la ventana y se cubrió el rostro con la chaqueta negra que vestía. Wakamatsu y Sakurai, pasaron desapercibido aquel hecho, puesto que estaban conversando muy entretenidos; pero Imayoshi era distinto, él siempre observaba con atención a los demás, aunque sus ojos rasgados pereciesen estar cerrados.
"¿Kagami-san?"
"Eres un idiota"
"Disculpe lo que haya hecho esta vez, solo le causo molestias... :( "
"Eres un Ahomine"
" :) "

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Rock me baby! [AOKAGA]
FanfictionUna historia llena de conflictos, romance y un poco de humor; protagonizada por Aomine, un joven quien a pesar de sus propios problemas, encuentra inspiración en la música. Además de ser un fanático de W.B. la banda de rock local, liderada por Kaga...