Track 5

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La burla de su compañero hizo que el pelirrojo parará por un momento sus futuras fantasías, en realidad no estaba saliendo con nadie, aquella confesión estuvo fuera de lugar, y de seguro cualquier otro fan le hubiese pedido eso... Aunque Aomine era mucho más guapo que la media, en realidad era bastante atractivo, aún así tenía que dejarlo pasar, ya se había disculpado no tenía que preocuparse más por el asunto...

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El próximo concierto, estaba ya siendo anunciado, aquella mañana Aomine un poco desanimado, estaba comiendo su cereal, mientras leía las noticias es su móvil. Era tan vergonzoso lo que había ocurrido con Kagami, que en verdad hasta le molestaba saber sobre el próximo concierto, estaba realmente indeciso sobre ir o no. Sin embargo, al final su alma de fan, le llevó a mirar su presupuesto, y comprar una entrada de preventa, solo que esta vez no muy cercana a la tarima.

Al final, decidió inmovilizar en resina las galletas, para que se conservaran, eternamente de la manera en que las recordó, aunque ya no podría comerlas; en verdad le alegraba aún más poder contemplarlas para siempre. Se sobrepuso, al pensar que con Kaga-chan sería lo mismo, le seguiría observando desde lejos, aunque él lo odiase.

Aún cuando, eran treinta minutos tarde, para llegar a su trabajo, eso le importaba lo más mínimo; en realidad sentía que poco a poco, su buen ánimo estaba regresando y que pronto renunciaría a aquel estúpido trabajo; el jefe le caía mal, los otros compañeros de trabajo le parecían frívolos y aburridos...Quería un cambio en su vida.

Repentinamente, se dirigió a su cuarto y abrió el armario, en un rincón realmente oculto a la cotidiana vista del chico, había un estuche de guitarra, dentro por supuesto, se hallaba una guitarra acústica. El peliazulado, la sacó con cuidado, como si fuese un recuerdo muy valioso; empezó a tratar de tocar unas cuantas notas, aunque maltrechas poco a poco empezó a generar una melodía pegajosa.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Aomine, viniendo a su mente el pasado, ya que alguna vez, cuando estaba en el instituto, llegó bastante lejos con su club de música. Fue en su tercer año, la organización de dicho club, fue la mejor y por lo tanto la única oportunidad de que Aomine, se divirtiera realmente, haciendo algo que le apasionaba.

Su móvil empezó a sonar, a la cuarta vez, de que el ruidoso aparato irrumpiera en la habitación, el moreno contesto.

-¡Aló!

-¿Hey, Aomine, cuánto tiempo?

-¡Todo bien!

-Pensábamos ir al concierto del 14 en grupo ¿Quieres ir con nosotros?

-Obviamente que sí, es de W.B. no puedo perdérmelo.

-Entonces nos encontramos en el parque a las seis, mi novia va a estar allí, también Yunya y Ito. Puedes invitar a alguien más si quieres...Vamos a llevar unos trips.

-¿Drogas? ¡Hey! ¿Hablas en serio? Siempre hay guardas en la entrada, no creo que quieran tener problemas.

-Todo está bien, hermano, nos elevamos en el parque y estamos listos para la fiesta.

-¡Solo no quiero problemas!

-Ok. Bye bye.

Después de colgar, el ceño fruncido, regresó nuevamente al rostro del chico. No era que le desagradara usar una que otra droga de vez en cuando, pero sus pocos amigos, les gustaba los excesos. La última vez, tuvo que verse envuelto en una larga conversación, con sede en la comisaría por culpa de ellos. Pero no podía reñirlos siempre por eso, después de todo habían estado junto a él desde el instituto, eran realmente confiables, cuando tuvo crisis depresivas en el pasado, también con sus problemas con la familia, el dinero, eran como sus hermanos.

Quizá lo que más apreciaba de ellos, es que respetaban mucho sus gustos, es más compartían en favoritos, algunos de los grupos y artistas que Aomine admiraba. Cuando, quería salir a divertirse o hablar de las cosas que realmente le parecían importantes, que atesoraba y eran parte de su razón de ser, ellos estaban allí.

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-Hola hermano-Le dijo una persona de apariencia andrógina a Aomine.

-¡Tanto tiempo Tomoe! ¡Yunya y Ito! Momo-san- Saludo, alegremente el chico moreno, a cada uno de los nuevos acompañantes.

-¿Es idea mía o estás un poco decaído? ¿Qué ocurre hoy veras a tu adorado Kaga-chan?- Le dijo un chico de cabello rubio con un arete en su nariz.

-La verdad es que me ocurrió algo terrible...-De una forma algo decaída, Daiki, inicio a relatar lo que le aconteció hace unas tres noches.

-¿Estás mintiendo cierto? No puedes ser tan suertudo...-Dijo con una cara de asombro, un joven de altura considerable y cabello negro azabache.

-¡Ha hahaha! No puedo creer que lo invitaras a salir, realmente eres muy valiente-Dijo la persona de apariencia andrógina, mientras encendía un cigarro.

-Deja al pobre, yo estaría igual-Intervino nuevamente el chico rubio.

-Si Ito tiene razón, Tomoe no comprende nada por qué tiene una novia-Exclamó de forma mordaz, el chico de cabello negro. La novia en cuestión, quien hasta el momento no había dicho nada, se coloró un poco y se escondió tras su amante.

-Ya cállate, Yunya- Respondió la persona andrógina al comentario- ¡Haz hecho que Momo se apene! ¡Igual, sea como fuese, el chico salió huyendo de casa de Aomine!

Nuevamente Aomine estaba algo desanimado, sin embargo aún ante los comentarios positivos o negativos de sus compañeros, decidió tratar de pasar bien la velada, hablando de muchas otras cosas. Para sus amigos, Ito y Yunya, si fue por largo rato, la visita de Kagami, el tema de conversación, ya que eran unos buenos fanáticos del pelirrojo, aunque claro no tanto como el peliazulado.

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Durante el evento, el moreno se dejo llevar por el éxtasis y la adrenalina de cada salto que daba al ritmo de la canción, el haber ingerido algunas drogas antes del concierto, hizo que estuviese algo más acelerado de lo normal, más aún cuando no solía frecuentar dichas sustancias.

Casi todo el tiempo, estuvo creyendo que el cantante le estaba mirando, según el siempre posando sus ojos hacía la dirección donde se encontraba, eso le emocionaba, ya que tenía la esperanza de que no le odiase y más aún que en realidad al menos recordara su rostro. Para desgracia del chico, la verdad el pelirrojo nunca le había notado durante su espectáculo, incluso aunque hubiese querido, estaba tan atrás y era oscuro; no lo lograría.

Siempre al terminar el concierto, las energías vienen y van, es como un estado de transición, entre el momento fantástico y la normalidad del día a día. Aomine, iba platicando con sus amigos de lo increíble que fue todo aquello, las mejoras en el lugar del concierto, lo corto que se veía el pelo de Kagami con respecto al día de la visita, un sinfín de detalles, que solo él notaría.

Repentinamente, a una distancia prudencial, una conversación atrajo la atención del joven con cabello azul:

-W.B. apesta si le comparas con The Rollings...

-En especial el vocalista, debería llevar clases de música nuevamente...Si apesta así con el bajo, el mismo debe oler a mierda...

-Ha, ha, ha...De seguro.

Como si una fuerza ajena a sí le moviese, Aomine, ahora camina a prisa en dirección de los dos tipos con apariencia de punks. Sin ningún aviso y ante las caras atónitas de sus amigos, el chico de cabello azul, estaba asestando un golpe en la cara del sujeto, quien se estaba riendo hace un instante.

-¡MALDITO HIJO DE PUTA! REPITE LO QUE ACABAS DE DECIR...


Rock me baby! [AOKAGA]Where stories live. Discover now