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Lunes, 1:35 A.M.

Jos caminaba las calles del centro de Playa del Carmen, todas las tiendas estaban cerradas excepto los Oxxos que encuentras en cada esquina, él ya se mereó de ver demasiados en la ciudad y no entrar a ni uno. 1) porque no tiene dinero 2) porque no le gusta comprar ahí, realmente los detesta con todo el corazón.

Desde el momento que salió de vacaciones se vino a Playa del Carmen, una de las ciudades conocidas por turistas junto con su hermana y unos amigos que aprovecharon el viaje y pasar sus vacaciones ahí pero Jos en vez de estar divirtiéndose con ellos, está en el centro pasando por zapaterías, farmacias, entre otros. Realmente ahorita no tiene una diversión, él quiere algo diferente, algo misterioso y tentador que de seguro una chica no le puede dar pero será difícil que mejor decidió estar en la soledad de las calles, camino unas cuantas cuadras más hasta llegar a un Seven eleven, suspiró, por fin ya no era un Oxxo, se había aburrido de ver tantos en la ciudad y es la verdad ¿quién no? Entró a la tienda sabiendo que no tenía dinero en el bolsillo pero entró, en el lugar no había gente sólo una señora con su hija de unos doce o trece años comprando y los encargados de la tienda, se dirigió a uno de los pequeños pasillos, frunció el ceño cuando vio que era de dulces, el odia los dulces más los que tienen chile o saben a fresa, salió del pequeño pasillo y se dirigió a los refrigeradores, eran como unos seis refris, unos era de cerveza, otros de jugos, y los demás de refrescos y té, maldita sea el momento que no metió dinero a su cartera y su hermana se lo había llevado todo. Bufó, y se encaminó hacia la puerta de la tienda cuando estaba a punto de abrir y salir, alguien la empujó, un chico de estatura un poco más baja que él, cabello entre castaño y rojizo entró a la tienda captando la atención del pelinegro, Jos se quedó quieto estúpidamente viendo que ese chico caminando hacia los refrigeradores de los refrescos. Uau, realmente jamás había visto una belleza tan espectacular, ni si quiera en un chica rubia y castaña, su cabello era entre el fuego y la lava, se escucha muy sinónimo pero aún así lo vio Jos, su piel pálida y blanca como la nieve, desafortunadamente Jos no había visto los ojos del chico para poder terminar de describir la pura perfección.

El chico no decidía que refresco agarrar, veia uno y luego a otro meneando un poco la cabeza con sus brazos cruzados. Jos sintió unas inmensas ganas de hablarle pero... ¿Qué le diría? ¿Qué el Sprite es mejor que la Coca-Cola? No, no le diría eso es muy estúpido aunque sería muy buena idea, cuando estaba decido acercarse hacia a él, otro chico más entró a la tienda con un gesto desagradable, este era de piel morena y tenía su cabello perfectamente peinado en un copete largo y eso la hacía ver más alto, el segundo chico caminó hacia el pelirrojo que aún no se decidía, el moreno le dijo algo al más bajo que se apurará en comprar y regresó otra vez afuera, si que se veía desesperado y enojado el chico que el primer chico tomó una Pepsi, un Sprite, una Coca-Cola y un Seven Up, apurado caminó al cajero y pagó, al poner los refrescos en bolsas que tenía el logotipo de la tienda se dirigió a donde estaba Jos, por primera vez durante estos minutos el pelirrojo había visto al pelinegro. Alonso se detuvo unos momentos al ver a Jos mientras el segundo mencionado lo veía maravillado, Alonso no lo pensó dos veces y volvió a caminar y salir del lugar ya con los refrescos.

—Vaya —suspiró Jos mientras daba media vuelta y también salía de ahí.

No es por exageración o urgencia de encontrar algo nuevo pero en verdad Jos quedó estupefacto al ver tal belleza, era un ángel caído del cielo pero sin sus alas de plumas, su rostro era muy angelical a pesar de que estaba serio podía sentir que su sonrisa era hermosa y no se equivocaba, realmente Alonso la tenía. Realmente las personas que no sonríen son las que tienen la sonrisa más hermosa del mundo, y vaya que sí. 

Meneó la cabeza observando las calles de la ciudad, su hermana tenía razón, a ciertas horas de la madrugada está muy tranquilo incluso más que la Ciudad de México, empezó a caminar a otra dirección sin importarle perderse, así puede conocer un poco más.

Cool for the summer | J.V |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora