Capítulo 12: Misiones desastrosas

6.3K 397 178
                                    

Sasuke Uchiha

Después de la conversación con Naruto, no pude pegar ojo en gran parte de la noche por estar dándole vueltas al asunto. Tenía mucho en lo que pensar... Me sentí feliz por la noticia. ¡Podría volver a ver! Podría ver de nuevo esos hermosos ojos azules que tenía Naruto, su radiante sonrisa, su cuerpo de escándalo... Podría ver los rostros de mis adorados hijos, por fin podría observar las muecas que siempre me imaginaba que ponían cuando hablábamos, podría comprobar cuánto habían crecido en estos años... Deseaba con todas mis fuerzas ver de nuevo pero... no me gustaba el precio que debía pagar por ello, no quería usar a mis hijos para conseguirlo. Creí que lo mejor sería esperar, Itachi ya había comprobado que su teoría era cierta y que mi Rinnegan se estaba recuperando, a un paso muy lento pero lo hacía, por lo que llegaría un momento en el que volvería a ver.

Sentí el brazo de Naruto rodearme la cintura pegando su cuerpo desnudo al mío y apoyando su cabeza sobre mi pecho.

- Deberías intentar dormir un poco – murmuró Naruto adormilado – Puedes pensar detenidamente los pros y los contras mañana.

- Lo sé, pero no puedo evitarlo – le contesté en un susurro.

- Ven aquí – me dijo dulcemente.

Naruto se separó de mi cuerpo, sentí cómo tomaba mi cabeza con suavidad y la apoyaba sobre su pecho, justo encima de su corazón. Podía oír sus latidos acompasados mientras notaba los dedos de mi esposo acariciar mi cabello logrando que me relajase. Naruto estaba consiguiendo que dejase mi mente en blanco y que, poco a poco, me hundiese en el mundo de los sueños pero antes de hacerlo, capturé su cuerpo entre mis brazos con la intención de no soltarlo en toda la noche. Amaba a este revoltoso e hiperactivo hombre con todas mis fuerzas, me alegraba de haber luchado por él y haberle protegido porque si no lo hubiese hecho, ahora mismo estaría perdido sin él.

A la mañana siguiente, me levanté con cuidado de no despertar a Naruto y me fui a la cocina a prepararle un delicioso desayuno. En cuanto pude conciliar el sueño, dormí de maravilla con mi rubio entre mis brazos y ahora me encontraba con las pilas recargadas, aunque sabía que debía pensar con detenimiento todo el tema de la cura para mis ojos, pero no tomaría la decisión solo, lo consultaría con Naruto, era conveniente que decidiéramos juntos. Estaba cocinando, cuando sentí unos brazos rodearme por detrás y un cuerpo musculoso pegarse a mi espalda.

- ¿Qué tal has dormido? - me preguntó Naruto mientras me daba cortos besos alrededor de mi cuello.

- Contigo como almohada, de maravilla – le respondí divertido.

Noté cómo se formaba una sonrisa en la boca de Naruto ya que sus labios seguían pegados en mi nuca, lo cual me hizo sonreír a mí también.

- Quizás deba cambiar de trabajo y dedicarme a cobrar por ser la almohada de la gente si se me da tan bien.

- Jamás permitiría que otra persona te tocase, tú eres mi almohada personal – le seguí el juego.

- Pues entonces tendré que empezar a cobrarte por ello.

- Ya te he estado pagando, ¿Para qué crees que han servido nuestras sesiones de sexo? - le pregunté con una media sonrisa.

- ¿Para tener grandes momentos de pasión y disfrutar del placer de unir nuestros cuerpos en uno solo?

- Te equivocas, sólo era un mero medio para usarte como almohada después.

Escuché a Naruto estallar en carcajadas y no pude evitar reírme con él, aunque no lo hice de forma tan escandalosa.

Desesperante Sumisión (Sasuke-Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora