Against My Shadows [En Edición]

Capítulo 9: Perdón, fue un malentendido

Narra Gwen Stevens-Cameron

Después de colgar el teléfono me sentí como la peor persona del mundo y sus alrededores, me quedé congelada y aturdida, Mike salió y sólo quería decirle cómo me estaba sintiendo en ese preciso momento; decidí ir mañana a ver a Hal, sé que debe sentirse muy débil, por eso no iré en este instante, quise llamarla pero lo más probable es que debe estar descansando, oré por ella en mi habitación, escuché la puerta y era el abuelo John, acababa de llegar de la célula y hablamos un rato sobre la ministración y me dio una palabra que supe que necesitaba
--Gwen, no sé por qué debería decirte esto, pero siento en mi corazón que debo decírtelo, a veces pedir perdón cuesta, pero si quieres paz interior y quitar tu carga, debes perdonar a las personas que te han hecho daño, siempre haz eso Gwen, nunca lo olvides—dijo mi abuelo
--si abuelo, gracias por esas palabras, lo aplicaré—le respondo

En ese momento llegó Mike sonriendo, me comentó que había ido a la casa de Hal y lo que habían hecho después de eso, la parte en que casi se besan y el cómo la evitó me sorprendió bastante

--pero, ¿cómo pueden ser amigos si se nota a leguas que ella te atrae? —le pregunté a Mike
--Sabes, es algo más que solo sentimentalismo, hermanita, es algo con un propósito, estoy seguro, quiero que ella y yo seamos amigos y que en un futuro suceda algo mejor que una relación amorosa, y todo es con un propósito, si es necesario sacarla de sus sombras lo haré—dijo Mike
--Mike, desde que la conociste fue inmediato, lo pude notar, era imposible no notarlo, Andrew también lo notó, hubo algo diferente en cuanto se vieron por primera vez—dije
--Gwen, me encantaría quedarme hablando, pero mañana debo presentar ese óleo en el que tanto trabajé, es preciosa—me dijo Mike
--quiero verlo—salí corriendo hasta su habitación y sólo Mike podía gritar "¡¡Gwen!! Ni se te ocurra entrar a mi habitación" me detuve a abrir la puerta de su habitación y no supe en qué momento llegó detrás de mí y sólo me levantó sujetándome con sus brazos, me limité a reír, pero parecíamos los mismos niños pequeños que solíamos ser antes de que Mike cambiara por culpa de los sucesos y sus malas amistades—Mike, ya basta, déjame ver—le dije exigiéndole
--está bien, ya te mostraré—me dijo Mike con un tono de voz dulce

En cuanto vi un objeto cubierto con una lona gigante supuse que era ese, pero estaba en otro lado de la habitación, cuando vi otra lona gigante, pero de color gris supe que era ese, Mike sólo sonreía y quitó la lona del óleo, pude verlo, noté que era sobre un pingüino y otro sujetando una piedra, luego noté una pequeña placa en el marco, que tenía una inscripción, leí la inscripción y era un versículo, "El amor nunca deja de ser. 1 Corintios 13: 4-7"

--Mike, es increíble, nunca hubiese imaginado que harías esto para ella, si lo digo por eso, pero Mike, tu talento es increíble, es lindo que sientas algo por ella, ¿cómo supiste que le gustan los pingüinos? —pregunté a Mike
--es más que eso, ella es diferente, es tan pura, aunque sé que ese tal Luke quiso pasarse de listo y aprovecharse de ella, quiero ser esa persona para ella y que juntos caminemos hasta el final... ah, el pingüino, ¿recuerdas esa vez que buscamos ese regalo para llevárselo al hospital hace unos meses? Aún lo conserva—respondió

En ese momento supe que ese sentimiento era puro, me conmoví y salieron unas lágrimas de mis ojos, recordé a Hal cuando era más pequeña, ella y yo tenemos la misma edad, la recordé orando y llorando en todo momento, siempre quise acercarme para que ella supiera que no estaba sola, me daba miedo cómo reaccionaría, no me acerqué y de pronto dejó de congregarse, en la escuela siempre estaba deprimida, a veces no asistía a clase, pero cuando regresaba se veía débil y sólo podía escuchar a Camille reírse de ella, ese fue mi primer problema en la escuela por defenderla, terminé con unos cuantos rasguños pero Camille resultó con un ojo morado, recordé a su hermano Trevor ir por Camille a la escuela después de ese pleito, Hal sólo se limitó a darme las gracias, y desde ahí somos amigas, no sé por qué tuve miedo de acercarme, fue una gran decisión, encontré a la mejor amiga que pude tener, aunque en todo este tiempo la he ido conociendo, no sabía que creer ni que pensar en ese momento, sólo sé que Hal es una persona rota que por más que diga que se siente en paz y demuestre tranquilidad no es así, he intentado mil cosas para arreglarla, pero hasta que ella no perdone a las personas que la lastimaron no podrá curar las heridas y no sanará. Ella vale mucho, pero en su mente se menosprecia tanto que no logra ver lo asombrosa que realmente es. Si, ella es mi mejor amiga, no la dejaré en mis manos, pero las dejaré en manos del único que puede hacer cambios en su vida y en su mentalidad, aquel que puede salvarla en cuestión de tiempo y de disposición de ella. Luego de recordar eso una voz me dijo