Against My Shadows [En Edición]

Capítulo 10. "siempre estaré contigo, te lo prometo"

Narra Hallie McKeehan-Morrison:

Ese mismo día en la tarde Gwen me invitó a su casa, fue uno de los mejores días, aunque si ella mencionaba algo de Mike trataba de no ponerme nerviosa y ni pensar en lo que ha hecho que este sentimiento por él creciera cada día ya sea por un mensaje, un suspiro, una llamada, una mirada. Luego de eso Gwen se fue y accedí a ir a su casa en la tarde, mi subconsciente gritaba "Mike es lo que siempre soñaste, pero no creo que sea recíproco eso que sientes por él" en ese momento pensé en todo lo que había pasado con él, desde que lo vi por primera vez hasta que vino a mi casa para hablar conmigo, ¿es posible que él sienta algo por mí? No lo sé, pero por el momento no busco ningún tipo de relación que tenga que ver con sentimientos y mucho menos lastimar a alguien que realmente me importa. De noche me puse a escuchar música, Shadow And Soul de RED invadía mis oídos, algunas veces me sentía como esa sombra que quería que la encontraran en esa noche sin final. Esa noche dormí como si fuera una niña pequeña, hasta que hubo un instante en que en mi sueño apareció mi madre diciendo lo que siempre quise que me dijera, que me había querido desde pequeña y nunca me dejaría sola, desperté llorando porque sabía que eso no era real y era lo que mi corazón anhelaba, pero nunca tuvo. Eran las dos de la mañana cuando decidí escribirle a Gwen

--¿Estás despierta?
--Hal, tienes idea de qué hora es?
--si, son las 2 de la mañana, pero no puedo dormir, me siento extraña
--¿qué te pasó?
--Esas pesadillas...volvieron
---¿Cuál de todas las que tienes? Las de Cristopher, las que te dan cuando sientes que hay alguien más, las de tu mamá
--Las de mi madre, Gwen, de cierto modo me hace falta ese cariño
--Hal, no te preocupes, ella pronto verá su error y ya no te rechazará más, además tú vales mucho, y la persona que no vea ese valor que hay en ti debe estar loca
--Gracias Gwen, eres la mejor
--No Hal, tú eres la mejor, deberías intentar dormir, esto de trasnochar no es bueno para nadie, descansa Hal
--Descansa, Gwen

Esa noche no logré conciliar el sueño, me la pasé pensando en lo dura que fue mi infancia, las veces que sonreía eran muy pocas, muchas de esas veces esas sonrisas eran gracias a Cristopher Maximoff.... mi mejor amigo, quisiera saber al menos el por qué se fue de la escuela, quisiera saber el por qué se alejó de mi sin razón alguna, quise decirle tantas cosas pero no he vuelto a tener contacto con él, lo recuerdo, era un chico con cabello rizado castaño claro, ojos color miel, piel blanca y siempre le gustaba vestir elegante pero casual, llegué a extrañarlo pero después de todo quise olvidarlo y ese sentimiento horrible se transformó en depresión después de decirle mis sentimientos, esa noche fue la peor noche que he pasado después de haber podido conciliar el sueño por varias noches seguidas, recordé a mi madre cuando era muy pequeña, aunque son recuerdos muy borrosos de todo lo que sucedió, es bastante doloroso recordar esas cosas, crea el sentimiento de odio y culpa hacia ti misma, y aunque trates de recuperarte de eso, vuelves a caer, es un ciclo que parece que nunca terminará en mi vida.

Esa mañana me levanté de mi cama sin ánimo de salir, pero recordé que iría a ver a Gwen a su casa y no la iba a dejar esperando, también quería ver a Mike porque sentía que si no lo veía podría morir, en definitiva creo que Mike se ha convertido en una parte importante en mi vida, y sí, creo que él me gusta, nunca me habían sacado tantas sonrisas como él sabe hacerlo, como me hace sentir es increíble, sólo con un mensaje siento miles de cosas, el apoyo que me ha dado, siento que quiero todo con él, como querer pasar el resto de mi vida a su lado, es.....mucho más de lo que siempre anhelé tener como el hombre que estaría conmigo el resto de mi vida, quisiera que ese sentimiento fuera recíproco y poder expresarle lo que siento sin importar el momento para estar a su lado. Me alisté de manera que fuera elegante pero muy casual, me puse un gorro y salí caminando rumbo a casa de Gwen; llegué y golpeé la puerta, pero nunca imaginé que detrás de esa puerta iba a estar el posible amor de mi vida, lo vi y sentí que dentro de mi había una explosión, mis mejillas se tornaron de color rojo en cuestión de segundos, su mirada me dejó petrificada como tantas veces y me atreví a decir algo muy tonto