Against My Shadows [En Edición]

Capítulo 6. Un sueño realista y una promesa rota

Narra Hallie McKeehan-Morrison

¿Puede un sueño sentirse tan real? ¿Tan tangible que no quisieras que terminara? ¿tan parecido a la realidad que cuando despiertas te parece extraño? No pudo ser más realista, ese sueño fue la combinación de perfección, ternura, y sentimientos nada descarriados a algo más, era algo tan puro que no podría describirlo, era de esos sueños que no querías despertar nunca porque te gustó lo que sentiste.

Lo último que recuerdo es a Mike, él estaba sentado conmigo en el sofá cuando empecé a cerrar los ojos, ya que no había dormido ese día en la madrugada por estar hablando con él, me quedé dormida pero podía escuchar la película que estábamos viendo a la perfección, no pude ver a Mike pero hubo un instante en que sentí una leve presión en mis labios, no podía creer que Mike me estaba besando en ese sueño, me moví pero no quería que ese instante acabara porque quisiera que en la realidad me sucediera todo eso, me sentí diferente, me sentí completa, feliz y no como ese día en la mañana, era la perfección, aunque me desperté y tenía cierto regusto a menta en mis labios, fue extraño, pero desearía que hubiese sido real y no solo un sueño.

Luego que Mike se fuera de casa veo al pequeño gigante Jerry y me puse a jugar con él, es una ternura tener a Jerry no solo como mi mascota, sino como amigo, por lo menos sé que él si me quiere, aún no pienso con claridad por todo lo que ha pasado, paso de la tristeza a la felicidad cada vez que veo a Mike, en definitiva, estas emociones para mí son como una montaña rusa, salí de mis pensamientos por un mensaje que me llegó, revisé y vi que era de Luke diciendo:

--"¿quién era ese chico?"-preguntó
--"no te interesa"-respondí

Me senté a leer y a beber café mientras llegaba mi padre, antes de que llegara le preparé un café y le compré dos cupcakes, en cuanto llegó lo atendí y quedó muy satisfecho, le conté lo que había pasado con mi madre, me dio palabras de ánimo y fui a dormir.

Narra Gwen Stevens-Cameron

Hoy me levanté como de costumbre, siento como si algo malo fuera a suceder, pero no le doy mucha importancia, me bañé, me maquillé y salí temprano, espero que Hal no se moleste por no habernos ido juntas hoy, llegué a la escuela y me topé precisamente con alguien nada agradable, Camille Jones-Biro que vino en dirección hacia mí

--Hola, Gwen-dijo Camille un poco amable
--Wow, no sabía que una fruta podrida fuese capaz de ser cortés-respondí
--ja-ja qué graciosa, pero si estuviera en tu lugar dejaría de lado los chistes malos y pensaría en cómo mi "mejor amiga" se mete con mi primo-dijo Camille haciendo comillas con sus dedos cuando dice mejor amiga
--Eso no es cierto, no quieras darme mal concepto de Hal-respondí

En eso llegó Hal corriendo, Camille se apartó y se fue con Luke

--Perdona, se me hizo tarde, ¿o tu llegaste temprano? -dijo Hal
--llegué un poco más temprano, pero no te preocupes, no ha llegado casi nadie-le dije sonriendo
--¿Qué te estaba diciendo Camille? -preguntó Hal
--ya sabes, nada que sea relevante-respondí
--¿de acuerdo? Solo que no confío en ella.... Gwen, ¿qué harás después de clase? -preguntó Hal
--no sé, ¿qué quieres hacer? -pregunté
--se me ocurrió que podríamos ir al apartamento y hacer frapuccino casero, estudiar un poco, las pruebas finales están muy cerca... ¿te parece? -respondió
--Con solo que dijeras la palabra frapuccino me convenciste, me apunto, espero que esté el guapo y pequeño gigante Jerry-dije y ella sonrió
--Si, él estará, ya tengo los ingredientes, solo era confirmar contigo, y Jerry no me puede decir que no-dijo Hal sonriendo

La jornada pasó volando, Hal estuvo todo el día con su celular en el chat, no vi quien era, sin embargo, sé que me divertiré en su casa. Llegamos a su casa y saludamos a Jerry, ese cachorrito es una ternura, y Hal lo quiere mucho, está muy bien cuidado, en definitiva, aunque Hal parezca no tener corazón, es muy sensible y una persona que vale la pena conocer.