Against My Shadows [En Edición]

Capítulo 4. Un pasado doloroso y un cambio radical

Narra Mike Turner-Stevens

Después de ver como mi prima casi hermana menor se iba con su mejor amiga, sigo pensando en esa chica que ha estado en mi mente desde que la conocí, con ese cabello ondulado color castaño oscuro que le llega a la mitad de su espalda, con esa onda lo suficientemente larga que su frente, el precioso color blanco suave de su piel, esa nariz pequeña pero perfecta para esa hermosa cara, sus labios rosados un poco carnosos, que dan ganas de probarlos, ¡¡ay, Mike!! ¡¡aleja esos pensamientos!!, y con ojos verdes como esmeraldas con pequeños toques de azul, como me fascinan esos ojos desde que los vi ayer, lo que sentí al verlos es un tanto inexplicable, ni todo lo que he vivido en mi pasado puede compararse con lo que sentí cuando vi a Hallie McKeehan-Morrison.

Salgo de mi nebulosa llamada Hal cuando escuché esa voz chillona que reconozco a la perfección, levanté mi mirada y encontré a Camille Jones-Biro saliendo de uno de mis lugares favoritos no entendiendo cómo pude fijarme en esa chica y sobretodo que ella haya sido mi novia, es tan plástica, tan básica, sin sentimientos, demasiado vacía, poco inteligente parece una Barbie, no se puede comparar con esa belleza natural de mi Hal, ¡Ella no es tuya! gritó mi subconsciente, "Aún no es mía pero lo será" le contesté, luego de la pequeña discusión con mi subconsciente los cabos sueltos comenzaron a unirse, cuando Hal al chocarse conmigo cubierta de frapuccino y algunas lágrimas en su rostro dijo ese nombre la recordé pero no pensé que la misma "Barbie" que fue mi novia y ahora no soporto que lastimara a la chica que me ha quitado el aliento desde el día anterior, Camille es tan molesta que doy gracias a Dios que sea parte de mi pasado; ugh, mi pasado, como odio mi pasado, qué no daría por lograr borrar cada uno de los peores momentos de mi vida, aunque de no ser por ellos no sería quien soy ahora, me corrijo de no ser por ellos y por ese ser supremo, maravilloso y lleno de amor que es Dios no podría ser quien soy ahora sin Él no soy nada y lo descubrí desde que lo conocí personalmente.

Hace diez, bueno, casi once años porque en unos cuantos meses es mi cumpleaños; cuando tenía diez años era un niño normal tenía una vida tranquila un padre trabajador que solía decirme que era su campeón, y una madre amorosa, como me gustaba que ella me mimara, me daba besos y me decía "mi Mikey" o "mi bebé" aunque en ese entonces el último sobrenombre que me había dado mi madre me molestaba un poco, ya creía que era muy grande para que me dijera así delante de mi familia y de sus amigos cercanos. un día salieron a cenar con el jefe de mi padre para celebrar que el hombre que me había visto crecer hasta ese momento lo habían ascendido en su compañía e iba a comenzar a ser el segundo al mando en la empresa, recuerdo ese día perfectamente mi madre deseaba que me quedara en casa del abuelo John para que no estuviera solo y que además estaría con Gwen, en ese tiempo Gwen Stevens-Cameron no era mi persona favorita en el mundo, sabía que si iba a esa casa esa pequeña de 8 años me obligaría a jugar cosas como la fiesta de té y las muñecas, o incluso a jugar que yo era el maniquí de sus horribles diseños de ropa "fashionista", (pensándolo bien gracias a ello hoy en día si se viste y se arregla muy bien), al recordar que eso podría hacer mi prima tomé la decisión de quedarme solo en casa, mi madre aceptó y me dio un beso y un abrazo y mi padre solo dijo: "ese es mi campeón, te veré luego", en ese momento nunca me pasó por la mente que serían los últimos momentos con mis padres, esa noche cuando regresaban del restaurante un conductor de un camión, demasiado ebrio chocó el auto de mis padres al estar manejando en contravía y por culpa de ese irresponsable perdí a las dos personas que más amaba en este mundo y no logré compartir con ellos grandes experiencias de mi vida ni expresar lo mucho que los quería, desde ese día algo en mí también murió, no permitía que nadie me llamara Mikey o bebé ni siquiera mis ex novias, no permití que mis abuelos o tíos me llamaran campeón, y si me uní con Gwen porque ella pasaba cada fin de semana conmigo en casa del abuelo John, quien se había convertido desde ese día en mi tutor legal.