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Narra Lissy.

Harry no asistió a las dos primeras clases y me encontré a mi misma preguntándome si estaría bien.

A media mañana, mientras terminaba de destrozar el capuchón de mi lapicera con los dientes, él llegó y tomó asiento en su lugar, junto a mi. Se me erizó la piel al ver su ojo lastimado. Sabía que eso había sido provocado por el golpe que le había dado Niall cuando yo lo llamé.

"Lo siento." Escribí en un papel y lo arrastré hacia su lado de la mesa. Él me miró algo confundido y luego lo tomó.

"No fue tu culpa. No te preocupes." Respondió él.

"Yo lo llamé." Escribí, y volví a morder la lapicera, sintiendo mis ojos arder. Lo habían lastimado por mi culpa.

"Solo tenías miedo." Me miró unos segundos.

"Me porté como una idiota."

"Yo también lo hice." Supe a que se refería y me sentí peor.

"Olvidalo, Harry. Eso pasó hace mucho tiempo."

"No puedo olvidarlo."

Lo miré y, no sé que fue lo que me llevó a hacerlo pero, lo abracé con fuerza. No quería apartarme aunque debiera. Sentía que las lágrimas huirían de mis ojos y no quería que me viera llorar. Quería abrazarlo. Estaba preocupada por él y quería abrazarlo tan fuerte como pudiera. 

Él tampoco se apartaba, me aferraba con fuerza y, con cada segundo, sentía que el miedo se disipaba. Harry había cambiado, ya no era el mismo de antes.

-Perdón.-susurré y me aparté con lentitud, contra mi voluntad.

Él no dijo nada, solo me sonrió con suavidad, y eso bastó para que llegara a la conclusión de que a él tampoco le había molestado en absoluto tenerme entre sus brazos.

Cuando la campana sonó, me apresuré a salir del salón, confundida. Me resultaba jodidamente perturbador estar preocupándome por quien tanto daño nos había hecho a mi hermano y a mi, pero no podía evitarlo. Harry tenía algo. No sé que, pero era algo que no podía simplemente ignorar.

Después de dejar las cosas en mi casillero, fui a por mi almuerzo y me dirigí al patio exterior, tomando lugar, solo, bajo un gran árbol. No me molestaba estar sola, ya me había acostumbrado, después de todo, nunca fui una chica muy social.

-¿Puedo sentarme con vos?-preguntó alguien, logrando que me sobresaltara. Alcé la vista, topándome con un par de ojos color esmeralda.

-Em... Claro, Harry.-susurré.

-¿Por qué tan solita?-preguntó, sentándose a mi lado con su almuerzo.

-No soy muy popular.-reí.

-Podrías serlo.

-Lo dudo.

-Sos la chica mas linda y agradable que conozco, sin mencionar que pareces increíblemente interesante. Si quisieras, podrías ser la chica mas popular del colegio.

-Para ser popular, se necesitan amigos.-dije y alcé mis manos.- Come verás, no tengo ninguno.

-Me tenes a mi.-dijo y lo miré de inmediato.- Yo quiero ser tu amigo.

-Mi hermano jamás...

-No tiene por qué saberlo.

Lo miré unos segundos, dudando. Zayn podría no enterarse jamás.

Al terminar el día, caminé con Harry hacia la salida pero me detuve antes de cruzar la puerta.

-Harry, si Zayn nos ve...

-Entiendo, Lissy.-suspiró, claramente frustrado.- Nos vemos mañana.

Maldije para mis adentros, no quería que se enojara pero jamás lo comprendería. Lo vi salir y volví a caminar, fingiendo mi mejor sonrisa.

Narra Zayn.

Vi salir a Styles del colegio. Odio a ese tipo con todo mi ser y lo hubiera encarado en ese mismo instante si no fuera porque poco después de él apareció mi princesa con una suave sonrisa iluminando su rostro. Al verme, corrió junto a mi y sus pequeños brazos se cerraron en torno a mi. Porque eso era, pequeña, tan pequeña como cuando jugábamos a las escondidas en la casa de la abuela y ella apenas caminaba. 

-Hola.

-Hola, mi amor. ¿Todo bien?-pregunté, emocionado por su alegría.

-Si. ¿Y vos?

-Muy bien.-reí y besé su frente, abrazándola con fuerza.- ¿Vamos?-ella asintió y ambos subimos al auto. Se veía tan feliz. Amaba verla de ese modo.- Lissy, les propuse a Niall y a Louis que vengan a vivir a casa.- ella me miró incrédula y escrute su rostro en busca de un enojo que no encontré.

-¿Alguna noticia más?-preguntó, divertida.

-Si.-dije, serio.- Tengo novia. La verdad es que estamos juntos hace dos años pero no me animaba a decírtelo. Ahora es necesario porque vas a ser tía.- los ojos de ella se abrieron como platos y se puso completamente pálida. Sus manos se cerraron con fuerza en torno a las mangas de su mochila.- ¿Estás bien?-pregunté asustado. Ella no me respondió y detuve el auto.- ¿Lissy?

-¿Si?-respondió con un hilo de voz. Podía ver por el espejo como su piel había perdido el color mientras ella me daba la espalda, con la vista fija en algún punto de la ventanilla.

-¿Estás bien?

-Si.-musitó.

-Lissy, mirame por favor.-pedí, aterrado. No tendría que haberle dicho nada por el estilo, acababa de esfumarse toda su felicidad.

Ella volteó y clavó sus ojos en los míos. Había pánico en ellos.

-¿Tía?

-No, Lissy. Era una broma, mi amor.-dije tomando su rostro entre mis manos.- Solo era una broma, tranquila.

-Casi me muero.-murmuró y el color comenzó a volver a su rostro.-¿Tenes novia?

-No, princesa. Vos sos mi única chica.

-Juralo.-pidió.

-Lo juro.

-Me asustaste.-dijo tras liberar el aire contenido.

-Me di cuenta.-dije apartando el cabello de su rostro.- Te pusiste pálida.

Ella frunció el ceño y me dio un suave golpe en el brazo.

-Te odio, tonto.-masculló.

-Yo te amo.-dije y la abracé con fuerza.

-Soltame.-dijo seca.

-No, Lissy. No voy a soltarte hasta que digas que me amas.

-No voy a decirlo, Zayn.

-Por favor.-pedí haciendo pucheros.

-Está bien. Te amo.-dijo seca.

-Así no. Más tierno.

Ella me miró unos segundos y comenzó a reír con mis muecas. Entonces me rodeó con sus brazos, nuevamente feliz.

-Te amo mucho hermanito de mi corazón, luz de mis ojos, amor de mi vida.

Reí y le besé la mejilla, dejándola volver a su asiento. Arranqué y emprendí nuevamente mi camino, con su mano bajo la mía.


No confío en él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora