No confío en él.

28

La respiración se atoró en mi garganta al entrar en la casa y sentir la mirada de Niall, insistente, sobre mi. Mi hermano besó mi cabeza y preguntó si quería que es quedara pero, sinceramente, quería que él le dijera lo que había ocurrido a Niall. Pero él se reusó y me dejó con mi novio, expectante, frente a mi.

-¿Y?-preguntó.-¿Vas a decirme de que hablaban?

-Amor...-sabía que él no lo tomaría bien. Claro que no. Me mataría sin dar tiempo a una explicación.- Ay, Niall.-las lágrimas alcanzaron mis ojos. Me dejaría. Diría que había enloquecido y se iría lejos. Yo no quería que se fuera lejos.

Él se acercó y me rodeó con sus brazos, con preocupación y confusión en la mirada. Me hundí en ellos.

-Yo solo quería sacarlo de mi.-dije.- No me odies. Yo quería borrar sus huellas. Y ya está. Ya lo hice, solo no me dejes, no te vayas, te amo.

-¿De qué estás hablando, mi vida?-preguntó con precaución y dejé a la vista una de las heridas.-¿Qué te hiciste? Dios mío, Lissy. ¿Estás loca?

-Niall...

-No, Lissy.-me cortó.-¿Qué hiciste? Te lastimaste. Vos...

Sus brazos me soltaron y lo aferré con mas fuerza. No podía irse, no él. Ahora si me arrepentía. Ahora quería no haberlo hecho. Tomó mis brazos y se deshizo de mi agarre. Caminó hasta la puerta y se marchó sin siquiera mirar atrás.

El cielo se me caía mientras más pasaba y más tardaba él en regresar. Se hizo de noche y no volvió.

-Lissy.-susurró Zayn. Lo miré, llevaba solo su boxer, había llegado la hora de dormir.- Por favor.

Sin decir nada, le rodeé el cuello y él me alzó, dispuesto a llevarme a su habitación. Pude ver a Liam con el teléfono en la mano y supe que hablaba con Niall, pero ni siquiera intenté espiarlo. Zayn había llorado diciéndome que quería volver a casa y que todo estuviera bien, y no le iba a arrebatar eso a mi hermano.

Apoyé mi mejilla en su hombro y él se detuvo frente a Liam.

-Vamos a dormir.-dijo, señalando la cama con la cabeza.- Ella necesita descansar, solo... no hables muy alto.-me dejó en la cama y me metió en uno de mis piyamas favoritos.- La mas chiquitita de la casa necesita dormir. Si, princesita. Vas a estar bien, te lo prometo. Yo voy a hacer que estés bien siempre.

Me hablaba como cuando llegaba a su cuarto en las noches, con mi peluche y mi cabello revuelto, y le pedía dormir con él para no despertar a papá y a mamá. Pero no me importó. Me gustaba que lo hiciera.

-Decime algo.-pidió.

-¿Puedo volver a ser chiquita?-pregunté. 

Narra Liam.

-¿Puedo volver a ser chiquita?-preguntó Lissy con una vocesita rota que me hizo voltear. Niall enmudeció al otro lado de la linea.

-Siempre vas a ser mi chiquita.-le dijo su hermano.- Ahora hay que dormir.

-¿Y si él no vuelve?-preguntó y volví mi vista al frente, no era sencillo oír tal dolor en la voz de Lissy.

-Voy a volver.-dijo Niall, al otro lado de la línea y supe que lloraba.- Pero no... Por favor, no cortes. Necesito saber que se duerme.

No dije nada, permanecí en silencio mientras Zayn le cantaba a su hermanita. Entonces un sollozo de ella me cortó la respiración y me sentí incapaz de voltear.

-No llores, mi vida.

-Solo quería sacar a Benjamín. Pero él no lo entiende.-lloró ella.- Él no sabe lo que es sentir las manos de alguien que te forzó. Cada vez que... me daba asco saber que me había tocado. Me daba asco a mi misma. Solo quería que todo estuviera bien, pero no podía estarlo si, cada noche, trataba de dormir y solo sentía sus manos.

-Liam, no la dejes llorar.-pidió Niall al otro lado de la línea. 

Dejé el teléfono en la mesa de luz, sin cortar la llamada, y caminé hacia ella. La miré unos segundos y besé su cabeza.

-Él lo entiende, Lissy. Todo va a estar bien. Tranquila, preciosa. No llores que me partís el alma.-susurré y ella me rodeó con sus brazos.- Cuidado, podes lastimarte.

-Te quiero.-dijo ella para luego volver a hundirse en brazos de su hermano.-Los quiero. No se vayan, los quiero.

Cuando ella se quedó dormida, tomé el teléfono y escuché sollozos al otro lado de la línea.

-Perdoname, mi amor.-dijo Niall y la llamada se cortó.