Capitulo 24

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No. Más. Besos. ¿Qué tiene la gente con confundirme?

Eso mismo, no dejen que la niña piense. No tiene permitido pensar, explotará si piensa demasiado.

Idiota.

Salí del armario y suspire sonoramente. Seguí con mi camino, fui lo mas rápido posible con Annabeth, quien estaba decidiendo entre un paquete y otro. Llegue, la arrastre hasta el galpón de comida que se encontraba detrás de el Mall y cerré la puerta.

–¡¡SUELTAME MALDITO MOUNSTRO!!¡¡TE CORTARE EL PENE Y NO TENDRAS MOUNSTRUITOS!!–grito y cerro los ojos pegandome con sus manos. Mi cara en ese momento era una poesía. Cuando por fin se dio cuenta de que no era un mounstro abrió los ojos, y enrojeció.

–Antes de gritar tendrías que ver si es un bicho feo.–le dije con cara de obvia. Ella asintió.

–¿Qué necesitabas?–pregunto. Ahora yo era la avergonzada.–¿Alex acaso tu...?–llevo las manos a la boca y río.

–Estaba tranquilamente buscando a Leo hasta que siento unas manos jalarme hacia el armario del conserje miro bien y era al que buscaba. Me dice que necesitaba un momento de privacidad conmigo por que tus hermanos eran una molestia y me beso.–dije rápidamente dejando a una Annabeth confundida.

–¿El te beso?–pregunto.

–Es lo que trate de decir.–dije cansada.

–¿Es tu primer beso?–pregunto. La fulmine con la mirada.

–¡No! Lo que trato de decir es que, los besos me dejan confundida.–al terminar de decir eso me tape la boca rápidamente. La mire, ella me miro interrogante.

–¿Los...besos?–pregunto con una ceja alzada. Trague seco.

–Eh...quiero decir...pesos...¡Si pesos! La grasa de todos, me mareo con tanto peso.–dije rogando que eso la convenza. Su rostro volvió a la normalidad.

–Bien...creo que últimamente no estoy escuchando bien.–dijo empezando a caminar. La seguí, gracias a los dioses no me escucho.

¡Demonios!

Ja! Idiota.

Al salir, me dirigí con Annabeth a la caja para poder pagar. Cuando llegue, todos estaban pagando, había como 30 paquetes de toallas. Mi rostro era un arcoiris.

–¡ALEX!–me llamo Percy, las personas miraban la escena divertidos. Y yo muriendo de vergüenza. Corrí apresuradamente donde se encontraba Percy.

–¡Callate idiota!–dije jalandole la oreja. Nico quien se encontraba detrás nuestro reía.

–Están haciendo un escandalo.–dijo Jake susurrándome al oído. ¿De donde salió?

Hasta que siento unas manos en mi cintura.

–Quieta. Si no quieres ser exterminada.

Esa voz la conocía...acaso...no puede ser...¿Will?

Y tu que te habías enamorado.

¿Yo?¿Semidiosa?Ja! deja de fumar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora