¿Yo?¿Semidiosa?Ja! deja de fumar.

Capitulo 27

*Narra Jason*

La luz brillaba, la curiosidad me invadió al igual que a Percy. Nos acercamos a la puerta de la sala de Hades, dudoso Percy tomo la iniciativa y abrió la puerta.

Lo siguiente no me lo espere.

–Hola hermanito.

Las lágrimas brotaron de mis ojos al verla así, no otra vez.

–Percy... Otra vez nos volvemos a encontrar.–dijo Hades. El solo estaba en shock al ver a Alex así.

Limpie las lágrimas.

–¡Tu maldito imbécil!–lo apunté con mi dedo índice. Furioso.

–¡Esa no es manera de hablarle a tu Dios!–Hades se enfureció y se convirtió en el Diablo.

–¡Yo le habló como quiero!–le grite. En eso la puerta se abrió, y dejaron ver a Nico y Annabeth.

*Narra Nico*

Partimos rumbo a la sala de mi padre, Annabeth estaba metida en sus pensamientos. Y yo también. No podía creer que quería llegar hasta esto, es mi padre ,lo se, pero tengo mucho odio hacia el. El me había hecho sufrir demasiado, por eso desde que tenia 10 años decidí no volverme a acercar a el y no encariñar me con nadie. Pero Alex entro en mi corazón a la fuerza, y ahora no puedo sacarla, es como una enfermedad terminal, no hay cura, mi amor hacia ella es la enfermedad, la cura, no existe.

–Nico ¿Me estás escuchando?–me pregunto Annabeth. Salí del trance.

–Disculpa ¿Qué decías?–dije volviendo a mis sentidos, mire al frente, esperaba la respuesta por parte de ella, pero sólo recibí mas silencio. La mire, me miraba preocupada.–Ya lo sabes.–le dije.

–¿Saber que?–me pregunto.

–Yo... Yo estoy enamorado.–dije finalmente. Me miro sonriente.

–¿De verdad? ¡Que bueno Nico, al fin! ¿Quién es la afortunada?–preguntó feliz. Ya estábamos a pasos de llegar a la puerta.

–Es Al...–no pude terminar ya que había visto a espíritus vigilando. Tome a Annabeth de su prenda y la jale hacia mi detrás de una pared. Miro cautelosamente y había visto a todos los espíritus en la puerta.

–Mierda.–dijo. Reí ante su tonto comentario. Lo tenía. Tome una roca ardiente y la tire mas lejos que ellos para que pudiéramos pasar la puerta. Sus cuerpos tomaron rumbo hacia nosotros.

Salimos detrás de pared y nos pusimos en defensa. Rieron malévola mente. Pero cuando me vieron dejaron de reír.

–Señor, lo sentimos.–se arrodillaron.

–¡Muevete!–ordene. El lo hizo y los demás también. Corrimos hasta llegar a la puerta.

Tome valor y abrí la puerta, vi a mi padre convertido en diablo. Percy con la boca abierta, Jason llorando. Y a... Alex.

–¡Maldito!–grito Annabeth. No sabia como reaccionar. Ella estaba cambiada. Mi padre me vio.

–¡Hijo!–grito se transformó de nuevo en humano. Se acerco para abrazarme pero retrocedí.

–No... Te acerques.–dije mirándolo con odio.

–Pero... Hace mucho no nos veíamos. Hijo yo...–cerré los ojos e hice una señal de que parara.

–No quiero saber...–dije poniendo mis manos como puño.

–¿Qué pasa? No te alegras de ver a tu padre...–abrí los ojos, me miraba con tristeza.

–¿Alegrarme?–reí amargamente.–¿Es enserio?

–¿Qué te sucede?–me pregunto acercándose mas.

–No des... Ni un paso... Más.–dije retrocediendo. Annabeth nos miraba con miedo.

–¿Es esa la forma de tratar a tu padre?–elevó la voz frunciendo el ceño, notablemente furioso.

–¿Esta es la forma... En la que recibes a tu hijo? ¿Queriendo matar a todos mis primos, y amigos? ¿Eh? ¿Sabes? Preferiría morir, antes de ser tu hijo. Eres un psicópata, interesado y ambicioso, que se toma el tiempo de quitarle su final feliz a las personas. Desde la muerte de Hazel te empeñas en quitarme mi felicidad y dices quererme, tus sentimientos hacia mi, solo son odio y rencor.–eleve la voz. Veía borroso.–No... Hades esa no es una forma de vivir. –una gota callo por mi mejilla. El me miraba perplejo.

–Ella era mi favorita, tu ¡TU! arruinaste mi vida. Desde tu nacimiento mi vida fue infeliz.
Preferiría que tu estés muerto.–mas lágrimas caían, no tenían limites. Asentí lentamente. Odio era lo que sentía.

–¡¡ENTONCES MATAME!! ¡¡VAMOS!! ¡HAZLO! ¡SI TANTO ME DESPRECIAS!–llore mas fuerte. Me tire al suelo de rodillas.

–¡Nico no!–grito Annabeth.

–Hazlo... Por favor.–dije mirando al suelo. Algo había impactado fuertemente.