¿Yo?¿Semidiosa?Ja! deja de fumar.

Capitulo 28

*Narra Autora*

Los tres chicos emprendieron rumbo en busca de Alex. Con incomodidad y tensión en el ambiente, iban atentos a su alrededor.

–¿Y qué es de tu vida, Sean?–preguntó Jake, rompiendo la tensión. Este extrañado por la tan inesperada pregunta, lo miro. Jake volteo la mirada a quien lo miraba. Sean vio sinceridad en sus ojos.

–Antes de que pasara todo esto, vivía en Inglaterra, pero tuve que mudarme con mi madre a New York ya que se había enamorado y tuve que convivir con mi odioso “hermanastro”. Luego vine aquí y me entere que tenia una hermana, Clarisse.–dijo Sean. Cada vez que hablaba de su mamá su voz se quebraba.

–Te entiendo, es difícil y extraño enterarse de un día para otro que eres hijo de un Dios.–dijo Mike. Sean asintió y siguieron hablando.

Un suspiró por parte de Jake salio a flote, no podía dejar de pensar en Alex.

¿Si la amaba? Totalmente, estaba enamorado, como nunca. Pero no sabia sus sentimientos hacia el. Y sabia que tenia competencia, mucha. Salio de sus pensamientos y se concentro en la charla que mantenían su hermano y Sean.

–Extraño a Alex.–soltó sin más Sean. Llevándose miradas de odio por parte de Mike y Jake.–La amo cuando la bese su aliento olía a fresa, es hermosa.–dijo con emoción y tocándose los labios.

Jake al escuchar eso se dejo llevar por la ira.

–¿¡Qué has hecho, que!?–dijo Jake con furia tomándolo de la chaqueta de cuero. Sean solo río mirando hacia otro lado. Mike sentía la misma furia que Jake, pero no quería iniciar una pelea.

–Como lo escuchas, ¿Qué piensas? ¿Hacemos linda pareja?–pregunto con arrogancia Sean. Mike trato de separarlos pero recibió un puñetazo en el estomago y cayó al suelo.

–¡Eres un imbécil!–el puño de Jake se estrello en el rostro de Sean.

–¿Sabes? Creo que beso mejor que tu.–dijo directamente el castaño riendo.

–¡Cierra la boca!–no espero ni un segundo para que su puño hiciera contacto con la boca de su amigo. Sus ojos soltaron lágrimas. No lo podía creer, su propio amigo le había traicionado. El castaño soltó una risa amarga y se toco el pequeño hilo de sangre que salia de su boca, paso su legua por los labios y escupió la sangre.

–Pegas como niña.–lo reto Sean. El nombrado volteo su cabeza con los ojos llorosos, y lo empujó con fuerza al suelo. Mike solo miraba la escena, pero no se habían dado cuenta que estaban al frente de la sala, este solo se trato de levantar, sin éxito.

Jake con fuerza y odio se puso encima de un destrozado Sean y empezó a pegarle. El otro no podía moverse, ya no tenía fuerzas.

Mike uso toda su fuerza para poder levantarse y les pego una patada a cada uno, Jake intento pegarle pero el otro señalo la puerta frente suyo.

–¡Espero que sea la ultima vez que te acerques a Alex, la próxima no vivirás para contarlo!–le advirtió este a Sean. Este ultimo con pocas fuerzas se levanto.

–Tu no eres nadie para amenazarme.–dijo Sean.

Y luego se escucho un gran estruendo detrás de la puerta. Jake dejo atrás su odio y se apresuró a abrir la gran puerta.

Cuando la abrió el miedo y susto invadió su cuerpo.

Con miedo, por la expresión de Jake al abrir la puerta, Sean se levanto y fue hacia donde estaban los dos hermanos.  

–¡¡Nico!! ¿¡Te encuentras bien!?–grito con preocupación Annabeth corriendo hacia el.

Este solo lloraba.

–Tenia que hacerlo, era un tipo idiota y fracasado.–dijo Alex mirando con lastima y repugnancia al Dios que se encontraba inconsciente.–Pero miren nada más, si son los súper idiotas.–dijo riendo por su propio comentario. Empezó a caminar alrededor de sus amigos.–Idiota 1, idiota 2, idiota 3... ¡Oh! Juguemos un juego, ustedes se esconden... Y yo los encuentro y los mato.–dijo ella terminando con una sombría sonrisa.

–¡Basta ya! Alex, soy yo Jason, tu hermano.–dijo el acercándose a ella.

–¿Jason? ¿Eres tu?–dijo ella acercándose mas a Jason. El la abrazo con felicidad y ella lo empujo tan fuerte que dejo una grieta en el suelo.–¿Qué tan idiota me crees?–se río y miro el techo.–Ustedes verdaderamente dan risa y lastima.–se colocó delante de la puerta y los miro a todos. Río internamente al ver a su “hermano” tirado en el suelo con sangre en la cabeza. Lo pateo despacio.

De un segundo a otro Alex se encontraba en el suelo.

–¡Dylan! ¡Leo!–gritaron los demás. Estos al mirar a la persona en el suelo, abrieron los ojos como platos.

–¡Alex! ¡Despierta!–le grito Leo pero Percy se abalanzo sobre el y le tapó la boca.

–¡Dejalo! ¡No quiero otro inconsciente!–le grito Annabeth sacando a Leo de alado de Alex.

–¿Qué haremos?–pregunto Leo exasperado. Fueron rápidamente donde Jason, quien no se movía.

–Primero tendremos que salir de aquí... Sea como sea.–respondió Annabeth mirándolos a todos seriamente. Ellos asintieron.