Otra oportunidad ♡

Yugo Desigual

A veces pienso que me hubiera gustado conocer a Johny en otro tiempo, tal vez cuando fueramos grandes. Cuando todo fuera más fácil, pero me doy cuenta que vale poco lo que piense porque lo conocí ahora. Y no hay marcha atrás. De verdad que no la hay.

El reencuentro no fue tan eufórico como lo imaginé.

Regresé a clases con toda la actitud para comenzar de nuevo.
Con demasiadas ganas de ver a Johny a mi parecer.
Pero no fue. No se apareció. Ni al día siguente. Ni al otro.

Entonces me dí cuenta, cuanto, cuanto me importa.
Y es que yo no quería aceptarlo.
No quiero, rayos, no.
Esos días fueron un asco.
Y no me agradé.
Y me enojé, con él, conmigo.

Entonces me dije a mi misma que no importaba si lo volvía a ver o no, yo debía seguir siendo feliz.
Porque lo era antes de él.
Lo tengo que ser después de él.
¿Por qué tendría que ser diferente?

Entonces el jueves, ya sin ánimos de nada en particular, el idiota se apareció. Con un ramo de rosas.
PfffJohny.

Entonces cuando lo ví afuera de mi salón, con la mirada tan tierna como cuando lo conocí, tan ingenuo, tan crédulo, como si nada hubiera pasado. Por un momento me lo creí.
Tuve que ir y abrazarlo. Porque no me quedaban muchas opciones. O tal vez si. No me importó.
Deseaba ese momento. Aunque lo negará.

Pocos días después de volver a verlo le presenté a mis papas, porque fueron a la escuela por mí y sin duda les agradó. Porque es imposible que ese chico no le agrade a alguien. Imposible.

Pocos días después le regalé un collar del Yang, yo me quedé con el Ying. Las dos mitades, una no existe sin la otra. Bah.

Pero vengo aquí, para decirles que es cierto. Totalmente cierto.
Los polos opuestos si se atraen.
Pero es que eso ustedes ya lo sabían. ¿eh?
Y no hablo de nada referente a Física porque creánme es una de las materias que menos entiendo.
Hablo del amor. Porque eso sí, lo entiendo completamente. O eso creí.

Desde que lo conocí supe que era distinto a mí. Es decir, literalmente escapé cuando quiso darme la primera rosa. Mis amigas le dijeron que se alejara de mí porque yo se los pedí.
Y él, a pesar de mi cortesía y amabilidad natural no se rindió. No lo hizo.
A pesar de lo mal que se pintaba el paisaje. A pesar de que soy mala pintora. O mejor dicho una pintora...,mala.

Si yo hubiera estado en su lugar probablemente me hubiera mandado muy lejos. Pero a él le pasó lo opuesto. Él si quería estar conmigo. Y no puedo estar más sorprendida. ¿Se encontrará bien de sus facultades mentales?

No estoy bromeando. Soy una chica difícil. Y no como entender cálculo estando distraído. Aún peor. Difícil de conocer, de tratar, de impresionar, de enamorar. De amar. 

Y él. Si todas las personas del mundo pudieran conocerlo. Todos se enamorían de él.
Él es tan fácil de amar.

Somos totalmente diferentes. En tantas cosas, en todo.

Es decir, a veces puedo ser tan...sínica.
Me gusta siempre decir la verdad, no creo en las mentiras piadosas, más bien me parecen una espada de doble filo.
Las personas piensan en mí como un extraño sinónimo de descaro y no de honestidad. Por mi falta de prudencia por supuesto.
Y él podría mentir, ocultar fácilmente las cosas con tal de, según él; proteger a los que quiere.
El problema es que estoy en contra de la mentira, y todo lo relacionado a ella. Ella y yo, no somos hermanas.

Y es cierto, los polos opuestos no se comprenden. En lo más mínimo. No pueden hacerlo.

No puedo evitar pensar en un pasaje de la Biblia.

"No participen en nada de lo que hacen los que no son seguidores de Cristo. Lo bueno no tiene nada que ver con lo malo. Tampoco pueden estar juntas la luz y la oscuridad. Ni puede haber amistad entre Cristo y el diablo. El que es seguidor de Cristo no llama hermano al que no lo es"
(2 Corintios 6:14-15 [TLA])

Entonces recuerdo los collares, las dos mitades se unen para formar el círculo, el Ying-Yang, pero en mi caso, esto es imposible.

Dios dice que no hay amistad entre un incrédulo y un creyente. Él es muy claro. Si no puede haber amistad menos unión.
¿A qué le estoy tirando?

Entonces comienzo a llorar.
Dios puede hablar de una y mil formas. Y los que no lo conocen tal vez no lo sepan, pero escuchar a Dios puede ser realmente duro.
Amar a Dios requiere sacrificios.
Y no hablo de matar animales o algo así. De hecho es mucho peor. No son animales los que tienes que matar. Es a ti misma.
Morir a mí para que el viva en mí. Es un asunto más espiritual que físico.

Entendí lo que Dios tenía para decirme. Debo terminar con Johny.

//-Eh, Johny quiero hablar contigo
-Claro, dime. - dijo tranquilamente
Oh, no puedo hacerlo, no.
-Um, yo... creo, sabes, nuestra am, bueno relación, creo que no funcionará
-¿Qué dices? - dijo sorprendido, aún no estaba del todo seguro de haber escuchado bien
-Johny, creo que debemos terminar. - esta vez lo dije sin vacilar, segundos después él supo que hablaba en serio
-No, eh, no... ¿Por qué?
Dios, ayúdame, no puedo con esto.
- Sabes que soy cristiana, eh? (él asintió levemente) si, bueno los cristianos em, no podemos tener pareja que no lo sea
-Eh, Adri ya habíamos hablado de esto, te dije que estaría dispuesto a hacerme cristiano por ti
-Lo sé Johny, pero esto es más complicado; si realmente estás dispuesto a creer en él tienes que hacerlo de corazón, no por mí; además los noviazgos en Dios no existen, solo se puede tener pareja cuando uno está dispuesto a formalizar una relación para en un futuro contraer matrimonio, lo lamento tanto Johny, nunca debí aceptar andar contigo, yo... no me comporté como una verdadera cristiana, siento haberte incluido en esto, perdóname. - dije conteniendo las lágrimas, jamás me había sentido tan culpable, le estaba rompiendo el corazón, me lo estaba rompiendo a mí, los sentimientos dentro de mí me estaban superando, esto no es como lo fue con Ángel
Dios, es mucho peor.
-Yo, esto es algo que no me esperaba, no estoy de acuerdo, pero si es lo que quieres, yo no te puedo obligar, Um, respeto tu decisión creo. - dijo totalmente confundido, triste, se sentó en la banca de la Prepa, se cruzó de brazos y los apoyó en el respaldo, agachó la cabeza hacia ellos, cubriendola por completo con el gorro de su sudadera
Oh, Johny...
-Adiós Johny, en verdad lo siento mucho. - dije para salir corriendo de ahí, como huyen los ladrones,   como cobarde ante él, demostrando de parte de quien estaba mi lealtad y mi corazón, huí antes de echarme a llorar como una loca, antes de poder arrepentirme//