Amor Secreto

Capítulo 04

-No puede ser usted otra vez- susurra, pero es escuchada por él. Retrocede dos pasos para no quedar muy cerca del individuo.

-Creo que el destino se empeña en que nos encontremos. Me presento Gabriel Andrés- estrecha su mano, mientras Alejandra se la sostiene.

-Mucho gusto señor- expresa educadamente, mientras esté le sonríe.

-Adivina que me paso, -hace una pausa- estuve toda la noche pensando en ti- confiesa con una sonrisa pícara.

Ambos estaban sorprendidos de haberse encontrado de nuevo. Como si el destino estuviera empeñado en que se encuentren una y otra vez. A Alejandra su corazón está latiendo fuerte sin ninguna razón. Lo que si estaba rondando por su cabeza es disculparse por la forma en que lo trato, pero se sorprende ante las palabras de Gabriel.

-Así- es lo único que sale de sus labios después de semejante confesión. Gabriel se toca la barbilla, mientras le sonríe muy coqueto.

-Aunque eso no debería sorprenderle, recuerda que le dije que voy hacer el amor de tu vida. ¿Cómo empezamos hoy? - dice muy divertido como si de un juego se tratara.

-Va a seguir con lo mismo. ¿Quién se cree usted? - se cuestiona, se da media vuelta por su impertinencia, no quiere escuchar sus palabras, ni seguir dialogando con él. Se arrepiente de haber pensado por un momento en disculparse por su actitud en el aeropuerto.

-¿Cómo te puedes ofender? Por un simple piropo o una galantería de mi parte- se cuestiona por la actitud de Alejandra tan a la defensiva.

-Usted señor está abusando de mi paciencia-gruñe. Sus manos se colocan en forma de jara.

-Lo que tiene que hacer es conocerme mejor. Porque cuando a mí se me mete algo en la cabeza, uy... sálvese quien pueda- le dice acercándose a ella intentando de acariciar su mejilla, pero está se echa hacia atrás esquivando la osadía de Gabriel.

-Pues sáqueme de su cabeza- dice decidida, mientras voltea sus ojos.

-Eso es lo que no puedo hacer, sacarte de mi cabeza y mucho menos de aquí- dice colocándose su mano en el corazón. Alejandra abre sus ojos como dos platos, sorprendiéndose por las palabras de Gabriel. Reacciona mirándolo a los ojos fijamente intentando analizarlo. Esté le regla una sonrisa encantadora.

-Eso es imposible- no le cree y le pone los ojos en blanco. Pone sus manos cruzadas en su pecho.

-¿Por qué te resulta absurdo? Tu no crees en el amor a primera vista- cuestiona, provocando una punzada de duda en Alejandra.

-Solo contéstame una cosa. ¿Por qué yo? -pregunta.

-Porque tú, debe ser porque todavía mis labios recuerdan el beso que nos dimos- explica para después acariciarse sus propios labios. Alejandra abre los ojos como plato.

-El beso que tú me robaste- aclara inmediatamente. Se toca la frente sin poder creer lo que le está pasando con Gabriel.

-Y que a ti también te gusto. Yo lo sé. ¿Por qué? -señalándola- porque me lo dicen tus ojos. Mira Alejandra a lo mejor lo que te voy a decir te resulte algo extraño o raro, creo que me estoy enamorando de ti -Alejandra niega con la cabeza, mientras voltea los ojos- soy un hombre de decisiones y sabes decidí que seas mía- concluye, mientras Alejandra está en estado de shock por la firmeza de las palabras de Gabriel. Esta quiere parecer indiferente que suelta una carcajada envuelta en sarcasmo.

-Ah... ya lo decidiste- expresa con incredulidad, mientras Gabriel le sonríe.

-Sí, porque eres increíblemente hermosa Alejandra. Yo sé que te gusto, aunque sea un poquito -hace el gesto con sus dedos- por qué me lo dicen tus ojos, me lo dice tu boca y me lo dice tu corazón- termina señalando su corazón. Alejandra no puede evitar sentirse nerviosa por las palabras que salieron de Gabriel. Ella no sabe que responderle. Lo que si piensa es que Gabriel debe de estar loco. Lo mira fijamente.