Amor Secreto

Capitulo 40

Liliana del Castillo

Termino de peinarme el pelo, dejo el cepillo encima de la coqueta. Abro la puerta del balcón y me encuentro a Felipe.

Felipe: "Buenos días, Liliana."

Liliana: "Buenos días." Le sonrió.

Felipe: "Que haces tan temprano despierta."

Liliana: "Siempre, me levanto temprano para desayunar con mi hija." Se acerca y me da un beso en la mejilla.

Felipe: "Que haces aquí, porque no la vas a buscar."

Liliana: "Voy a buscarla por el balcón." Le digo.

Felipe: "Te acompaño hasta su puerta, mi nieto me comento el incidente."

Liliana: "Perdón por negarte, pero eso es pasado, no quería que hubiera conflicto con mi hija y tu nieto."

Felipe: "Entiendo, eso paso hace muchos años. No quieres que afecte la relación de ellos dos."

Liliana: "Bueno, yo voy a buscar un apartamento, para sacar a Tomasa."

Felipe: "Sabes que la aprecio, la puedes traer aquí."

Liliana: "No quiero abusar de tu confianza, ni mucho menos de Gabriel."

Felipe: "Ningún abuso, Liliana."

Liliana: "Gracias por acompañarme, pero prefiero llegar sola."

Felipe: "Te acompaño, tengo que pasar por ahí tengo para mí habitación."

Liliana: "Por que estabas cerca de mi habitación."

Felipe: "Tengo la costumbre de darle la vuelta a todo el balcón, por las mañanas."

Liliana: "Esta bien." Caminamos sin decir ni media palabra. Cada vez que me acerco se escuchan risas. Miro a Felipe, este se encoje de hombros. Me acerco a la ventana de cristal, puedo apreciar a mi hija y Gabriel besándose entre risas.

Felipe: "Creo que sería mala idea que interrumpas. Además no están haciendo nada malo. Tienen ropa."

Liliana: "Si, mejor me regreso y la espero abajo." Doy media vuelta y caminamos despacio.

Felipe: "Mi nieto, quiere a tu hija, él siempre la va a respetar."

Liliana: Lo sé, pero siempre será mi pequeña. Aunque te confieso que quiero tener nietos, corriendo por mi casa y malcriarlos."

Felipe: "Entiendo ese sentimiento."

Liliana: "Gracias por acompañarme a mi habitación. Nos vemos en un rato en el desayuno." Entro sin esperar respuesta.

***

Ricardo Villegas

Siento los rayos del sol en mi rostro, molestándome. Miro mi alrededor aturdido. Veo que ya es de día, miro mi reloj siete de la mañana. Esto no es bonito dormir en el piso, miro a mi lado esta Mariana, dormida.

Esta mujer es una salvaje. Me levanto con cuidado, me pongo los bóxer y camino hasta la cocina por un poco de agua.

Regreso por a la sala para encontrarme a Mariana sentada con mi camisa puesta. Sonrió.

Mariana: "Buenos días, Ricardo."

Ricardo: "Buen día." Me siento a su lado, me recuesto sobre el espaldar del sofá.

Mariana: "Tengo hambre, pero no quiero desayunar."

Ricardo: "Bueno, no soy muy bueno pero te puedo intentar." Le digo moviendo mis cejas. Suena el teléfono es Gabriel. BA...