Capítulo 12

55 0 0
                                    

El claxon resonó en la paz que reinaba en aquel lugar, no sé cómo, pero 30 minutos habían pasado volando en conversar sobre el futuro de todo esto. Cogimos nuestras cosas, las metimos en la parte trasera del auto y entramos, yo iba adelante y los chicos atrás.

Apenas entré, saludé más relajada a Henry y él preocupado por la forma en que le dije las cosas hizo un gesto de mirarme de arriba abajó para ver si me faltaba alguna parte.

Cuando ya se tranquilizó un poco, no le di mayores detalles de lo que había pasado porque creería que estaba desquiciada, pero le dije una historia similar, le pedí que nos llevara al aeropuerto y enseguida nos pusimos en marcha antes de entablar cualquier conversación le pregunté por mi padre, si sabía algo, si lo había visto en los últimos días, pero la noticia no fue para nada alentadora.

Me dijo que desde hace una semana no sabía nada de él, no lo había llamado ni le había pedido nada, fruncí el ceño ante aquella respuesta, tenía la esperanza de que estuviera bien. La mayoría del camino Henry y los chicos se pasaron conociéndose y haciéndose preguntas un poco raras, las respuestas que daban los chicos eran de lo más normales, si no los conociera había dicho que son unos humanos normales, aunque a varios chistes y preguntas de Henry, Pandora y Rodrigo no respondieron.

Según lo que pude apreciar Logan ha venido o conoce más de este planeta pues él fue el único que supo reírse y responder a los chistes de Henry. El viaje no duró mucho, creo que tan sólo en ese tramo logramos olvidarnos de nuestros problemas y divertirnos, pero cuando llegamos al aeropuerto el peso de los problemas de nuevo se posó en nuestros hombros.

Henry no preguntó qué iba a hacer en el aeropuerto, ni nada, pero me deseó lo mejor y me dijo que si lo necesitaba de nuevo simplemente lo llamara. Cada uno agradeció a Henry y se despidió. Cogimos las mochilas y fuimos a comprar nuestro boleto.

-¿Cómo vamos a viajar? Posiblemente no nos den los boletos ya que somos menores de edad todos- dije.

-Descuida son sólo humanos cariño, con un poco de "magia" nos verán como adultos y no harán preguntas, también puedo hacer que no nos cobren por el boleto-respondió Pandora.

-No me sentiría bien con eso, estaré de acuerdo con tu propuesta de hacernos ver mayores, pero yo pagaré el vuelo.

-¿Segura?

-Sí.

-Como gustes querida.

Estábamos en la fila esperando nuestro turno para comprar el pasaje de avión, me veía igual y a los demás también, me pregunté si Pandora ya estaría usando la magia. Reparé en que sí cuando la señora que atendía nos pidió papeles, y no hizo ningún comentario, solamente se quejó un poco ya que el vuelo salía en tres horas y nosotros acabábamos de comprar el pasaje, después de una pequeña discusión me dio los boletos y me dijo que pasara a la revisión.

Todos concordamos en que no podríamos quedarnos ahí quietos mucho tiempo, todavía faltaban dos horas para que el avión partiera y si nos quedábamos esperando, los Horsman nos encontrarían.

Caminamos por todo el perímetro, buscando un lugar vacío y no lo encontramos así que al final decidimos ocultarnos en uno de los cubículos del baño de mujeres, en donde milagrosamente no había nadie. Me concentré unos segundos y un hueco se abrió en la tierra, era lo suficientemente grande para que cada uno de nosotros entrara a la perfección. Una vez dentro comimos y descansamos. La caverna era muy similar a la anterior, sin mucho detalle y espaciosa.

Las siguientes horas pasaron demasiado rápido, no hicimos nada productivo la verdad, conversamos de cualquier cosa que se nos viniera a la mente y reíamos como locos, creo que llegaríamos a ser grandes amigos algún día. Transcurrido el tiempo de espera para que nuestro avión llegara, salimos a la luz de nuevo. Afuera todo se veía tan normal como siempre, pero por alguna razón presentí que aquella no sería una noche normal.

Los Guardianes de las GemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora