Capítulo 20

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El vuelo fue completamente tranquilo hasta su final, ni siquiera una turbulencia, bajamos tranquilamente en dos grupos, yo con Pandora y Logan con Rodrigo, cada uno en su propio tema de conversación, ajeno a este mundo. Para luego prepararnos para el viaje con el transportador, yo sería quien abriría el transportador, esté se uniría directamente a mi fuerza vital, Rodrigo era la segunda persona más poderosa allí, por lo que con él estableceríamos una conexión, y entre los dos mantendríamos el viaje, hasta donde ya no podamos, el problema radicó en que estimamos llegar hasta la mitad del Atlántico y después caeríamos (esta vez mi nariz estaría a salvo) y no tendríamos barco para seguir nuestro trayecto. Propuse usar el tercer transportador, pero nadie estuvo de acuerdo pues era para una situación de emergencia y ya no tendríamos la suficiente vitalidad para hacerlo.

Después de un tiempo de pensarlo entre cuatro cabezas una nueva idea vino a mí, más bien un recuerdo, mi madre había dicho que si necesitaba algo lo pidiera, trataría de conseguírmelo, les dije la idea a los muchachos y estuvieron conmigo. Fui a un lugar solitario para no parecer una loca pues lo que tenía pensado hacer era patético. Encontramos un parque, fuimos a un lugar algo solitario y los chicos hicieron una especie de círculo cubriéndome, yo me arrodillé en la tierra negra que ahí se encontraba, tomé un poco para luego volver a dejarla en donde estaba, puse mi mano abierta en la tierra como recibiendo su energía y empecé a tener una conversación mental con mi madre.

-Madre, en serio necesito algo ahora, es un favor grande ¿Me escuchas?

Pensé que no respondería, pero una voz dulce se apoderó de mi cabeza.

-Será un placer, cuando caigan un barco pequeño a motor los recibirá, el mar forma parte de mí, pero sin embargo no es de mi completo dominio, lo mantendré calmado hasta donde más pueda, pero se encontrarán con varias sorpresas.

-Gracias madre, debo irme

-Adiós, te quiero.

Corté "la conexión", otra duda me estaba martillando la cabeza ¿Cómo nací? Si la Tierra era mi madre dudo que haya tenido amm... una relación amorosa con mi padre y me tuvieran a mí, ya preguntaré eso después, por ahora debo ir al tema principal.

-Dijo que me ayudará, caeremos en un barco mandado por ella, aunque me advirtió que a pesar de que el mar forme parte de ella no está completamente en sus dominios y que podríamos encontrarnos algunas sorpresas

-Por hoy dejaremos eso para después, debemos irnos ya, nos están rastreando, lo puedo sentir.

-La conexión, debemos hacerla, hay muchos métodos, pero sin duda el más rápido y fuerte debe realizarlo Mariana con una rima- me señaló y volvió a hablar- busca en defensa, debe ser uno de los primeros.

Me apresuré haciéndolo, pero me inquietó saber que Rodrigo tenía una idea, o sabía lo que hay en el libro y como está organizado, abrí directamente el libro en ofensa y efectivamente, el primer subtítulo era conexión, me gustó el primero y decidí aplicarlo, nos tomamos las dos manos con él y en un abrir y cerrar de ojos el pasto se hizo más verde y los rosales aparecieron con rosas rojo escarlata, me avergoncé con ello y bajé la vista al libro pronunciando la rima.

"Después de un tiempo descubres que todo se conecta, a los amantes los cubre una manta que los une, a los amigos una cobija que nunca los separa y a los padres la eterna esperanza de un mañana. La conexión ya fue hecha, que la luna os ofrezca su cuidado y el sol su camino cruzado"

Al decir la última palabra un cosquilleo me subió por el brazo y se extendió por todo el cuerpo, tuve que cerrar los ojos pues una imagen me vino a la mente. Era Rodrigo con su clásica postura y la misma ropa que llevaba hoy, me habló y de la misma forma que había ocurrido con mi madre su voz inundó toda mi cabeza.

-Ahora que estamos conectados podremos hablar mentalmente, debo advertirte que cuando acabemos el viaje con el transportador debes deshacer esto, si lo dejas así tu sentirás todo lo que yo sienta, y si algo nos pasa a alguno de los dos, podríamos colapsar ambos, no es muy conveniente.

-Entiendo, luego tendremos tiempo de hablar, ya debemos irnos.

Y dejamos de hablar, me dieron el transportador, era una especie de caja circular pequeña, más ancha que alta, cabía perfectamente en la palma de mi mano, debía abrirla, luego tirar al suelo su contenido mientras pensaba en el lugar a donde quería ir, tuve nervios, pues si no lo hacía bien habría problemas, pero nadie más parecía nervioso, todos estaban tan tranquilos como si tuviera experiencia en eso.

Hice exactamente lo que me dijeron y sentí ese tirón familiar y luego la nada alrededor de mi cuerpo, supongo que este viaje sería un poco largo, decidí conectarme mentalmente con Rodrigo, lo llamé y ahí estaba.

-¿Qué pasa?

-Creo que este viaje será largo y la sensación de estar aquí es un poco aburrida, no siento nada más que el vacío.

-Claro, bueno eres una principiante apenas, lo más aburrido del mundo es viajar así, una vez tuve que hacerlo durante dos días, con la energía de un escuadrón entero de personas.

-Vaya, dime algo ¿Puedo abrir los ojos?

-Sí, pero hazlo lentamente, sentirás algo de náuseas y te faltará la respiración, pero descuida después de un momento pasará y por cierto, trata de no moverte demasiado, estamos en un viaje dimensional y si te sales un poco de la dimensión en la que estamos irás a otra y encontrarte nos tomará tiempo

Eso fue raro, ¿Dimensiones? Ya le preguntaría luego, por el momento me concentré en abrir los ojos, lentamente como me lo dijo, al inicio no sentí nada, pensé que todo estaba bien, pero luego empecé a cuestionarlo, las náuseas me invadieron, era una sensación leve, pero cada vez aumentaba, me mantuve como una estatua y poco a poco fue pasando, ya tenía los ojos casi completamente abiertos, cuando una ráfaga enorme de aire me entra por la nariz cortándome la respiración quise moverme y sacudirme para volver a respirar, pero la mano que se encontraba a lado mío me apretó más fuerte y entendí la señal "no te muevas", concentré todas mis energías en mantenerme viva en esas condiciones y tal como llegó la ráfaga de viento se fue.

Mis ojos por fin pudieron abrirse, todo era blanco, era como estar en una habitación blanca, sin adornos ni colores más que el blanco, que deprimente. Miré a mi lado derecho, debería estar Rodrigo, en su puesto sólo había más pintura blanca, lo más extraño fue que sentí su mano en la mía, como adivinando mis pensamientos me habló.

-Cada uno está en un espacio diferente, puedes sentirme, pero nunca lograras verme, puedes hablarme y te escucharé, tú también lo harás, no sé porque funciona así, pero es extraño, lo sé.

Me atreví a hablar en voz alta, no sin antes sentir náuseas de nuevo.

-Todo blanco, esto es deprimente

Pensé que Rodrigo respondería, pero la voz de Logan y Pandora me hicieron saber que también lo oyeron.

-Si es aburrido y ni siquiera puedes moverte o caerás quién sabe dónde.

-Pero es bueno si quieres estar sólo un momento, lo he probado y te ayuda a pensar.

Seguimos conversando de temas sin importancia alguna, reí y sonreí mil veces, todo era buen humor hasta que el dolor se apoderó de mí, cada parte de mi cuerpo sufrió un dolor intenso que duró un segundo, seguido por un dolor no tan molesto y continuo. La mano de Rodrigo apretó la mía más y más, supongo que el sintió lo mismo que yo.

El resto del viaje permanecimos callados, oyendo como Pandora y Logan hablaban, nosotros debíamos guardar energías para llegar más lejos y tener menos tramo que recorrer en barco, a cada segundo el dolor se aumentó más y más, haciendo perecer cada una de las partes de nuestro cuerpo. Con un último esfuerzo Rodrigo dijo dentro de mi cabeza.

-Cuando ya no aguantes más, sólo suelta mi mano

No tuve fuerza para responderle, el tiempo pasaba lento y el dolor más rápido crecía, saqué mi fuerza interna, mis reservas sin duda ya se estaban agotando, supe que era el momento de terminar el viaje cuando el dolor amenazó con romper mis músculos hasta que no quedará un pedazo, aflojé mi mano de la de Rodrigo, él también me ayudó a hacerlo y la sensación de caer no me hizo sentir absolutamente nada, estaba tan cansada y dolorida que ya no sentía nada.

Lo último que oí fue un ruido sordo y mi cuerpo sobre algo suave y esponjoso.

Luego oscuridad.

Los Guardianes de las GemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora