Trataré de describirlo cómo mejor pueda, aunque tanta belleza no se puede explicar tan sólo con simples palabras.
Estaba parada en donde antes había explotado la roca, y el Universo parecía un collage de colores, en todo lo que estaba a mi vista podía observar que cada parte de lo que veía era de un color diferente. Rojo, naranja, amarillo, verde, celeste y negro por un lado. Azul, dorado, plateado, rosado, café, morado y blanco por el otro. Cómo una aurora boreal o un arcoíris incluso, estaban esparcidos, mezclados y difuminados, entre todo eso, y sin ningún orden estaban brillando estrellas, el fulgor de una era mayor que la otra.
No había aire, no había frío ni calor, todo estaba en un perfecto estado, una capa de polvo cubría ligeramente todo, polvo cósmico, imagino. Me sentía en el polo norte, para que entiendas, diré que era una aurora boreal, con todos los colores que se pueden conocer y con la diferencia de que había estrellas por todos lados, ¿Y qué más decir? Mi cuerpo se sentía a contraste con todo aquello que estaba allí, podía sentir a mis pupilas dilatarse y tomar los colores del Universo y sin mi permiso mi cuerpo se impulsó hacia delante, no importaba si caía, sólo abrí mis brazos y me tiré al vacío.
Al instante de haberme tirado empecé a flotar, me quedé quieta en un lugar, supe que aquí ya no funcionaba la gravedad, moví mis brazos y mis piernas cómo su estuviera en una piscina olímpica. Me elevé y ahora vi a una estrella de cerca, no es con cinco puntas, ni cómo nos lo hacen creer, son unos orbes brillantes y gigantes, dan calor, aunque aquí no lo siento, mi cuello empezó a arder de nuevo, aunque no tan intensamente como la primera vez, y de pronto el tatuaje ya no estuvo, sino el collar en su forma natural (cómo la primera vez que lo encontré) Seguí nadando, esta vez el collar me halaba, me llevaba volando rápidamente, esquivando por muy poco a otras estrellas. Tuve que esforzarme para seguir su ritmo, me estaba lastimando la parte trasera del cuello mientras halaba. Cuando llegamos a una estrella paró abruptamente y me dejó observar de mejor manera la estrella, en su interior faltaba una piedra cuadrada, con la forma del collar, me lo saqué y con el mismo cuidado con el que das de comer a un león, puse el collar en el hueco que faltaba.
La estrella empezó a brillar con más intensidad y esta vez tuve que cubrirme los ojos, mientras daba vueltas en su mismo eje, brillaba más y más, decidí irme de allí, viré aún cerrada los ojos y me fijé que en cada estrella faltaba algo, un hueco, con formas y figuras diferentes, me sentía feliz y equilibrada, al menos hasta que la gravedad volvía lentamente, se supone que estoy en el espacio, aquí no afecta eso, pero aun así estaba cayendo, de pronto el aire me empezó a faltar, empecé a atrancarme, ya no había aire, iba a morir si seguía sin aire un segundo más, la presión me aplastaba, y no sabía qué hacer, cerré mis ojos, con el pensamiento de que sería mi último minuto de vida.
La respuesta cayó del cielo, más bien de mi mochila, la primera manzana, a medio comer cayó del bolsillo en dónde la había guardado. En un último abrir y cerrar de ojos la vi, con esfuerzo la cogí y le di un gran mordisco. Ni siquiera me había fijado en que el efecto estaba pasando, cuando tragué instantáneamente pude volver a respirar y no seguí cayendo, ¡Así que era la manzana! Fue un alivio, y quise irme de inmediato, me dio miedo, sentí próxima mi muerte.
Volví a la estrella dónde había dejado mi collar, lo tomé bruscamente, el fulgor de la estrella se apagó un poco, a diferencia de mi collar, que parecía revitalizado completamente. Estaba frío, y al ponérmelo sentí otra ola de alivio único, por ese momento no le di demasiada importancia, y rápidamente fui nadando hacía la caverna, si aún lo era.
Cuando pisé en suelo me derrumbé, ¡uf! Un poco más y ya no estaría aquí, mis amigos se acercaron y me ayudaron a levantarme, bueno, mejor dicho Rodrigo me cargó en sus brazos como a una niña pequeña, me sentí aliviada y lo abracé por el cuello.
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Los Guardianes de las Gemas
Aktuelle LiteraturCada planeta tiene guardada su esencia en una gema y cada planeta crea un guardián para protegerla. Una Galaxia lejana está en guerra, se han echo dos bandos y necesitan a los guardianes para ganar la guerra...