La disculpa en San Valentín: el significado del amor

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Pov Shiho

Por fin ha llegado el gran día, el día en el que las parejas demuestran su amor en un simple chocolate u otras, simplemente, se confiesan al chico que les gusta. Yo siempre lo he visto una tontería y, para mi gusto, demasiado cursi. Personalmente, aunque se debe de tener mucho coraje y valentía y puedes sentir el temor de ser rechazada, prefiero demostrar mi amor en palabras, caricias, abrazos o un simple y casto beso. No podría expresar mis sentimientos con todas aquellas acciones porque para mí, sería insuficiente, pero si hay personas a las que les gusta expresarlo a través de un objeto, por mí estupendo, mientras sean felices, nada importa. Por eso, nunca me he atrevido a darle nada a Shinichi, por si se piensa que le amo con todo mi corazón (aunque es la verdad) y por ello arruine nuestra amistad. No sé que haría sin él. Pero, esta vez, será una excepción.

Mientras me distraía con mis pensamientos, caminaba ilusionada, sujetando con delicadeza con mis manos en los guantes de lana, ya que estábamos todavía en invierno y hacía fresquito, la bolsa en la que se encontraba el chocolate. Iba tan ensimismada, que no me fijé en que había una persona delante mío y, como resultado, me choqué con él/ella, a la vez que se me calló el regalo de mis manos.

Shiho: Lo siento mucho, es mi culpa por ir distraída, no me había fijado por donde...-me fui disculpando mientras levantaba la cabeza, hasta que logré visualizar de quién era el rostro. Sí, del chico que estaba ocupando mi mente todo este tiempo-Shinichi...-logré decir.

Shinichi: Shiho... ¿estás bien? te veo muy despistada-preguntó preocupado-ah, claro, debe de ser por mi culpa, otra vez, ¿no?. Realmente, siento lo que ocurrió el otro día, no sé cómo no pude confiar en tí, perdí totalmente los nervios-se disculpó, mirando hacia otro lado por el simple hecho de arrepentimiento por desconfiar de mí.

Shiho: No te preocupes, Shinichi, todos nos equivocamos alguna vez. Incluso tú. Así que no te culpes por ello. Además, quería pedirte disculpas por lo que ocurrió, no fue mi intención-me disculpé. Pensé que este era el momento idóneo para dárselo, pero no lo llevaba conmigo.

No me di cuenta de que se me había caído hasta que lo vi tirado en el suelo. Qué despiste, soy demasiado descuidada. Se me abría caído cuando me topé con él y, al chocar, se me calló y se me olvidó de recogerlo. Miré de nuevo enfrente mía para avisar a Shinichi que me esperase, pero no le encontré. Supongo que abría continuado su camino, luego le alcanzaré. Mi prioridad ahora es cogerlo y marcharme rápidamente y cuando tenga mi oportunidad, se lo daré. Me agaché y fui a recoger la bolsa cuando siento algo cálido encima de mi mano y noto cómo mi corazón se acelera poco a poco y empiezo a ponerme nerviosa y a temblar de la sensación. No... no es por el calor, estamos en pleno invierno-me dije a mí misma. 

Esta sensación, ya la conozco. La alegría, la confianza y sobre todo...el amorEsa sensación profunda tan cálida, que me recorre escalofríos con tan solo el tacto suave de su mano, o incluso un roce piel con piel por un descuido. Esa sensación, que hace que mi corazón lata tan fuerte, como si estuviese apunto de estallar y salirse de mi pecho. Esa sensación, que, por mucho tiempo que estés con él, es como si el tiempo se hubiese detenido para siempre. Esa sensación, que, cuando ves a esa persona, sientas miles de mariposas revoloteando en tu estómago. Esa sensación, que, incluso aunque estés en la misma oscuridad, hará que luches por ello y salgas adelante, solo por pensar en aquella persona. Esa sensación, que, por muy sola que estés, hará que seas la persona más brillante solo por tu enorme sonrisa al estar junto a él. Esa sensación, en la que arriesgarías todo por esa persona a la que amas. Esa sensación, que solo he sido capaz de descubrir y sentir, gracias a...él.

Shinichi: Oe, Shiho, me habías preocupado. Como he visto que no venías, he regresado a por tí-me explicó.

Yo todavía sigo aturdida por ese momento tan especial que me ha dado. Es como si estuviésemos en nuestro propio mundo, a solas, disfrutando de la comodidad del uno al otro. Pero ese momento tuvo que acabar de un momento u otro. A pesar de que sea un detective idiota denso, se debería de dar cuenta de que algo ocurre, de mis sentimientos... ¿o tal vez no?.

Nunca dejaré que te separen de mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora