El cumpleaños de Shinichi

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Varias semanas después...

Pov Shiho

Feliz. Entusiasmada. Despreocupada. Aliviada. Todas esas emociones me rodean y describen perfectamente cómo me siento ahora. Desde que arreglé mi amistad con Shinichi me siento más liberada. Liberada de la fuerte presión que me oprimía el pecho. Miedo. Angustia. Pánico. Temor. Sentía todo eso por pensar que Shinichi me abandonaría al igual que hicieron mis padres, que me dejaría de lado, pero todo eso era una mera fantasía, una horrible pesadilla de la cual he logrado escapar y de nuevo... es gracias a él. A pesar de que es el culpable por hacerme sentir así, es el que ha logrado que huya de mis propios temores, de mis terribles pensamientos y el que consiguió reconstruir de nuevo nuestra amistad y reforzarla aún más. Aunque, por una parte, eso no es cierto. Yo fui la que estuvo equivocada todo este tiempo. Di por hecho que, nuestra amistad estaba perdida. Pero no, solo quería olvidar el dolor al verle junto a otra chica y elegí la vía, la escapatoria, más fácil. Pero él no lo permitió. Él, como siempre, me rescató de toda esta oscuridad y soledad. Él fue quien ayudó a que diéramos un paso adelante, a vivir una nueva etapa, a no estar estancados en el mismo sitio sin hacer nada. Estar distanciados hizo que nos diéramos cuenta de nuestros propios sentimientos, que se quedaron en el olvido, a pesar de que estuvieron siempre ahí en nuestros corazones. Comprendí en ese entonces, cuando me besó en la mejilla, que él seguía a mi lado, siendo la mejor amiga y confidente que tiene y supe que nuestro amor empezó a florecer desde ese instante. Gracias a él, volví a recordar por el cual mi corazón está latiendo constantemente, la razón por la que vivo. Hace muchísimo tiempo hubiese querido reunirme con mis padres, pero él simplemente no me dejaba, no quería que me fuese de su lado. Él es la única razón por la que sigo en este mundo y he logrado entender, que si sigues aquí, vivita y coleando, es porque algo o alguien te retiene y debes cumplirlo. En ese caso, lucharé por el amor de Shinichi.

Dejé de lado estos pensamientos, los cuales habían surgido en mi mente, mientras iba caminando hacia la preparatoria. Voy a ver a Shinichi, que está entrenando con el club para el campeonato de la fase final nacional de fútbol de los distintos institutos del distrito. Mi idea es confesármelo en la cita, aprovechando que celebramos su cumpleaños y su pase a la final del torneo. 

Llegué al campo y no vi a nadie. Qué extraño-pensé-quizás hayan terminado las prácticas, me acercaré a ver en los vestuarios del gimnasio. Vi a algunos compañeros saliendo con sus bolsas colgando en sus brazos y me acerqué a ellos para preguntarles.

Shiho: Ey, chicos, ¿habéis terminado ya de entrenar?-les pregunté mi duda.

Miyamoto: Sí, el entrenador ha querido que no nos sobreesforzemos por si ocurre alguna lesión y no nos podríamos permitir eso antes del partido.

Shiho: Ah, entiendo...-dije en la comprensión-por cierto, ¿Shinichi está dentro?-les pregunté, pensando que se había marchado temprano, antes de que yo llegara.

Miyamoto: Sí, sigue dentro, no te preocupes, ya ha terminado, enseguida sale-me explicó, apartándose para que yo pasase. Pasé entre ellos y no noté cómo cambiaron las expresiones faciales de su cara. Al entrar, le estuve llamando, pero él no me respondía. Pensé que me habían jugado una mala broma y realmente sí se había marchado ya. Cuando mis esperanzas y mi paciencia se agotaron, decidí visitarle a su casa y me di la vuelta, cuando de pronto, al ir por detrás de las taquillas, visualicé una sombra y me asusté bastante.

Shiho: ¿Quién está ahí?-dije atemorizada, sin recibir una palabra de aquella persona-chicos, os juro que si sois vosotros, os voy a cruzar la cara-les amenacé para que parasen. Aquella silueta se fue acercando y yo cerré los ojos del miedo. Tap, tap, tap. Escuchaba todo el rato el mismo sonido, sin mirar alrededor. Noté cómo me recorría escalofríos al notar el tacto de esa persona cogiendo mi brazo. Me atreví a echar un vistazo y no me podía creer quién era.

Nunca dejaré que te separen de mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora