0.1

515 52 2
                                    

Nueve años después


<<Lo siento, cielo. No puedo ir a recogerte. Tengo que pasar a buscar unas hojas en la fraternidad>>

Guardé el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón y bajé los escalones del porche pisando con fuerza; ya mi día había empezado mal.

—¿El príncipe dejó a su princesa sin su carruaje, otra vez?

—No estoy de humor para tus estúpidos juegos, Clifford—gruñí, mirando en su dirección; se encontraba recostado sobre la baranda del porche de su casa.

—Sólo digo lo que veo—bajó trotando los escalones, hasta colocarse a mi misma altura—. Esta ya es la ¿cuarta vez?

—No hace falta que me lo recuerdes—murmuré para mí misma, intentando que no lo escuchara.

Un silencio se instauró entre ambos.

Empecé a caminar en dirección a la escuela, cuando escucho su voz llamándome:

—¿Quieres que te...—vi como su mano pasaba de estar en uno de los bolsillos de su jean a estar en su cabeza, despeinando su pelo más de lo que ya estaba—. Nos vemos en la escuela, Amy.

Y se subió a su auto, sin poder agregar ninguna palabra.

Change; mgcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora