Lo mismo se repetía cada día.
¿Cómo pararlo?
Mi mente no podía evitarlo.
Yo sabía que mentía.
Pero aún así lo quería.
¿Por qué torturarme?
¿Por qué no tan solo dejarlo?
Pues por eso, porque aún lo quería.
Lo mismo se repetía cada día.
¿Cómo pararlo?
Mi mente no podía evitarlo.
Yo sabía que mentía.
Pero aún así lo quería.
¿Por qué torturarme?
¿Por qué no tan solo dejarlo?
Pues por eso, porque aún lo quería.