Me serviré una copa,
la tomaré en la soledad de mi cama oscura.
Me probaré vestidos que nunca pondré para salir de fiesta.
Y me acabaré emborrachando,
y tirando el móvil al suelo,
cansada de leer mensajes tuyos con promesas que nunca llegarán a cumplirse.
Encenderé la televisión solo para que haga ruido.
Me quedaré dormida con los ojos llenos de lágrimas y la mirada perdida en algún punto de la habitación.
Y me levantaré a la mañana siguiente con resaca de pensamientos,
deprimida por haber desperdiciado otra noche.
