No te escondas.
No cubras tu cara.
¿Dicen que eres rara?
Admítelo, no es malo.
Suéltate el pelo, sacude el polvo de las caídas.
Sube a un lugar alto y salta.
Pero no caigas, vuela.
Vuela tan alto que quieran estar a tu lado.
El resto no podrán volar, porque ellos no son raros.