Incompatibles [Gay]

Capítulo 3: Solo tuyo

Narra Adam:

Estaba en el recreo junto a Alessandro, me estaba haciendo muy amigo suyo, aunque las miradas de Lucas me molestaban bastante.

-Hola cosito. -me sonrió Martha.

-Hola. -le devolví la sonrisa.

-¿Quién es él? -preguntó curiosa.

-El es Alessandro, un chico nuevo. -le contesté mientras lo miraba.

-Encantado. -le sonrió.

Alessandro se levantó para abrazar a Martha.

-Que bien hueles. -dijo sonriendo Martha.

Dejé de escuchar a los chicos para mirar a Lucas, el cual estaba haciendo abdominales con sus amigos, aún me acuerdo cuando lo conocí.

-Hola ¿Eres nuevo? -me sonrió.

-Si. -dije tímido.

-No estés aquí solo, vente conmigo. -me cogió de la mano y un escalofrió me invadió el cuerpo.

La sirena me sacó de mis pensamientos, me levanté del césped y me fui para clase. Alessandro se sentaba en un pupitre detrás mio, yo se lo pedí, no quiero que tenga problemas como los que yo tengo.

Era hora de irse a casa, cuando Lucas me coge en brazos y me mete en su coche.

-Me asustaste imbécil. -le dije riendo.

El solo estampó sus labios con los míos, me dio un beso desesperado y a la vez dulce.

-Cuantas ganas tenía de besarte. -me dijo mientras tomaba aire.

-Sabes que soy tuyo. -le dije mientras le daba besos cortos.

-Solo mio, ni de Alessandro ni de tu nuevo compañero de piso. -me miró con el ceño fruncido.

-No empecemos. -le dije molesto.

Arrancó el coche y puso dirección a mi casa, no me dirigió la palabra en todo el camino, no se que hice mal para que se enfadase.

Cuando llegamos a mi casa, baje del coche y sentí como Lucas también se bajaba del coche, abrí la puerta de casa y vi que Rubén no estaba, subí a mi habitación, tire la mochila y fui dirección a la cama, siento una respiración en mi nuca y que alguien agarra mis cachetes del culo.

-Que ganas de hacerte mio. -dijo Lucas con tono picarón.

No dije nada en ese momento, no quería que se cabreara como otras veces y me acabará pegando.

Empezó besando mi cuello, me empezó quitando la camiseta y después el pantalón, me tiró a la cama.

-Lucas, por favor ahora no. -supliqué.

-Ahora dices que no, pero después verás como pides más. -me sonrió mientras se desabrochaba los pantalones.

Cuando queda totalmente desnudo, me da la vuelta y empieza a moverse rápido, un gran dolor siento en mi recto, mi cuerpo se paraliza y se tensa, pero a Lucas eso le dio igual.

Una lágrima cayó de mis ojos, que dentro de unos segundos fueron más de una.

Sus movimientos eran rápidos y desgarradores, sentía bastante dolor.

La puerta de la entrada se oye. Lucas se tensa y se viste rápidamente. Cuando termina sale corriendo de la habitación.

Yo en cambio me quedo en la cama, cojo una sábana y me tapo con ella, pongo mi cara sobre la almohada y comienzo a gritar. Me sentía sucio, humillado y violado.