Narra Rubén:
¿Soy tan fuerte como parezco? Claro que no lo soy, nadie lo es. Todos nacemos vulnerables, nuestros padres son los que nos crean ese escudo protector que de vez en cuando se hace trizas.
Adam se encontraba con la cabeza apoyada en mis piernas sentado en la cama de mi cuarto.
Su cuerpo temblaba del miedo que sentía ahora mismo, Alberto le ha hecho mucho daño y enterarse recientemente que su "admirado" padre es un farsante, tiene que ser un golpe bastante difícil.
Adam siempre fue un chico vulnerable que nunca llegó a formar ese escudo protector, pero en cambio me tiene a mi, yo pararía todos los golpes que fuera necesario solo para protegerlo.
-Rubén...
Le miré y pude observar como estaba jugando con su pelo.
-Dime. -le dije con una sonrisa.
-Lo siento. -me dijo con la voz rota.
Odiaba cuando Adam me hablaba con un tono roto, me daban ganas de abrazarlo y no soltarle nunca.
-¿Por qué? -pregunté.
-Por hacerte llorar. -dijo con dificultad.
-Me dolió lo que dijiste, me dolió oír que te odias sin decirme alguna simple razón real. -suspiré.
-¿Una razón real? No entiendo.
-Dime una razón que sea verdadera para que te odies.
-Ser débil. -contestó directo.
-Está bien, ahora déjame decirte algo.
Sin darme cuenta una lágrima salió de mis ojos, la quite rápidamente y me dispuse a hablar.
-Te protegeré hasta que me quede sin aliento, me enfrentaré a todos los malos, a cualquier criatura que ose solamente mirarte , porque mi vida, como en la antigüedad, a capa y espada te defenderé.
Te protegeré de todas las malas personas que existen en este mundo que te quieran hacer daño, porque aunque lo intenten no lo conseguirán. Te protegeré de Alberto, aunque ya sabes que podría morir en el intento. Te protegeré desde lo más interno de mi corazón para que tu alma no se dañe. Te protegeré a ti y a tu corazón para que nunca se rompa, porque se que es muy frágil y por eso lo guardé como un tesoro, un tesoro de valor importante, que hace que sólo quiera sonreír y abrazarte en cada momento, que hace que todo el tiempo se detenga por un instante, que hace que todo, absolutamente todo sea una aventura.
Te protegeré ahora y siempre.Los ojos de Adam estaban brillantes y mojados mientras que sus mejillas estaban rojas y en sus labios se marcaba una perfecta sonrisa.
-Rubén... -me interrumpió.
-Espera, aún no he acabado. Soy tu novio, Adam Navas eres mi vida entera, el sol que me alegra los días, eres la persona por la que vivo día a día, aunque suene egoísta y tonto pero eres solo mio... -me interrumpió con un beso.
-Cállate ya. -me volvió a besar.
Al igual que Adam necesitaba desahogarse, yo también lo necesitaba y, espero que su opinión haya cambiado.
-¿Te sigues odiando? -pregunté.
-No, ahora odio a otra persona. -me sonrió.
-¿A quién? -pregunté curioso.
-A la persona que me robo el corazón, Rubén del Rey.
Sonreí ante el comentario de Adam y le besé tiernamente mientras que jugaba con su lengua y alguna que otra vez con su labio.
Vuelvo a repetir, nadie es fuerte, nadie es mejor que nadie, nunca, pero nunca hay que dejarse pisar por nadie.
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Incompatibles [Gay]
Teen FictionLa vida de Adam Navas no es nada sencilla, es poco popular en el instituto, tiene un novio agresivo y casi nunca tiene apoyo de su familia, pero un día aparece una persona. Le hace ver la vida de diferente manera y, lo más importante, le descubre un...